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Muertes en Arauca 3 enero 2021
Muertes en Arauca 3 enero 2021 | Foto: Contenido sensible / suministrado a Semana

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Y les perdonaron las vidas a dos campesinos de Tame...

En un testimonio cargado de emoción, una mujer presentó en video a su hermano y a un amigo, a quienes los ilegales les perdonaron sus vidas después de clamar por ellos.

4 de enero de 2022

Dos miembros de la familia Meneses Botache, de Tame (Arauca), salvaron sus vidas de los criminales que inicialmente los habían retenido cerca de El Botalón, donde varias personas fueron asesinadas por la confrontación entre ELN y disidencias de las Farc.

Una mujer de la familia apareció en un video en medio de cinco hombres dando gracias a Dios y a los miembros de los grupos ilegales que les perdonaron la vida.

Durante las dos jornadas de terror que los ilegales impusieron en varios municipios de Arauca y en las que 23 personas fueron asesinadas, algunos campesinos de la zona fueron retenidos y sus familiares alcanzaron a temer por sus vidas.

En el video aparecen los dos hombres a quienes se les “respetó” la vida.

Ayer, en momentos en que se comenzaron a conocer las fotografías sobre las personas asesinadas, decenas de mujeres y niños de El Botalón salieron a las calles del caserío, cerca de Tame, para clamar el fin de la violencia.

Las mujeres que lideraban la movilización por las calles del pequeño caserío oraban y pedían a los ilegales respetar las vidas de los pobladores.

La mujer que agradece en el video la liberación de su hermano y de un amigo suyo (Jorge Eliécer), quienes aparecen sin camisa, se muestra muy agradecida con los resultados de la mediación.

SEMANA pudo establecer que a los dos hombres que aparecen sin camisa en el video se los llevaron amarrados para el monte con el propósito de asesinarlos. Fueron retenidos por largas horas y los acusaban de auxiliar a las disidencias de las Farc.

Los hombres retenidos y luego liberados son miembros de una familia conocida en El Botalón que se dedica a la agricultura. Ellos piensan que su liberación fue un verdadero milagro y que sirvieron las proclamas de paz que hicieron los miembros de la comunidad durante varias horas por el pueblo.

Los dos hombres volvieron a pie a sus casas y sus familiares estallaron en gritos de felicidad.

Igual suerte habrían corrido otras personas del lugar.