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Según el estudio, el 63 % de los encuestados en este margen dijo haber tenido un contacto. | Foto: SEMANA

INFORME

¿A quién para más la Policía en la calle?

Una investigación de la organización Dejusticia deja entrever que las etnias y las personas de bajos recursos son las más requeridas por las autoridades en las calles.

17 de septiembre de 2015

La requisa y el posterior reclamo en contra de un afrocolombiano que transitaba por una calle del centro de Bogotá y que fue grabada en un video dejó al descubierto una realidad cotidiana que a la vez es imperceptible: las clases menos favorecidas son a las que la Policía más contacta para hacer requerimientos en la calle.

El video de la requisa, que inicia con un ataque de furia del afectado y termina con una fuerte reflexión, se convirtió en viral en redes sociales. Según el hombre, a los policías les llamó la atención y lo requirieron por ser “negro y pobre”.

Precisamente ese fue el tema de análisis de un informe de la organización Dejusticia, un centro de investigación dedicado a indagar en temas relacionados con los derechos de los ciudadanos, finalizado en enero pasado con base en datos recogidos por Cifras & Conceptos en el 2013.
 
En el sondeo hecho en diferentes zonas a 2.146 personas en tres ciudades: Bogotá, Cali y Medellín, los investigadores de Dejusticia encontraron que los agentes de policía en la calle requieren más para requisas o solicitar los documentos a las personas de los estratos 1, 2 y 3. Según el estudio, el 63 % de los encuestados en este margen dijo haber tenido un contacto.

La cifra contrasta con las personas pertenecientes a los estratos altos. El 24 % del estrato 4 fue requerido, mientras en los 5 y 6 apenas el 14 %. El informe, denominado “Requisas a ¿discreción?”, muestra también que del número total de encuestados, 241 son personas que dijeron pertenecer a comunidades indígenas o afrodescendientes.

En la encuesta también se les preguntó si a partir del contacto con el agente fue retenido o detenido. La respuesta fue que de 855 personas encuestadas, 369 pertenecían al estrato 1; un porcentaje inferior, 307, al 3, y 179 a estratos 4, 5 y 6.

El estudio, que no se había hecho hasta ahora, muestra que entre las razones para que los agentes de policía hagan requerimientos están la apariencia física, cicatrices, tatuajes y sobre todo, la ropa que portan: gorras, pantalones anchos.
   
“Hay dos hipótesis que explican este fenómeno: los prejuicios y las metas que tiene la Policía. En el primero existe una tendencia a pensar que por su aspecto ciertas personas son delincuentes, es paradójico porque los policías tienen la misma condición económica”, dijo el investigador de Dejusticia Sebastian Lalinde.

El otro tema es el de las metas que deben cumplir por capturas los policías, que les representan en algunos casos permisos de salida. Aunque el tema no está claro porque existen versiones encontradas dentro de la Policía –entre los patrulleros y altos mandos–, el investigador Lalinde le dijo a este portal que los beneficios podrían ser una forma para impulsar las requisas.

Los requerimientos ayudan a la prevención del delito y pueden tener un efecto disuasivo en los criminales, pero a pesar de ello, para los investigadores hay una pregunta que es necesario hacer. ¿Cómo evitar que la aleatoriedad se convierta en una excusa para justificar eventuales discriminaciones en contra de un grupo social específico?