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| Foto: FCDS

INFORME ESPECIAL

Crimen de lesa naturaleza

La deforestación del Amazonas es irreversible y avanza más rápido que las medidas con que las autoridades pretenden detenerla. La maldición de la motosierra se acerca a zonas sagradas para los pueblos indígenas e intocables para la humanidad: el país en los últimos 5 años perdió casi 412.000 hectáreas de bosque amazónico.

29 de septiembre de 2018

La crisis por la deforestación en el Amazonas disparó las alarmas del planeta: por cuenta de la ganadería y las carreteras ilegales, quedan muy pocos kilómetros de conexión entre los Andes, el Orinoco y el Amazonas. La tala impulsada por mafias está muy cerca de territorios sagrados de tribus amazónicas que optaron por el aislamiento voluntario desde hace cientos de años en Chiribiquete. No hay piedad para parques nacionales o reservas de la Nación: un potrero de 1.300 hectáreas campea en medio de La Macarena. En el primer trimestre de 2018 hubo más de 9.000 quemas solo en el Guaviare. Casi 7.000 especies de fauna y flora están en peligro en el país por esta situación. SEMANA, el gobierno de Noruega y el Ministerio de Ambiente, con el apoyo de entidades públicas y privadas, medios nacionales y regionales se unieron para crear una Gran Alianza que trabajará durante los próximos 7 meses para sensibilizar y movilizar al país y sus regiones frente al peor mal nacional: la deforestación.