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Padres, estudiantes piden que paguen a los profesores, los empleados y se reabra Universidad San Martín, sede Barranquilla. | Foto: Archivo SEMANA

EDUCACIÓN

La U. San Martín en Barranquilla, a punto de desaparecer

Profesores y estudiantes suspendieron clases hace un mes, mientras los otros empleados pararon hace 15 días.

22 de octubre de 2014

La sede Barranquilla de la Universidad San Martín no tiene rector desde comienzos de este año; el vicerrector trabajó hasta el pasado viernes; el presidente del Plénum, máxima autoridad de la universidad, está incapacitado desde diciembre, y los profesores y trabajadores administrativos decidieron parar el pasado mes de septiembre ante el no pago de salarios y prestaciones durante cuatro semestres.

Ya se comienzan a acumular las hojas secas y a crecer la hierba por sus pasillos, y los desconcertados estudiantes y padres no encuentran quién les dé explicaciones, pues han tocado las puertas de los Ministerios de Educación y del Trabajo para que intervengan e impidan el cierre de la universidad. Pero sus ruegos han caído en la caneca de la basura.

El pasado viernes, con el corte del servicio de energía surgió la preocupación de qué pasaría con los dos cadáveres que hay en el anfiteatro en el que los estudiantes de medicina realizan sus prácticas. Pero, al parecer, y de acuerdo con versiones de los estudiantes de medicina, la Secretaría de Salud del Distrito de Barranquilla habría tomado las medidas sanitarias para evitar cualquier riesgo. También incineraron unas cepas patógenas que se encontraban en el laboratorio de microbiología.

Los problemas que hoy tienen al borde del cierre a la Universidad San Martín no son nuevos. Comenzaron a acumularse desde el 2010 cuando el Ministerio de Educación Nacional no le renovó el registro para la carrera de medicina. En el 2012 ocurrió lo mismo con Odontología y este año se le venció a Medicina Veterinaria. Para el próximo año se estima el cierre de Negocios y Relaciones Internacionales. Ya se le había vencido también a Ingeniería de Sistemas.

En el año 2010 la universidad tenía 5.000 estudiantes: aproximadamente 3.400 en los cinco programas presenciales y el resto en la modalidad de abierta y a distancia. A la fecha sólo tiene unos 600 estudiantes, pues en la carrera de Medicina sólo quedan estudiantes de octavo, noveno y décimo semestres; en la facultad de odontología sólo están los últimos cinco semestres y veterinaria desde el próximo año no tendrá nuevos matriculados.

La preocupación de padres y estudiantes crece con el paso de los días, pues se avecina el fin del semestre y sólo tuvieron unas semanas de clases. La preocupación está ligada también al tema económico de las familias, pues las matrículas no son de bajo costo ni mucho menos. Un estudiante de la facultad de medicina paga 7.500.000 pesos por semestre; los de odontología, 4.700.000, y veterinaria, 4.000.000 de pesos.

Sin embargo, a los profesores y a los empleados les pagan de manera atrasada con varios meses acumulados y aunque les descuentan las prestaciones sociales, la universidad no las consigna.

El Ministerio de Educación conoce en detalle la situación de la universidad y padres como Yolima Correa, quien en la tarde de este martes acompañaba a su hijo y a otros estudiantes a un plantón al norte de Barranquilla, dicen que lo que está ocurriendo es porque las directivas han desviado los dineros a cuentas personales de los fundadores, mientras los padres hacemos esfuerzos para pagar de contado. “Nos sentimos abandonados por las directivas y por el Gobierno y no sabemos a qué atenernos. Imagínese, el hijo de uno en la calle protestando para que abran una universidad privada, eso estaba reservado para las universidades públicas”.

El tema no es de poca monta y requiere una rápida intervención del Gobierno.