Los retos de una nueva era de la política nacional

Una de las ventajas de la reelección presidencial es que la transición entre los períodos es menos traumática. La victoria en las urnas no solo implica un espaldarazo a la continuidad de la gestión sino también la posibilidad de que el gobierno siga trabajando sin cortes abruptos. En esa línea se encuentran las decisiones del presidente Santos quien la semana pasada anunció la ratificación de Mauricio Cárdenas y María Ángela Holguín en el Ministerio de Hacienda y la Cancillería respectivamente.

No obstante, la posesión del Congreso de la República este 20 de julio –con novedades como la llegada de la bancada uribista (ver artículo anterior)– empuja al Ejecutivo a una definición de sus prioridades legislativas. Hasta el cierre de esta edición, la agenda del gobierno en materia de proyectos de ley se encontraba aún en construcción. Si bien algunas iniciativas han sido incluidas en declaraciones públicas del propio primer mandatario y algunos ministros, solo hasta el discurso presidencial de la instalación del parlamento Santos se conocerán los alcances y la importancia del paquete para la primera legislatura del segundo gobierno.

La segunda administración Santos impulsará una reforma política que tendrá como uno de sus ejes principales eliminar la reelección y ampliar el mandato presidencial de 4 a 5 o 6 años. Esta medida no solo hizo parte del discurso de campaña del mandatario sino que también se incluyó dentro de la primera rueda de prensa tras ganar su reelección. “Vamos a presentar una serie de reformas”, prometió Santos el pasado 15 de junio.

En varios momentos de la campaña, el reelecto presidente afirmó que en su segundo período introduciría al Congreso nuevas reformas a la Justicia y a la educación y no descartó una tributaria. En materia de salud el ministro Alejandro Gaviria ha dicho que el gobierno ya no estaría interesado en una iniciativa de reforma sino más bien en aprovechar herramientas administrativas como los decretos para encarar los retos del sector. Por el Legislativo pasaría la creación del fondo Salud Mía.

Varios proyectos de corte económico también entrarían dentro de los planes legislativos de la Casa de Nariño. Una nueva reforma tributaria podría incluirse dentro de las prioridades de la agenda santista en el Congreso así como los trámites de aprobación de unos cinco tratados de libre comercio, incluido el de Corea del Sur. Asimismo se espera la inclusión de iniciativas de desarrollo rural y agropecuario que han estado en el debate público en meses recientes. Según un informe de El Espectador, el gobierno estaría discutiendo con los partidos de la coalición la presentación de un paquete legislativo de “reequilibrio de poderes” con medidas políticas, de la administración de Justicia, las altas cortes y las reglas electorales.

Mientras el gobierno maneja con tranquilidad y cautela el contenido de sus necesidades legislativas, la oposición del Centro Democrático ya anunció que tiene preparada una decena de iniciativas que van desde cambios en la Justicia hasta las regalías. Las cómodas mayorías de las que goza Santos le permitirán manejar los ritmos del Congreso frente a uribistas, polistas y verdes. Seguramente conforme se vaya conformando el nuevo gabinete, la agenda legislativa de la Casa de Nariño se decante.

Otra arena muy distinta es la de la opinión pública. El presidente ganó su reelección en una de las contiendas electorales más reñidas de años recientes y su victoria en la segunda vuelta incluyó votos, mensajes y expectativas del lado izquierdo del espectro ideológico. De la conformación del gabinete ministerial y de las reformas que Santos impulse en los primeros meses de su segundo gobierno, en especial con respecto a la paz, dependerá una positiva evaluación de su gestión.