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SE DESTAPAN LOS JEFES

Comienzan a agrietarse las relaciones del presidente con los sectores políticos

6 de diciembre de 1982

En Colombia los dardos a nivel de los coroneles no gustan. Tradicionalmente lo que despierta el interés de los colombianos son las peleas de los grandes jefes. Un poco de esto comenzó a vislumbrarse el pasado fín de semana cuando tanto el Presidente BB como el expresidente, Alfonso López Michelsen, salieron a la palestra lanza en ristre.
En términos no oidos desde la campaña presidencial, BB atacó ferozmente al gobierno de Julio César Turbay Ayala, quien en estos momentos se encuentra de vacaciones en el exterior. En una larga carta al director de El Tiempo, Hernando Santos, el Jefe del Estado señala que los programas que su gobierno tenía previsto desarrollar al llegar al poder "prácticamente se fueron al suelo cuando al agobiador y descomunal déficit --de cuyo tamaño real sería subversivo hablar-- se sumó el incendio institucional del sector financiero. BB ante la gravedad de la situación que describió pidió a la opinión pública que le den "el plazo que yo mismo no puedo darme ni voy a darme" para seguir su camino dentro de los derroteros ya trazados. Según BB un sector conservador ya le está pasando cuentas de cobro electorales, pero él las alude recordando que su mandato es para un gobierno nacional y no de partido.
En Bucaramanga habló el expresidente López Michelsen en términos más mesurados. Allí hizo su primera intervención pública de fondo, desde su discurso de la junta de parlamentarios donde se decretó la colaboración personal y técnica pero no política del partido liberal con el gobierno. López dijo que no le pedía a BB que mostrara lo que ha hecho en sus primeros 100 días como Presidente, sino lo que hará en los próximos cuatro años. "Necesitamos definiciones y yo se las pido en mi calidad de Jefe del liberalismo". En cuanto a la posición liberal frente a la amnistía, dijo el expresidente que "Si el liberalismo hubiera triunfado habría ido más lejos en la amnistía para con los alzados en armas, no más lejos en concesiones a ellos, sino más lejos en asumir las responsabilidades". Y agregó: "Ojalá BB hablara con los guerrilleros y pactara de frente con ellos como lo hizo en su tiempo el general Rojas Pinilla" .
Lo que más llamó la atención fué la forma casi inadvertida como terminó su intervención de Bucaramanga, anunciando que se retirará en diciembre de la jefatura del liberalismo "para gozar de una mayor libertad y ejercer el derecho a la oposición como simple ciudadano".
Ahora la incógnita es saber a todas estas que responderá Turbay, quien seguramente se habrá arrepentido de los términos diplomáticos y conciliatorios con que se refirió a BB en su reportaje a El Tiempo. Si a nivel de gremios la luna de miel no ha terminado, otra es la situación por el lado de algunos expresidentes.-