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Hancock. El superhéroe vagabundo (Will Smith) salva a un asesor de imagen (Jason Bateman) que lo pondrá a pensar en su papel en el mundo.

Cine

Hancock y Promesas del Este

Hancock, una comedia que ponía a todos en su sitio se convierte, de un minuto a otro, en un desastre de proporciones míticas. En Promesas del Este, el cineasta David Cronenberg convierte una película de gángsters en una nueva mirada a las pesadillas del hombre. Dos reseñas de Ricardo Silva Romero, crítico de cine de Semana.

17 de julio de 2008

 
 
Excelente****  Muy Buena ***1/2  Buena*** 
Aceptable **1/2  Regular**  Mala*

Hancock

Calificación: *1/2 (una estrella y media)

Título original: Hancock
Año de estreno: 2008
Género: Comedia
Dirección: Peter Berg
Guión: Vy Vincent Ngo y Vince Gilligan
Actores: Will Smith, Charlize Theron, Jason Bateman, Jae Head, Eddie Marsan

Recaudó 186 millones de dólares, en las taquillas del mundo, en sus primeros cinco días de exhibición. Pero es, de lejos, la peor película de las vacaciones. Y es triste que lo sea porque su primera media hora es magnífica: nos presenta, con un sentido del humor más bien descarado, con un realismo gracioso que no viene al caso, a un vago alcoholizado, arrogante y francamente desagradable que carga con la desgracia de ser un superhéroe; nos promete una aventura, hecha a la medida del desigual Will Smith, en la que jamás se perderá de vista a los personajes principales; nos hace creer que veremos una parodia salvaje de esas que, como Los increíbles, nos enseñan que no hay seres extraordinarios y que este mundo (que según la primera media hora de Hancock es la dictadura del carisma) es un lugar supremamente ridículo.

Y así, de golpe, se pone seria. Le da por inventarse mitologías trágicas como un mago que se saca cosas tontas de la manga porque no cree ni un poco en la inteligencia de su público. Trata de convertirse porque sí, porque no se atreve a ser una simple comedia, en un largometraje de acción con villanos despiadados. Y entonces comienza a producir vergüenza ajena.

Hancock tiene, en suma, un primer acto de sátira maravillosa, un segundo acto de doloroso drama familiar que desinfla al menos crítico y un tercer acto grandilocuente e innecesario que hace extrañar el principio de la historia y que lleva a la sospecha de que viéndola se ha perdido mucho tiempo. Mejor dicho: no la hace buena (tal vez la vuelve una curiosidad) que tanta gente haya ido a verla.
 
Promesas del este

Calificación: ***1/2 (tres estrellas y media)

Titulo original: Eastern Promises
Año de estreno: 2007
Género: Drama
Dirección: David Cronenberg
Guión: Steve Knight
Actores: Viggo Mortensen, Naomi Watts, Vincent Cassel, Armin Mueller-Stahl, Sinead Cusack, Donald Sumpter

El cineasta canadiense David Cronenberg ha filmado algunas de las películas más perturbadoras de los últimos veinticinco años. Habría que pensar en directores como el norteamericano David Lynch o el japonés Hayao Miyazaki para encontrar inventores de pesadillas que estén a su altura. Su mundo, ese mundo enfermo que ha dado origen, entre muchas otras, a las agobiantes La zona muerta (1983), La mosca (1986), Pacto de sangre (1988), El almuerzo desnudo (1991) o Crash: extraños placeres (1996), es un lugar tan personal, tan propio y tan privado, que cuesta visitarlo sin sentirse invadiendo los malos sueños de un desconocido.


Sus últimas tres películas, sin embargo, han sido un alivio: Spider (2002), Una historia violenta (2005) y Promesas del este (2007) son, como el resto de las producciones de su brillante filmografía, la historia de un horrendo secreto, pero, al partir de guiones ajenos más bien convencionales, dejan de ser fantasías enrevesadas, de esas que se disfrutan más como ideas que como narraciones, para convertirse en pequeños dramas (por supuesto: dramas duros, contundentes) vistos a través de los ojos de un artista que nunca ha tenido claro que el infierno sea un lugar aparte. Quiero decir que se trata de películas realistas, pero que la realidad que ve David Cronenberg es un lugar habitado por monstruos capaces de todo.


Promesas del este comienza una nochebuena lluviosa en Londres, como un tenebroso cuento de hadas, con un sangriento crimen en una barbería; sigue con el parto impresionante de una niña de catorce años, Tatiana, que está a punto de morir; y deja la trama entera planteada a partir del encuentro de la noble partera, Anna Khitrova, con un par de asesinos de la mafia rusa que quizás puedan ayudarle a entender todo lo que acaba de ocurrir. A partir de ese momento, del viaje de Anna hasta ese restaurante transiberiano habitado por hampones (busca, en la boca del lobo, a alguien que le traduzca el diario escrito en ruso que ha dejado la difunta madre), la película será una suma de giros inesperados, a veces más sórdidos que necesarios, que nos probará al final que hemos sido testigos de la tragedia de un hombre.


Si no se va a ver esta producción por lo fascinante que suele ser la narrativa de Cronenberg, si no se va en busca de un nuevo capítulo en esa escalofriante versión de la cadena alimenticia que es la obra del cineasta, debe entrarse en el teatro para ver otra estupenda interpretación de Viggo Mortensen: su trabajo como el imperturbable Nikolai Luzhin, ese hombre tatuado al que parece quedarle algo de humanidad detrás de los ojos, es memorable. Por supuesto, eso no es todo. Promesas del este también cuenta con el trabajo impecable de todo su elenco, con una contenida banda sonora compuesta por Howard Shore y una cámara que logra escenas de antología de las que seguiremos hablando durante mucho tiempo.


Otras películas en cartelera:

Wall-e **** Los estudios Pixar, gracias a la esmerada distribución de Disney, han vuelto a mandar al mundo un clásico instantáneo.

El último cazador *** Un hermoso documental, que parece una ficción, sobre un oficio que se desvanece con los últimos libros de historia.

Los climas *** Este drama insatisfactorio es, sin embargo, una buena muestra del talento del cineasta turco Nuri Bilge Ceylan.

Kung Fu Panda *** Un entrañable oso protagoniza esta buena comedia que anima la temporada de vacaciones.

Superagente 86 **1/2 Un entretenido homenaje a la genial serie de televisión creada por Mel Brooks y Buck Henry.