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| Foto: ARCHIVO SEMANA

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"Perdemos 11 horas por restricciones del Distrito": transportadores de carga

Las limitaciones que la Alcaldía de Bogotá les impuso a los camioneros, con el fin de mejorar la calidad del aire, los tienen al borde del paro. Aseguran que no les alcanzan los tiempos para ingresar o salir de varios puntos de la ciudad, entre ellos Corabastos. Habla líder gremial.

11 de febrero de 2020

Los transportadores de carga siguen inconforme con el decreto distrital 047 de 2020, una medida con la cual la Alcaldía de Bogotá pretende mejorar la calidad del aire. Esta restringe los horarios y delimita las zonas por las cuales pueden circular los camiones de carga de mayor antigüedad debido al impacto ambiental que generan. La aplicación de la norma se intensificó el pasado 6 de febrero, Día sin carro, cuando los niveles de contaminación de la capital mostraron que había localidades de la ciudad en estado crítico.

La alcaldesa Claudia López decretó alerta amarilla en el suroccidente de Bogotá e impuso la restricción de movilidad de los camiones de más de 10 años de antiguedad hasta que se haya superado la alerta. Los límites incluyen restricción de cinco de la mañana a 12 del mediodía y desde las 5  p.m. hasta las 10 de la noche en las zonas de Puenta Aranda, Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar.

Aunque las organizaciones gremiales insisten en que el impacto de este tipo de vehículos en la contaminación es bajo, cifras del Ministerio de Transporte indican que más de la mitad del parque automotor de carga del país tiene más de 15 años de operación, lo que significa que estos equipos no cuentan con tecnologías de bajas emisiones contaminantes. 

SEMANA habló con Luis Rojas sobre las peticiones que los transportadores le hacen al Distrito. Advirtió que el próximo viernes habrá cese de actividades. 

SEMANA: ¿Cuáles son las peticiones para la Alcaldía y en qué argumentos está fundamentadas? 

Luis Rojas: Como sector de transporte de carga, se está pidiendo la derogación del decreto 840 porque lacera el bolsillo y el sostenimiento de los vehículos e inclusive de la ciudadanía. Son 11 horas diarias de restricciones para entrar a los sitios de carga y descargue. Las restricciones terminan afectando a los conductores más humildes que son los que tienen los vehículos más antiguos. Es un problema para nosotros porque el 100 % de la gente que tiene este tipo de vehículos solo vive de eso, mientras que a los vehículos modernos no les están poniendo ninguna clase de restricción. Lo único que hacemos es transportar los elementos necesarios para la ciudadanía en Bogotá. Son a los que más documentos se les exigen, tienen más problemas con la policía y tienen más restricciones. 

SEMANA: La Alcaldía toma la decisión basada en unos argumentos ambientales. ¿Ustedes consideran que el decreto es válido? 

L.R: Estamos en proceso de llamar a un paro nacional o distrital porque las decisiones han sido tomadas sin consenso. No consultan con los verdaderos actores, sino que se dejan manejar por corruptos que han vivido del transporte toda una vida. Los vehículos pueden contaminar, pero lo hacen muchísimo menos que el TransMilenio, que los carros de la basura y vehículos particulares. Son vehículos que entran a la ciudad e inmediatamente salen. No están constantemente en la ciudad. A demás, los vehículos -en su gran mayoría- están repotenciados con motores nuevos. Si se hace un estudio técnico serio, el Distrito se dará cuenta de que los vehículos están en óptimas condiciones. Sí generan partículas contaminantes, pero a un nivel muy bajo. 

SEMANA: Usted dice que la Alcaldía se está dejando manipular de una mafia. ¿Hay una pelea entre los líderes del gremio? 

L.R.: El verdadero sector de transporte y servicio público ha estado falsamente representado por los señores de la cruzada camionera. Ellos son los que han vivido del conductor y del pequeño propietario, pero los que están exigiendo sus derechos son los verdaderos protagonistas de la problema, los camioneros del común. Esperamos que el Distrito se siente con los verdaderos transportadores. Ellos han estado hablando con unos mafiosos que viven de quitarnos a nosotros la plata del bolsillo. Estos vehículos antiguos son los que ingresan hasta las plantaciones, pero los vehículos modernos no tienen esa capacidad. 

SEMANA: Pero el Distrito aclaró que los transportadores de alimentos están exentos de esta restricción cuando se movilizan vacíos, ¿esto no les da una garantía?

L.R.: Venimos reuniéndonos con el gobierno, pero no se ha desarrollado un plan para que la gente se entere de cuál es la realidad de la restricción. No sabemos cuáles son las garantías del Gobierno y su compromiso. Hay que hacer un plan con la Policía de Tránsito porque la Alcaldía dice una cosa, pero los policías en las vías ejecutan otra. La medida no nos da mucha garantía porque el vehículo tiene que transportarse vacío hasta los sitios de cargue. 

SEMANA: ¿Qué va a pasar el viernes?

L.R.: El viernes haremos un cese de actividades coordinado con todos los involucrados: volqueteros, camioneros y juntas de acción comunal de algunos barrios. Ya hay bloqueos en la vía al Llano y transportadores de otras regiones decidieron no traer alimentos perecederos hacia la capital. 

SEMANA: ¿Cuál es la afectación real, según los transportadores de carga? 

L.R.: En total son 11 horas de restricciones en Bogotá: la ambiental, la del pico y placa, la de Soacha, la de Mosquera, la de Chía, la de la Autopista Norte. De trabajo solo serían cuatro horas, en las que el conductor no puede ni descansar porque tiene que estar pendiente de que, por ejemplo, no le roben mientras están haciendo el descargue. Después de 28 y 30 horas en la carretera, el conductor tiene que seguir atento a su vehículo.