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El mundo entero se rinde ante la memoria de Elvis Presley al cumplirse 30 años de su muerte

En todos los rincones del planeta se ha vuelto a escuchar la música de Rey del ‘rock ’n’ roll’ con motivo del 30 aniversario de su muerte. Larga vida al número uno de la música en toda la historia.

Sandra Janer
16 de agosto de 2007

La muerte le devolvió la gloria a Elvis Presley. Sus últimas presentaciones en Las Vegas en los 70, vestido con trajes dorados estrafalarios que ridiculizaban su figura de 130 kilos, parecían una mala caricatura de lo que había sido a finales de la década de los 50, la época en la que alcanzó la cúspide de su fama en vida. Incluso en ocasiones se le olvidaba la letra. La muerte acabó con esa imagen de hombre obeso, deprimido y adicto a los medicamentos y le devolvió la vida al atractivo rey del rock and roll de sensuales y atrevidos movimientos pélvicos que acompañaban su potente y cadenciosa voz. Con esa imagen se convirtió en leyenda y es la que preserva una estampilla postal oficial de Estados Unidos; el timbre conmemorativo más vendido de todos los tiempos. Quizá continuar con sus excesos le hubiera arrebatado la poca majestad que le quedaba al final de sus días. Pero la muerte fue benévola ese 16 de agosto de 1977 cuando lo sorprendió en el baño de su casa, debido a una sobredosis de fármacos, y marcó el inicio de su nueva vida.

Esta no es una afirmación que tenga que ver con creencias religiosas, sino con cifras. Se trata del surgimiento de Elvis como una de las marcas y negocios más exitosos alrededor del mundo. Porque Elvis Presley ha ganado más millones en los 30 años que lleva muerto que durante su trayectoria en vida. “La imagen es una cosa y el ser humano es otra. Es muy difícil cumplir las expectativas de una imagen”, dijo alguna vez. Pero él lo logró, o mejor dicho, Elvis Presley Enterprise, EPE, empresa que fundó para manejar sus negocios. Hoy está en manos del magnate Robert Sillerman, propietario de la compañía CKX que en 2005 y por 114,2 millones de dólares adquirió el 85 por ciento del imperio Elvis. El otro 15 lo maneja su hija y única heredera Lisa Marie Presley.

No podía ser más acertado un artículo de la BBC cuando aseguró que sólo los mayores de 60 años conocieron un mundo sin Elvis. Porque sin siquiera haber salido nunca de gira fuera de Norteamérica, el rey sigue estando en todas partes. A finales de los años 90 gracias a la tecnología digital los europeos pudieron asistir a un concierto de Elvis casi en vivo: 30 de sus antiguos músicos tocaron en directo acompañando la voz del cantante cuya figura aparecía en una gran pantalla. Durante su carrera Elvis grabó 72 álbumes. Hoy su catálogo ofrece 120 que siguen siendo apetecidos. De hecho es el artista que más vende pues las cifras superan los 1.300 millones de copias alrededor del mundo. No es casualidad que existan cerca de 630 clubes de fans a lo largo y ancho del planeta. Cuando se teclea su nombre en Google, la búsqueda arroja alrededor de 5.500.000 de páginas relacionadas. Además se siguen vendiendo sus 31 películas, tildadas de mediocres por la crítica, y sus canciones aún son éxitos musicales, pues después de 1977 han aparecido en las listas de popularidad de Bilboard en 22 oportunidades.

Ahora con motivo del aniversario número 30 de su muerte se han disparado las ventas de productos alusivos a la estrella, como un nuevo chocolate de Reese con mantequilla de maní y sabor a crema de banana, una de las aficiones del artista. Pero la mayor devoción se vive en Memphis, pues gracias a su célebre inquilino, cuya tumba se encuentra en Graceland, el impacto en la economía de la ciudad rebasa los 150 millones de dólares anuales. El lugar se ha convertido en destino obligado de una procesión de fanáticos que visitan su mansión, su restaurante, centro comercial, hotel y un museo con los autos que usó; y hasta los novios pueden recibir su bendición en su capilla matrimonial. Con tales ganancias no es extraño que sea venerado como un santo y que exista una iglesia en la que una estatua lo muestre convertido en una especie de Cristo, con los brazos extendidos y vestido de blanco en Tupelo, su lugar de nacimiento. Y es que quizá piensen que si hizo milagros con sus cifras por qué no habría de hacerlos con las de sus seguidores.

Se dice que Elvis murió casi ilíquido. Requería anualmente medio millón de dólares para el mantenimiento de su mansión y sus biógrafos cuentan que en una semana se despojó de una exorbitante suma para comprar 14 Cadillacs a sus amigos. Por eso el millón de dólares que se estima producía cada año al final de su vida le era insuficiente.

Su situación cambió notablemente al morir. Durante cinco años consecutivos la estrella fue coronada como el artista muerto que más ganaba dinero, según un listado de la revista Forbes. En el más reciente ranking Kurt Cobain lo destronó, dejando a Elvis en un segundo lugar con los 43 millones generados en 2006 por concepto de regalías por el uso de su nombre, su imagen, venta de discos y por las visitas a su casa Graceland en Memphis. Para Keith Clifton, profesora de música de la Central Michigan University, el principal artífice de estas ganancias es lo que llama “la maquinaria Elvis”. Se refiere a la inteligente manera de aprovechar la imagen y el nombre que el artista forjó en sus años de gloria. La mano detrás de tal estrategia fue Priscilla Presley, quien por ser la madre de Lisa Marie se encargó de los negocios mientras esta fue menor de edad. “EPE está encargada de preservar su legado para hacer la mayor cantidad de dinero posible. Por ello la empresa es la que aprueba cualquier uso de su imagen, cuidándose de evitar su período cuando era gordo”, dijo a SEMANA Clifton. Para la especialista la mejor maniobra del equipo EPE ha sido apuntarle al grupo joven que compra artículos ‘marca Elvis’ sin haber vivido durante sus años dorados.

Es probable que con las celebraciones el artista vuelva al primer lugar de muertos millonarios gracias al revuelo que ha generado su aniversario durante esta semana. Los platos fuertes: una vigilia con cientos de velas encendidas en Graceland y un concierto con un Elvis virtual y la participación de miembros de su banda y de Priscilla Presley, eventos con transmisión especial en Sirius Satellite Radio, dedicada exclusivamente a la música del artista. Además se realiza un reality show para escoger al mejor Elvis, de entre sus miles de imitadores que existen hasta en China e India.

Sin duda Elvis presley sigue vivo. Aunque no en el sentido que ha pretendido el director de cine Adam Muskeiwicz, quien el año pasado lanzó un sitio web mediante el cual ofrecía tres millones de dólares a quien le proporcionara pruebas de que el artista deambula por ahí. Sigue vivo porque su imagen es un ícono, porque se da el lujo de que un remix de una canción como a Little less conversation ubicó al sencillo en 2002 en el puesto número uno en listas inglesas, así como su álbum Elvis:30 No. 1 Hits, en 11 países. Sigue vivo porque Graceland es la residencia más visitada en Estados Unidos después de la Casa Blanca, pues cada año más de 600.000 personas acuden a la morada de Elvis. Y está vivo porque sin duda sigue siendo el rey.