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| Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

Roy, virtual presidente del Congreso: ¿otra derrota de Uribe?

La U escogió al senador Roy Barreras como candidato a la presidencia del Senado. Dicen que Uribe y Santos no interfirieron, pero la elección los vuelve a situar en un pulso en el que el vencedor fue, una vez más, el presidente de la República.

25 de abril de 2012

Nunca antes la elección de un candidato para la presidencia del Senado había sido tan convulsa. Al Partido de la U, según los acuerdos de los partidos políticos en el 2010, le correspondía la presidencia de la cámara alta en el primer y el tercer año de la legislatura.

Con ese acuerdo, no habría forma de que un partido se dividiera para ungir a su candidato único. Pero La U, que ideológicamente está dividido, entre Uribe y Santos, también se fraccionó en este proceso democrático interno.

En principio, cinco senadores manifestaron su aspiración. Pero tres de ellos dieron un paso al costado y la puja definitiva quedó reducida a dos: el vallecaucano Roy Barreras y el huilense Jorge Eduardo Géchem Turbay.  

Los 27 senadores del partido se reunieron este miércoles para dirimir este nuevo pulso. La votación final favoreció a Barreras con 16 votos, por 10 de Géchem. Un voto fue en blanco.

El senador Juan Lozano, presidente del Partido, ha elogiado el proceso democrático interno. Asegura que el partido salió “unido y fortalecido”.

Entre Santos y Uribe

Pero detrás hay otra lectura. Esta convulsa elección se asume como otro pulso interno entre el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Juan Manuel Santos, los jefes naturales de La U.

¿Y por qué el pulso? Porque la aspiración de Roy Barreras, que en  principio parecía sólida, unánime y fortalecida, se complicó dos semanas atrás. La razón, las recientes  decisiones de Barreras en el Congreso se inclinaron más a respaldar la visión del Estado de Juan Manuel Santos que a las tesis de su antiguo jefe político, Álvaro Uribe.

Barreras ha sido clave para Santos en varios asuntos controvertidos. En el reconocimiento del conflicto armado en la ley de víctimas y en eliminar el fuero militar de la reforma a la Justicia. Decisiones que lo mostraron como un nuevo alfil de Santos y un contradictor de Uribe.

Pero los dirigentes de La U niegan que en esta elección haya sido un pulso interno entre Uribe y Santos.

Barreras, el virtual presidente del Congreso, así lo afirma: “Esta elección no es ningún pulso. La U tiene un compromiso total con la agenda del gobierno”.

Sin embargo, los hechos mostraron otra cosa.

Géchem, el candidato de los uribistas

Cuando Uribe insistió en que el fuero militar se debía tramitar en la reforma a la justicia, y cuando cuestionó el proyecto del marco legal para la paz (que seduce a Santos y es autoría de Barreras), porque podría dar vocería política a desmovilizados, los senadores de La U más afines a Uribe inflaron la candidatura de Géchem.

Los uribistas consideran que fue Álvaro Uribe el que le dio los votos a Barreras para que llegara al Senado, pero ahora no sigue su línea de pensamiento. Por eso intentaron fortalecer a Géchem, un senador “muy apreciado” por todo el partido y que no generaría tanta controversia como Barreras. “No generaba ni frío ni calor”, dijo un congresista.

Por eso, la elección de Barreras fue entendida como una nueva victoria de Santos sobre Uribe, aunque los hechos puedan advertir que los jefes naturales de La U no interfirieron en esta decisión.

El uribista que se inclinó por Roy

Juan Carlos Vélez es el más reconocido uribista de los senadores de La U. Apareció en la votación cuando la mayoría de los congresistas ya habían depositado su voto en las urnas. El senador confesó que cuando vio las dos urnas de cristal, ambas tenían casi que el mismo número de papelitos. Su voto, entonces, se convirtió en decisivo.

Vélez también confesó que cuando vio las urnas ya tenía definido su voto. Pero que su decisión le significó un dilema interno. Asegura que un día antes habló con el expresidente Álvaro Uribe sobre el tema. Y la respuesta que encontró fue “lo que usted considere y lo que le dicte su conciencia”.

La votación era secreta, pero Vélez la quiso hacer pública. Votó por Roy Barreras. Pero también le pidió a quien será el nuevo presidente del Congreso que “haga un acto de contrición. Que recuerde que llegó con los votos de Uribe y que se comprometa a defender las tesis de Uribe”.    
 
Por eso, Vélez dice que el expresidente Uribe “no se metió” en esta votación, aunque la actitud del senador antioqueño, al hacer público su voto, también fue entendida como una estrategia política para demostrar que Uribe no sumaba una nueva derrota en el partido de La U.

Santos ¿metió la mano?

También dicen que Santos metió la mano. Que Barreras aprovechó su cercanía con el mandatario (es uno de los senadores que con mayor frecuencia visita Casa de Nariño) para que este convenciera a los parlamentarios de La U a su favor. En la víspera el presidente se reunió con varios senadores del partido, pero la versión oficial es que no se mencionó el tema ni por las curvas.

Barreras desmiente esos rumores y dice que fueron versiones propias de una campaña. Pero insistió que el tercer año de legislatura, el cual presidirá, será crucial para la ejecución de las políticas de Santos.

Pero para otros senadores, la votación de 16 contra 10 que favoreció a Barreras tiene la lectura que los parlamentarios de La U no quieren incomodar a Santos y prefieren ratificarle su respaldo.  

Los acuerdos con otros partidos

Para llegar a ser el candidato de La U a la presidencia del Congreso, Barreras se comprometió a no volver a aspirar al Senado. Muchos dicen que puede cumplir la promesa, al recordar el refrán tan popular entre los políticos que dice: “Es mejor cinco centímetros de Ejecutivo que un metro de Legislativo”.

Para que Barreras sea elegido el próximo 20 de julio tendrá que ratificar los acuerdos con los partidos políticos. Se habla de que los liberales no se sentirían cómodos con su presidencia. Precisamente una de sus primeras reuniones es con Simón Gaviria.

Y la incomodidad de los liberales es que podrían perder protagonismo con sus proyectos, y hasta mencionan que Barreras sería un obstáculo si se reviven las intenciones de la reunificación liberal, un proceso que obligatoriamente tiene que estar cobijado por una ley que reglamente la reforma política. Barreras ha sido un público opositor a la reunificación liberal.

Con los conservadores parece que no habrá lío pese a que Barreras fue clave para que se hundiera el proyecto que había obsesionado a la mayoría de dirigentes azules: la penalización del aborto.

Los otros partidos no se advierten muy decisivos. Pero Barreras se comprometió a brindarles "todas las garantías democráticas". Por eso, la bendición de Barreras para que presida el Congreso la podrían determinar los liberales.