Home

Nación

Artículo

"Nos acostumbramos a las contingencias, a los conflictos y a los desastres"

NACIÓN

“La deforestación en las selvas colombianas es una prioridad mundial”: ministro de Ambiente

Ricardo Lozano habla de sus principales desafíos, los casos polémicos como Santurbán y el río Bogotá, del poco presupuesto de su cartera y de la puja con el sector minero.

24 de agosto de 2018

Hace 23 años, entre el grupo de profesionales jóvenes que llegaron a compartir oficinas en los pisos 3, 30 y 31 del edificio de Avianca en el centro de Bogotá estaba el geólogo que soñaba con ser periodista, Ricardo Lozano. En esos pisos en arriendo estuvo instalado en su inicio el pequeño equipo de trabajo del naciente Ministerio del Medio Ambiente de Colombia.

Era 1995, la época de Cecilia López Montaño, la segunda ministra de Medio Ambiente (el primero fue Manuel Rodríguez Becerra), primera mujer al mando de la nueva cartera.

Con el día a día de investigaciones y licencias en la Dirección Ambiental Sectorial, Lozano archivó por un rato su idea de hacer noticias. Y dos años más tarde terminaría por postergarla cuando el ministro de ese entonces, Eduardo Verano de la Rosa, hoy gobernador del Atlántico, lo nombró asesor. Agua, aire y clima eran los temas que Lozano dominaba.

De hecho, ese año, 1997, Lozano escribió el primer documento del Minambiente sobre Cambio Climático y la forma como se debía manejar ese fenómeno del que poco se hablaba en Colombia. El naciente ministerio de este entonces mostraba autoridad, mística y un compañerismo a toda prueba entre sus equipos.

Le recomendamos: Las 15 tareas ambientales que tendrá el nuevo gobierno

Dos décadas después, recién posesionado como ministro, Lozano recorrió cada piso buscando a sus compañeros de esa época en la que el eslogan “Ministerio del Medio Ambiente, el otro medio eres tú” era como una especie de mantra entre los que trabajaban por los recursos naturales y la gente.

Lozano encontró a muchos. Y al contarlo, resalta con orgullo que esos amigos suyos, hoy sus subalternos, llevan un cuarto de siglo soñando, con amor y capacidad de sacrificio propia de los servidores públicos, que Colombia alcanzará el desarrollo sostenible. Él también lo cree.

Ricardo Lozano llegó a la que fue su casa por años, con la curva de aprendizaje más que superada y con el beneplácito de un sector ambiental que agradece su conocimiento y trasegar. Pero también llegó a un ministerio en el que, a diferencia del de hace 25 años, los conflictos ambientales no tienen precedentes.

Semana: ¿Cómo fue el arranque en esta cartera?

Ricardo Lozano: Un tema de situaciones complejas y urgentes a través de las cuales las altas cortes nos dicen “ojo, haga esto y hágalo así”.

Semana: ¿Qué situaciones?

R.L.: Al menos 10 sentencias: cuenca de río Bogotá, Amazonas, Atrato, Santurbán… en las que las cortes me dicen que las implemente con instrumentos de participación eficientes, abiertos; con indicadores, metas y recursos.

Semana: La deforestación está disparada… vamos en 220.000 hectáreas por año.

R.L.: Es prioridad no solo nacional sino planetaria. Estamos hablando del Amazonas. Se metieron con lo sagrado, ecosistemas globales de importancia para el planeta.

Le sugerimos: Deforestación, principal reto que debe enfrentar el nuevo Minambiente, según expertos

Semana: Usted creó en el Ideam, hace una década, el Sistema de Alertas Temprana de Deforestación. Paradójicamente el país sabe cuándo, dónde, de qué manera se deforesta. ¿Qué falta?

R.L.: Este es un problema de Estado y debemos actuar en conjunto como tal con Mindefensa y las Fuerzas Armadas. También, con Fiscalía, Minjusticia, Minagricultura. Hay que incrementar nuestra capacidad y la de la rama judicial porque se capturan los culpables y salen de nuevo a delinquir. El presidente Duque lo tiene claro desde la campaña.

Semana: Y era un tema del que ya se había hablado antes de que sucediera…

R.L.: Se habla del tema por lo menos desde hace 5 años. El Minambiente, de hecho, previno sobre lo que se venía en materia ambiental luego de la firma del proceso de paz. Ahora hablamos de actividades ilícitas, acaparamiento de tierras, minería ilegal; ya no es tráfico de especies ni de madera… Gran parte de los ilícitos en nuestro territorio ahora tienen que ver con la deforestación.

Semana: ¿Y si se previene, por qué no se actúa?

R.L.: Nos acostumbramos a las contingencias, a los conflictos y a los desastres. Es muy grave que tengamos casi 400 municipios con desabastecimiento de agua potable. Las cuencas que ofrecían agua ya no lo están haciendo ¡y lo solucionamos con carrotanques! Debemos mirar aguas arriba de la bocatoma y del embalse. Las áreas de embalses tienen problemas de desabastecimiento y rendimiento hídrico por deforestación y avance de la desertificación.

Semana: ¿Ahí cómo actuaría el Minambiente, previniendo?

R.L.: Mi función es contarle a la gente, al sector productivo, que deben hacer un manejo responsable de los recursos de manera anticipada, antes de que llegue como queja al ministerio. Mi labor es pedagógica: transmitiendo el mensaje, buscando alternativas y orientando al país hacia el desarrollo sostenible.

Puede leer: América Latina es una de las tres regiones del mundo donde sigue la deforestación: FAO

Semana: ¿Cómo se enseña a no talar?

R.L.: Al campesino debe quedarle claro que vale más el bosque sin talar que convertido en potrero. Hasta que no cambiemos ese tema de valorización de la tierra con bosque, seguiremos patrocinando la deforestación. Debemos producir, conservando.

 Semana: Tradicionalmente el presupuesto del sector ambiental siempre lo deja como la Cenicienta ¿No está como subestimado este ministerio?  

R.L.: El presidente es conciente de la importancia del Minambiente y su transversalidad. Este ministerio es el que suministra e incluso enriquece con información a los demás sectores: el transporte aéreo funciona con información del Ideam; el rendimiento de los embalses sale de nosotros para el MinMinas; clima y lluvias requeridos para manejar la agricultura, es información nuestra al igual que la requerida para las alertas tempranas de salud…

Semana: Pero sigue pobre.

R.L.: En los dos últimos consejos de ministros lo hemos dicho y se ha entendido que con nuestra información se enriquecen los sectores y eso debe ser compensado y reconocido en el presupuesto. De un lado es cuestión de tiempo y, de otro, de ejecución también: el sector es de los que poco ejecutan por la cantidad de instrumentos que no dejan avanzar. Si no ejecutamos, nos castigan. Debemos funcionar como sistema y ponernos a trabajar.

Semana: Usted llegó a los 25 años de haber sido creado el Minambiente y el Sistema Nacional Ambiental (Sina). ¿Qué puede destacar de este trabajo?

R.L.: Quienes pensaron el Sina no se equivocaron: somos un sistema muy completo que obviamente hay que ajustar en la medida en la que Colombia evoluciona pero nuestro modelo de institutos propios de investigación que generan datos y conocimiento para la toma de decisiones es maravilloso. Que no tenga recursos y que la gente sea poca, es otra cosa. El modelo del Sina es fundamental, incluso en la forma en que trabajan las corporaciones.

En video: "No hay nada que hacer, nuestros hijos no conocerán los glaciares"

Semana: Pero este no es el mejor momento de las corporaciones autónomas regionales.

R.L.: Son potenciales distintos. Las políticas que generemos deben ser trabajadas con ellas porque esas autoridades nos dicen si se pueden o no aterrizar en cada región. Claro, hay unas que  lo hacen mejor que otras y esas serán ancla para mostrarles el camino a las otras.

Semana: Resuma su agenda de estos 4 años.

R.L.: Prevención. La Constitución Política es clara y nos da las herramientas para evitar los conflictos. Nuestra política ambiental  es de prevención. Que nuestras decisiones, resoluciones y decretos tengan argumentos constitucionales. Que el sector productivo los tenga. Que el ministerio oriente el desarrollo económico con escalas efectivas que prevengan los riesgos.

Semana: ¿Y más en detalle?

R.L.: Transporte sostenible, energía renovable, reducción de residuos porque no nos caben más. Nuestro plan de desarrollo debe estar saliendo en febrero de 2019 y serán 3 años para cumplir con temas relevantes: hay que saber con qué nos vamos a comprometer y hacerlo en conjunto con todos los sectores. Nuestro error ha sido creer que podemos solos.