La película que Silvia Gette no quiere que se proyecte

Los antecedentes muestran que, a más ruido antes del estreno, más espectadores. Eso le puede ocurrir a Silvia Gette, la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe, quien pretende que una película que tiene sorprendentes similitudes con su azarosa vida sea censurada.

Para eso recurrió a la acción de tutela. ¿Lo logrará? Es posible que indirectamente ella misma le esté haciendo publicidad gratuita a la cinta y, con ello, más gente vaya a verla.

Los realizadores pueden optar por poner el letrerito aquel que reza: “Los personajes y las situaciones de esta cinta son ficción, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Pero, ¿alguien podrá creerlo en este caso?

Veamos la sinopsis del filme que Cine Colombia tiene previsto estrenar en todo el país en las próximas horas: “¿Quién es Bárbara Gaos? A partir de este interrogante se desencadena una historia llena de intrigas, pasiones y dolor. Una seductora bailarina española busca cambiar su suerte. De las noches de Madrid llega a las frías calles de Bogotá, donde un día el azar pone en su camino a Francisco Charry, un hombre con una exitosa carrera como rector de una prestigiosa universidad, que no ha logrado recomponer su vida íntima tras la muerte de su esposa. Este encuentro cambia radicalmente sus vidas, pues finalmente creen encontrar lo que tanto buscaban. Pero la ambición y la ingenuidad pondrán en riesgo la vida que ambos han idealizado”.

Podría haberse dicho: ¿Quién es Silvia Gette? A partir de este interrogante se desencadena una historia llena de intrigas, pasiones y dolor. Una seductora bailarina argentina de striptease busca cambiar su suerte. De las noches de Buenos Aires llega a las cálidas calles de Barranquilla, donde un día el azar pone en su camino a Mario Ceballos Araújo, quien fue durante cerca de 25 años magistrado del Tribunal Administrativo del Atlántico y había fundado la Universidad Autónoma del Caribe, y quien no ha logrado recomponer su vida íntima tras la muerte de su esposa. Este encuentro cambia radicalmente sus vidas, pues finalmente creen encontrar lo que tanto buscaban. Pero la ambición y la ingenuidad pondrán en riesgo la vida que ambos han idealizado.

Es evidente que hay una relación entre ficción y realidad, dicen en el círculo cercano de Silvia Gette, y por eso ella reclama su prohibición. Entre otros argumentos, sostiene que nunca se le consultó.

La tutela la interpuso ella misma, el pasado 4 de mayo, desatendiendo las indicaciones de sus abogados que le pidieron esperar hasta que la cinta fuera presentada al público. Ella prefirió no correr riesgos porque presentía que su buen nombre estaba en peligro.

La acción judicial se presentó en contra Caracol, Dynamo Producciones, Cine Colombia S.A., Aura Niño y el Ministerio de Cultura, bajo el argumento de la violación de derechos fundamentales a la honra, buen nombre, dignidad humana y presunción de inocencia.

“La prueba es que ella aparece retratada en la película. No deja duda que se trata de su vida. No se necesita haber hecho primero de primeria para determinar que se trata de su vida”, dijo el abogado Arturo Jiménez que encabeza el grupo de abogados de la exrectora.

Este viernes 8 de mayo la tutela tuvo su primer ruido. Los magistrados del Tribunal de Bogotá, decidieron negaron a Gette una medida cautelar para frenar la exhibición de la película, mientras hay un fallo de fondo que se producirá no antes de dos semanas.

Con esto la película sigue su marcha mientras ella sigue intentando frenar su publicación. Durante estos días los magistrados deberán llamar a las partes para que presenten sus argumentos. Solo así podrán fallar de fondo.

“La película podría incidir en los procesos penales que se siguen en contra de Silvia y eso queda en la retina de los funcionarios judiciales. Y esa imagen no se podrá contrarrestar”, concluye el abogado.

Silvia Gette está tras las rejas procesada por presunta extorsión a un jefe paramilitar. También está encausada por haber sacado del país un millón de dólares de propiedad de la Universidad Autónoma donde, precisamente, fue la rectora.