Arranca juicio contra los hermanos del asesino de Yuliana Samboní

Con el testimonio del capitán Gabriel Alejandro Niño Silva, quien estuvo a cargo del operativo de búsqueda de Yuliana Samboní el 4 de diciembre del 2016 comenzó el juicio que se adelanta contra los hermanos de Rafael Uribe Noguera, el violador y asesino de la menor. 

La Fiscalía acusó a Francisco y Catalina Uribe Noguera de supuestamente haber torpedeado la investigación el día de los hechos y, posteriormente, de haber destruido evidencia crucial para el caso de forma deliberada y consciente. Para el ente investigador, permanecieron durante dos horas en el apartamento ubicado en el edificio Equus 66 con su hermano Rafael sin informar a las autoridades. Para ese momento, ya los hermanos tenían conocimiento previo de la desaparición de la menor en el camioneta que estaba en posesión de Rafael Uribe. 

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En la diligencia, el capitán Niño relató detalle a detalle qué pasó el 4 de diciembre y puntualmente lo que ocurrió en el momento en que fue informado frente al hallazgo de Rafael Uribe Noguera, a quien buscaban desde el mediodía de ese domingo ya que era sospechoso por ser quien manejaba el vehículo en que la menor fue raptada.

"Me informa (Francisco) que parecer que ya encontraron a su hermano, que se iba a encontrar con él, que le diera unos minutos. Yo le pedí que me diera información para ir al tiempo con él y poderlo ubicar. Me dijo que le diera unos minutos para encontrarlo y que habláramos en un momento", aseguró el uniformado ante un juez de Paloquemao. Esta llamada hecha por el agente habría sido entre las 6:30 y 7:00 pm. Y calcula que entre 7:00 y 7:20 pm recibió una nueva llamada de Francisco informando que llevaba a su hermano rumbo a la clínica Monserrat porque estaba mal de salud.  
 
Este detalle es clave porque solo después de las 7 de la noche los agentes de la Policía se dirigieron a la clínica Monserrat para encontrarse con los hermanos Uribe Noguera.  Estando en este lugar, Francisco Uribe le informa a los agentes de la Policía que cuando iban en camino en el taxi Rafael Uribe confesó que la menor intentó gritar por lo que le tapó la boca y la asfixió. Y que ante el susto que ello le provocó escondió el cuerpo debajo del jacuzzi. 

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Los agentes de la policía fueron guiados por Francisco al apartamento. El uniformado asegura que no tuvieron que forzar la puerta porque Francisco Uribe llevaba las llaves de ingreso. También llegaron directo hacia el lugar por indicación de Francisco.

Al respecto, la Fiscalía sostiene que Francisco y Catalina llegaron al edificio Equss 66 a las 3:40 pm: “Catalina tomó el ascensor hasta el sexto piso y se dirigió al apto 603”. Sin embargo, no pudo entrar sino hasta que Francisco llegó, diez minutos más tarde. “Ingresó por la portería y descendió al sótano por las escaleras, encontrando allí la camioneta estacionada con la puerta sin seguro, y al abrirla observó el zapato blanco de talla infantil en su interior”. Para las autoridades, Francisco debió haber dado cuenta de ese hallazgo de inmediato. No lo hizo, sino que optó por ingresar por la terraza al apartamento y una vez allí dentro abrió la puerta principal para que Catalina también entrara.

“Los tres hermanos permanecieron reunidos en el apartamento aproximadamente desde las 4 pm hasta pasadas las 5:30 pm, lapso durante el cual se registró actividad telefónica intensa y constante por parte del señor Francisco Uribe Noguera”, sostiene el ente investigador.

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¿Qué ocurrió exactamente durante cerca de hora y media en que los tres hermanos estuvieron reunidos en el lugar de los hechos? Es una de las preguntas clave del caso.

Rafael Noguera se negó a tomar medicamentos

La audiencia continuó con los testimonios de los médicos que atendieron a Rafael Uribe Noguera en la clínica Monserrat y después en la clínica Navarra, a donde fue trasladado con signos de taquicadia. Uno de ellos, fue el médico de urgencias Leonardo Gómez Acuña, quien aseguró que Uribe Noguera se negó a seguir el tratamiento médico que le había sido ordenado en un comienzo, cuando se diagnosticó con síntomas de problemas coronarios. Aunque Uribe Noguera parecía comprenderlo todo se alteraba cuando le hablaban del tratamiento y la atención que le debían dar.

El galeno explicó que en un primer momento desde enfermería se le anunció que el paciente se negaba a tomar los medicamentos. Minutos después de darle trámite a la revisión primaria y de estabilizar su estado de salud, se permitió el ingreso de Catalina Uribe Noguera y de su familia para que hablaran con él. 

Una vez conversan, la hermana de Rafael de manera "consensuada" con Rafael, habría explicado al médico que Rafael no quería ningún tratamiento y que ella respetaba su decisión. "Rafael no me miraba, no me daba razón de nada (...). Le pregunté a la hermana por qué había cambiado de actitud pero ella cambió también y dijo que no quería que se le hiciera nada al hermano", manifestó Gómez Acuña. 

Y continuó: "Fue una situación atípica y procedí a hacer una anotación firmada por Catalina Uribe. Ella dijo que quería que se cumplieran los deseos de su hermano". Al respecto, el médico aseguró que "no puede obligar a nadie que se realice tratamiento que no desea".

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