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¿QUE QUIERE EL M-19?

SEMANA analiza el porqué el M-19 sí podría tener en su poder a Alvaro Gómez.

11 de julio de 1988

Los noticieros de televisión de las 9 y media de la noche alcanzaron a dar la noticia. Antes de concluir sus emisiones del martes 7, dieron lectura a un breve comunicado de la Casa de Nariño: "El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que, como consecuencia de los análisis de inteligencia de los organismos de seguridad del Estado, existen indicios graves, que permiten afirmar que el secuestro del doctor Alvaro Gómez Hurtado, fue realizado por el grupo subversivo M-19".

La historia de estos indicios graves parecia haber comenzado a principios del año, mucho antes del secuestro del ex candidato conservador.

"Paz a las Fuerzas Armadas. Guerra a la oligarquía... que responda con su vida, honra y bienes por los crímenes cometidos en desarrollo de la guerra sucia...". Así decía un aparte de un comunicado que el M-19 hizo llegar en enero a los medios de comunicación. Este abrupto cambio de objetivos políticos no fue tomado muy en serio ni por los medios, ni por la opinión pública en general. Sobre todo, porque en uno de sus párrafos habia una especie de llamado misticoromántico a sus architradicionales enemigos: "Que los soldados, oficiales, guerrilleros y pueblo seamos hermanos en Colombia. Qué los cuarteles se conviertan en santuarios de la vida y bastiones de la patria antioligárquica. Que los CAIS sean verdaderos campamentos de paz...".

La propuesta de reconciliación con los miembros de las Fuerzas Armadas para hacer causa común contra la clase dirigente sonó tan descabellada como las de "humanización de la guerra", el "gabinete de paz", "somos gobierno" y otras tantas consignas que ha hecho el M-19 prácticamente desde que perdió el rumbo, cuando se le salió de las manos el Diálogo Nacional. Que el grupo que con mayor audacia y osadia se enfrentara y desafiara en el pasado a los militares, les declarara ahora una tregua unilateral y los invitara a voltear sus fusiles contra la "oligarquia", no hacia pensar a nadie que se trataba de un planteamiento serio. No sólo porque para muchos analistas el M-19 como tal ya no existia, sino porque sus reductos no han dado muestras de cordura. El grupo no sólo ha visto caer uno a uno a sus principales dirigentes, sino que ha visto disminuir varios grados bajo cero su popularidad, debido fundamentalmente a su errático manejo del proceso de paz que culminó con la masacre del Palacio de Justicia. Hoy por hoy se reduce a un puñado de hombres cuyó centro de acción se ha localizado en los páramos del Cauca.

Cuando se produjo el secuestro de Gómez Hurtado y algunos alcanzaron a sospechar que se trataba de una acción tipica del M-19,esta hipótesis pasaba rápidamente a un segundo plano cuando se hacia un pequeño análisis de la situación actual de esa organización guerrillera. Nadie pensaba que el movimiento podía tener la capacidad para llevar a cabo una acción-de esa naturaleza. Por esa misma razón, las primeras interpretaciones apuntaron a los "narcos", quienes tenían los recientes antecedentes del secuestro de Andrés Pastrana y el asesinato del Procurador Carlos Mauro Hoyos; o al ELN, que viene adelantando en los últimos meses una intensa campaña terrorista.
La mafia de Medellin negó rotundamente cualquier vinculación con el secuestro de Gómez. Además, SEMANA se enteró de que funcionarios del gobierno hicieron contactos con abogados del "cartel" con el propósito de averiguar la veracidad del comunicado de los "Extraditables", según el cual nada tenían que ver con el secuestro del ex candidato conservador. Inmediatamente después, el gobierno puso en acción una táctica acusatoria. El general Miguel Maza fue el encargado de asegurar publicamente que el responsable era el ELN.
El grupo guerrillero negó también su participación. Entonces le tocó el turno al ministro de Gobierno, quien, basado en nuevas informaciones del jefe del DAS, acusó al M-19.

La impresión que dejó la actitud del gobierno fue la de que estaba dando palos de ciego. Sin embargo, la aparente jugada de "decir mentiras, para sacar verdades" pareció funcionar. El silencio de la dirección del M-19 dio para pensar.

De los archivos se desempolvó el comunicado que anunciaba la "Guerra a la oligarquía". Así mismo, los organismos de inteligencia recordaron que algunas semanas atrás habían tenido informaciones sobre supuestos planes del M-19 contra dirigentes nacionales, a lo cual no se le concedió mucha importancia. De inmediato se revisó la trayectoria del M-19 caracterizada por acciones audaces de gran impacto político y publicitario. De su larga lista de operativos (ver recuadro), el secuestro de Camila Michelsen había mostrado que la organización aún conservaba, por lo menos, una célula urbana con infraestructura suficiente para mantener en cautiverio a un rehén "estrella" sin ser descubierto.

TEJIENDO LA RED
Cuando la tesis de la autoría del M-19 cobró fuerza, se conoció el primer comunicado de los secuestradores. La familia Gómez divulgó una declaración anunciando que había recibido un mensaje firmado simplemente "Colombianos por la Salvación Nacional". Trascendió que también recibieron pruebas que indicaban que se trataba efectivamente de los verdaderos secuestradores. Además les aseguraron en forma creíble que "goza de sus plenas facultades físicas y mentales". Simultáneamente el Procurador General de la Nación recibió otro texto de similares características, acompañado de la licencia de conducción del ex candidato conservador.

Lo de la "Salvación Nacional" fue otra pista para tejer la red que llevaba a darle credibilidad a la hipótesis de que el M-19 era el autor del secuestro.
Ese movimiento guerrillero viene utilizando los mismos términos en forma persistente durante los últimos meses. A esto se suma el hecho de que en el comunicado que recibió el Procurador decía que, "ante la detención de Alvaro Gómez pretendemos que los medios de comunicación, siempre al servicio de los poderosos y sometidos a la mordaza, abran espacio a la voz de las víctimas de la guerra sucia". Enseguida le solicitan expresamente al diario de Alvaro Gómez, El Siglo, y al noticiero de televisión 24 Horas, "que inicien caminos de reconciliación abriendo sus medios a los familiares, amigos y allegados de quienes han muerto o desaparecido por querer el cambio y creer en una Colombia mejor". El tema de los desaparecidos ha sido reiterativo en el M-19. Se trata de un tema que los afecta en carne propia. Muchos de sus militantes han desaparecido. Tan solo el pasado 17 de abril denunciaron la supuesta detención por parte del DAS de tres de ellos (Jaime Bermeo, Benjamín Muñoz y Fernando Erazo) en Bogotá, y su posterior desaparición, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto.

EL MODUS OPERANDI
En los secuestros una de las tácticas características es la del silencio para crear incertidumbre sobre los motivos y los autores. También ha sido típica la proliferación de comunicados apócrifos y de llamadas telefónicas reclamando la autoría. El propósito es confundir a las autoridades, inundarlas de pistas falsas que no pueden tampoco desecharse olímpicamente.
Mientras las familias de las víctimas no sepan con certeza quién es el autor, no pueden preparar una estrategia de negociación clara.

En el caso de Gómez, al señalarse que fue el M-19, esta organización perdió el factor sorpresa. La familia y los diferentes sectores de opinión tuvieron un primer respiro al saber que no era un grupo como el ELN con el cual era muy difícil cualquier tipo de transacción, o la mafia cuya violencia e irracionalidad presagiaba un mal desenlace. Era como saber, al fin, que entre la gama de posibles autores, los del M-19 eran los menos peores. Al fin y al cabo, con el M-19 ha habido antecedentes de negociaciones con desenlaces positivos.
Si bien en el plano de los contactos individuales de la familia con el propósito de lograr la liberación de Gómez sano y salvo hay optimismo, en el plano de los efectos políticos y las pretensiones del grupo subversivo el panorama es otro.

Desde su aparición 14 años atrás, el M-19 se ha caracterizado por dar golpes primero y analizar sus consecuencias después. Normalmente ni siquiera han sido ellos los que han "capitalizado" para sus fines los efectos de sus operativos politico-militares.
Por el contrario les han servido a otras organizaciones guerrilleras y han desatado reacciones oficiales que afectan las libertades individuales. Asi sucedió con el "Diálogo Nacional" propuesto por Bateman a Betancur, en el marco del cual se firmó la tregua con las FARC, el M-19 y otros grupos guerrilleros. En ese periodo todos los grupos se fortalecieron, con excepción del M-19 que prácticamente se extinguió politica y militarmente, por su incapacidad de darle contenido y forma a sus vagas propuestas, cuando tuvieron tribuna pública en la legalidad. También sucedió durante el gobierno de Turbay Ayala, cuando asaltaron en 1979 el Cantón Norte del Ejercito en Bogotá, para robarse 5 mil armas. En esa época las autoridades consideraban que apenas contaban con 300 militantes. Entonces se trataba de un golpe de opinión contra el honor del Ejército ya que no tenian quiénes emplearan las armas. Pero esta audacia, que no tuvo beneficios tangibles para la guerrilla, desato la peor campaña represiva de las últimas décadas con la expedición del llamado "Estatuto de Seguridad", que suspendia las garantias individuales, y llevó a la proliferación de denuncias sobre tortura sistemática y detenciones arbitrarias muchas de las cuales fueron confirmadas por el Consejo de Estado. Es decir, el accionar del M-19 no ha producido--como lo pregonan--el fortalecimiento del estado democratico de derecho, sino un deterioro del mismo y un retraso del debate politico, pues todos los temas del desarrollo nacional se han supeditado a la resolución del problema de orden público.


HASTIO DE GUERRA
En el secuestro de Gómez Hurtado es evidente, aparte del boom publicitario, que los efectos políticos para la guerrilla y la Nación son negativos.
En primer lugar, el M-19 no sólo carece de banderas, sino que perdió su capacidad de convocatoria. No tiene nada que ofrecerle al país y ya ni siquiera despierta simpatias en la opinión nacional, crecientemente hastiada de la violencia de la extrema izquierda, de la extrema derecha, de los narcotraficantes, y de la delincuencia común.

En este contexto, el secuestro del más destacado doctrinario del conservatismo colombiano ha producido la unificación del "establecimiento" en torno a un aspecto: la necesidad de adoptar una nueva política para controlar el orden público, lo que ya produjo un primer resultado con la inyección adicional de 10 mil millones de pesos para las Fuerzas Armadas.
Para algunos, esta inyección significa 10 mil millones menos para invertir en áreas prioritarias de inversión social. Acompañada de esta automática reacción estatal para fortalecer los organismos de seguridad, han surgido algunas propuestas para entregarle el poder a los militares como la del padre Garcia Herreros, propuesta que implicaria montar en Colombia el modelo dictatorial de Argentina y Uruguay --instaurado en los 70- sobre la misma excusa facilitada por la extrema izquierda de la "amenaza subversiva a las instituciones".

Por este tipo de reacciones, muchos consideran que un eventual desenlace fatal del secuestro de Alvaro Gómez Hurtado, convertiría de inmediato a la victima en el Calvo Sotelo colombiano. Calvo, la cabeza doctrinaria de la derecha de la convulsionada España de los años 30, fue secuestrado por los republicanos españoles, quienes al poco tiempo decidieron fusilarlo. Para muchos, éste fue el detonante de la guerra civil española que cobró un millón de víctimas, y que llevó a la dictadura del general Francisco Franco durante casi 40 años con los resultados de sobra conocidos.

¿UNA LARGA ESPERA?
Pero más allá de todos estos análisis, la familia Gómez, el gobierno y todo el país, se preguntan cuánto va a durar este dramático episodio. Por lo pronto, lo único que pueden hacer los allegados al ex candidato es lo que muchos han interpretado como la respuesta a las peticiones del comunicado dirigido por los secuestradores al Procurador General Horacio Serpa.
El tema de los desaparecidos ha sido tratado reiteradamente en los últimos días, en forma paralela a las escasas informaciones sobre el secuestro y a las menos escasas sobre la toma por un grupo de medio centenar de personas de la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, Celam, en Bogotá, que, al igual que otras tomas anteriores de sedes diplomáticas de la capital, parece destinada a denunciar la cuestión de la guerra sucia y los desaparecidos.

Pero esta rápida respuesta no parece haber afanado al M-19 que, dada su trayectoria, es de esperarse que pretenda sacarle el máximo provecho a su acción, prolongando el cautiverio.

Si se considera que uno de los propósitos expresos de los secuestradores es el de hacer notorio el problema de los desaparecidos en Colombia, con el secuestro de Gómez es probable que el M-19 no tenga entre sus planes inmediatos una pronta liberación del ex candidato, a menos que las autoridades se encarguen de lograrlo. Por otro lado, si se recuerda las exigencias que el M-19 ha hecho en casos similares, no cabe descartar que soliciten la difusión de sus puntos de vista en los medios de comunicación, y una demanda económica para financiar su "revolución" .

De todas formas, el secuestro de Gómez por parte del M-19 ratifica de nuevo el alejamiento de esa organización de la realidad política nacional, que es lo que los ha llevado a crear situaciones caóticas para el país y para ellos mismos. Si lo que querian era hacer propaganda sobre la situación de derechos humanos, lo que han de "guerra sucia" en Urabá y Santander pasen a un segundo plano de la atención nacional. Si lo que pretendian era golpear a la derecha, lo que han logrado es fortalecerla y facilitar la adopción de nuevas medidas para combatir a la guerrilla. Si pretendían hacerle un juicio político a Alvaro Gómez--como quisieron hacérselo a Belisario Betancur en el Palacio de Justicia--lo que han logrado hasta ahora es popularizar la imagen de un líder que, al ser liberado, tendrá más razones para justificar sus posiciones y una solidaridad generalizada, pues ha sido victima de uno de los crimenes más atroces contra el ser humano.

Lo único que cabe esperar hoy es que el desenlace sea lo más rápido y positivo posible. Esto evitaría que la cuerda de la situación nacional fuera templada hasta su máximo punto de tolerancia y terminara por reventarse.

-LOS SECUESTROS DEL M-19.
El M-19, como las demás organizaciones guerrilleras del país ha recurrido al secuestro como fuente principal de financiación y propaganda. Sin embargo, fiel a su característica de realizar siempre acciones espectaculares, los secuestros del M-19 también se han inscrito dentro de esta modalidad, al punto que se puede hacer una clasificación entre los secuestros que ha hecho. Los hay políticos, como el de José Raquel Mercado; laborales, como el de Hugo Ferreira Neira; publicitarios, como el de Germán Castro Caycedo, netamente económicos, como el de Miguel de Germán Ribón. Jaime Bateman decía en el año de 1982, en el libro de la periodista Patricia Lara: "Queremos hacer un secuestro más, uno solo, pero uno que nos deje tres millones de dólares... Así solucionaríamos definitivamente, con un costo político muy bajo, el problema económico de la revolución. Haga la cuenta: tres millones de dólares bien invertidos rentan dos millones y medio de pesos mensuales. Con eso financiabamos la revolución colombiana..."
A pesar de que han sido muchos los secuestros realizados por esta organización que no han sido conocidos, SEMANA presenta a continuación una lista de los más publicitados e importantes:

1.975
Agosto 5 Donald Cooper, gerente de Sears. Liberado el 5 de noviembre.
El rescate fue de un millón de dólares.
1.976
Febrero 15 José Raquel Mercado, presidente de la CTC. Acusado de traicionar a la clase obrera y de ser agente del imperialismo norteamericano, fue sometido a un "juicio público": la gente debería escribir "SI" o "No", se debe "ajusticiar", en lugares públicos.
El 19 de abril, en conmemoración de su segundo aniversario, fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado el 20 de abril, envuelto en una bandera, en el parque El Salitre de Bogotá.

Agosto 19 Hugo Ferreira Neira, ex ministro de Agricultura y gerente de Indupalma. Condicionan su liberación a un acuerdo favorable con los trabajadores del ingenio. El 14 de septiembre, día en que se firma la Convención Colectiva, aceptado el 100% de las peticiones de los obreros, Ferreira Neira fue liberado en Bogotá.

1.978
Marzo 25 Miguel de Germán Ribón, ex embajador y productor de flores. Realizaron este secuestro conjuntamente con unos miembros de la organización Tupamara del Uruguay, quienes después fueron capturados.
El 13 de septiembre fue liberado.
Nunca se ha sabido el monto del rescate.

Mayo 10 William Baquero Montiel, embajador de la Nicaragua de Somoza en Colombia. Fue liberado después de unas horas. El objetivo de este secuestro fue denunciar la dictadura somocista y llamar a la solidaridad con el Frente Sandinista.

Mayo 29 Nicolás Escobar Soto gerente de la Texas Petroleum. La texas nunca quiso llegar a un acuerdo económico. El 3 de enero de 1979, e] Ejército descubrió la "cárcel del pueblo" en donde estaba Escobar Soto, en el barrio Lucena, al sur de Bogotá. En el rescate murieron los secuestradores y el secuestrado.

1.980
Febrero 27 El comando Marcos Zambrano, bajo el mando de Rosem berg Pabón, atacó la Embajada de 1 República Dominicana y tomó a 40 personas como rehenes, incluyendo 12 embajadores, entre ellos al Nuncio Apostólico y al embajador de los Estados Unidos. Las condiciones para la liberación eran: publicación de un comunicado del M-19 en la prensa internacional, un millón de dólares y la libertad para 300 presos políticos. Esta última petición había originado el secuestro colectivo. Al cabo de 60 días, el 27 de abril, después de múltiples reuniones de negociación, el grupo de secuestrados y secuestradores viajó a Cuba, donde fueron liberados los rehenes. Bateman declaró públicamente, que el gobierno colombiano les entregó un millón de dólares.

Abril 19 Germán Castro Caycedo, periodista. Con este secuestro se inauguró la modalidad de retener periodistas para enviar propuestas al gobierno: Fernando González Pacheco, Patricia Lara, Maria Jimena Duzán y muchos otros periodistas se entrevistaron así con el M-19.

1.985
Julio 30 Luis Alfredo Grajales, agroindustrial del Valle del Cauca.
Fue liberado días después.
Agosto 9 Juan Martín Carvajal arquitecto caleño. Rescatado sano salvo por las autoridades el 16 de agosto. Después de un intenso tirotec con el Ejército en una finca, a la afueras de Cali, los siete guerrillero que custodiaban a Carvajal fueron muertos.

1.986
Septiembre 24 Camila Michelsen Niño, hija del ex presidente del Grupo Grancolombiano Jaime Michel sen Uribe. 22 meses después, el 31 d julio, fue liberada. La familia Michel sen asegura que pagó muy poco dinero por su liberación. Los negociadores del M-19, Gerardo Quevedo y Luz Marina Zuluaga, fueron encontrado muertos un año después.