Home

Nación

Artículo

Salud Hernández en la casa cural de Ocaña, minutos después de su liberación. | Foto: Giovanni Mejía

ENTREVISTA

“Quedé como una idiota confiándome en ellos”

Así lo dijo la periodista Salud Hernández, quien relató detalles de su secuestro a manos del ELN en el Catatumbo.

27 de mayo de 2016

Era la tarde del pasado sábado 21 de mayo y Salud Hernández estaba angustiada. No era para menos. Sujetos desconocidos le habían robados sus equipos periodísticos en El Tarra (Norte de Santander).

En principio, la comunicadora colombo-española pensó que se los regresarían pronto, pues con ello podía continuar su camino hacia Tibú, donde seguiría con su labor. Pero se encontró con una desagradable sorpresa: su secuestro.

Este viernes, tras su liberación después de seis días en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Salud Hernández habló con el periodista Giovanni Mejía Cantor, corresponsal de Semana.com en Ocaña y director de noticias del canal comunitario TV San Jorge en ese municipio. A él le contó detalles de su secuestro, que este portal revela en exclusiva. (Escuche entrevista).

“Yo fui voluntariamente. Pensé que ellos me habían quitado el equipo y me lo iban a devolver. Pensé que me lo devolverían, conversábamos y yo seguía para Tibú. Y no. La sorpresa fue que me secuestraron, me pusieron la ropa, me quitaron lo mío y dijeron ‘ahora se quedan con nosotros unos días’”, narró la corresponsal en Colombia del diario El Mundo de España.

En ese momento Hernández supo que su investigación en el Catatumbo quedaría inconclusa. “Si yo estoy secuestrada, no hago ningún trabajo periodístico. Yo trabajo cuando estoy en libertad. Quedé como una idiota confiándome en ellos, y ellos cometieron un error”, expresó. Además, enfatizó que no entrevistó a ningún miembro del Comando Central del ELN.

Y aunque la reportera llegó a esa región con la idea de conocer los otros problemas sociales que adolecen al Catatumbo, aparte de la violencia, terminó viviendo en carne propia la experiencia de la vida en el interior de un grupo guerrillero.

Caminó eternos trayectos, se transportó en carro, moto y hasta en mula. En seis días estuvo en cinco sitios distintos. Se vistió de sudadera, botas y gorra. Salud Hernández conoció la otra cara del Catatumbo y compartió sus horas con miembros del principal grupo armado que se mueve por esa zona.

Mientras estuvo en el monte nunca dejó de mostrar su descontento con la situación. Pedía explicaciones, pero las respuestas eran esquivas. Lo único positivo que Hernández resaltó de su tiempo de cautiverio fue el trato.

“El tratamiento fue bueno porque los colombianos son gente amable, son educados, y los guerrilleros no vienen de otra galaxia. Además son muy correctos con la gente de mi edad. El trato fue siempre muy correcto”, puntualizó.

Sentada en un mueble de la casa cural de Ocaña, la comunicadora seguía preguntándose cuál era el objetivo del Frente de Guerra Nororiental del ELN. “Fue una torpeza del ELN, porque esto no conduce a nada. Y de alguna manera ahonda su imagen de falta de voluntad para negociar un proceso de paz. No tiene ninguna justificación”.

Pese a todo lo ocurrido, la periodista no se arrepiente de haber pisado la zona. Sin titubear asegura que volverá y seguirá con sus trabajos periodísticos, tal como lo viene haciendo desde 1999. “Sí volveré (…) Creo que el Catatumbo es una región impresionantemente bonita, una región de gente echada para delante. Solo hay admiración hacia ellos”, concluyó su relato.