Adictos a internet anónimos

El instituto está ubicado en Boltenhagen, al norte del país. Sus instalaciones están en la costa, con el fin de mostrarle a los jóvenes que es mejor pasar el tiempo al aire libre y bajo el sol. Todo lo contrario al oscuro cuarto iluminado por un monitor, ambiente natural del adicto a internet.

Para evitar cualquier tipo de crisis de abstinencia, se les da el permiso de conectarse a internet durante 30 minutos.

Muchos de los jóvenes que se han recluido en el centro son adictos confesos que reconocen haber pasado más de seis horas al día al frente de la computadora. Aunque este tipo de adicción no está oficialmente reconocido como un desorden clínico, pero el pasar más de la tercera parte del día encerrado al frente de un computador ya se reconoce como un desorden de la conducta que merece tratamiento.

En el centro, los jóvenes también desarrollan actividades como leer o hacer ejercicio. Todo con el fin de cambiar los hábitos del adicto confeso. Por ello también consideran que el trabajo físico debe ir combinado con una dieta sana, teniendo en cuenta que pasan todo el día frente a la computadora suelen comer mal y no moverse de su asiento.

Hasta el momento, al centro han entrado cerca de mil jóvenes que quieren cambiar sus hábitos.