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Hernán Giraldo y Jorge 40, ex comandantes paramilitares.

Justicia y Paz

Hernán Giraldo señala a ‘Jorge 40’ de varios crímenes cometidos en la Sierra Nevada de Santa Marta

En el segundo día de su versión libre, el ex jefe del frente Resistencia Tayrona reconoció que uno de sus hombres asesinó a Gentil Cruz Patiño, representante de una ONG francesa

7 de junio de 2007

Durante la versión entregada a los fiscales de Justicia y Paz, Hernán Giraldo Serna, alias ‘El Patrón’, dijo este jueves en Barranquilla que no tuvo el control total de las órdenes que se daban en la Sierra Nevada desde el año 2000, sino que era ‘Jorge 40’, quien por ese entonces ingresó a la zona para tomar determinaciones.

Según Giraldo, ex comandante del frente Resistencia Tayrona de las autodefensas, el secuestro de Pepe Gnecco fue orden de ‘Jorge 40’ y no suya, aunque se cometió en “tierras” del Tayrona. Para confirmarlo entregó a la Fiscalía un documento en el que se muestra de dónde venía la orden. El jefe paramilitar dijo que desde el 2000, ‘40’ asumió el mando militar, mientras que él se dedicó a una especie de “comandancia social enfocada a la seguridad y el bienestar de los campesinos y los indígenas, luchando contra el secuestro y la erradicación de la guerrilla”. Esa jerarquía impuesta por ‘Jorge 40’ lo obligó a replegarse en la parte alta de la Sierra Nevada, lo que también impedía el control de los 1.200 hombres que conformaban el Resistencia Tayrona.

El fiscal de Justicia y Paz que lo oyó en la mañana de este jueves, le preguntó por 168 desaparecidos, le mostraron 92 fotos y le leyeron una lista de 76 personas de quienes se desconoce su paradero hace varios años. También se le preguntó por la existencia de fosas comunes, pero respondió que no tenía conocimiento de alguna en especial, “pero puedo averiguar”.

Entre nombres de personas desaparecidas que le mencionaron están Marco Micheli, Luis Ernesto Cárdenas, Eladio García Medina, Germán Segundo Lindo Redondo, Carlos Manuel Valiente, desaparecidos en distintas épocas desde 1997, y dijo no saber. Algunos casos dijo eran cometidos por la banda del negro Adán Rojas, un jefe paramilitar proveniente de Tolima quien también echó raíces en Magdalena, y algunos informes de inteligencia dicen que tenía un grupo de hombres armados de casi 50 combatientes que se dedicaban a la extorsión, el secuestro y asesinatos.

Recordó la desaparición de los hermanos Toro Montero ocurrida en septiembre de 1999 en el corregimiento de Palomino y la de Fabio Luis Coley Coronado y Jorge Luis De la Rosa, dos funcionarios del CTI asesinados en Rincón del Mar, San Onofre, cometidas por hombres de Cadena. Esas desapariciones inicialmente se las atribuyeron a él porque en Santa Marta le habían hecho un atentado en la casa de los padres de De la Rosa, y Giraldo los había declarado objetivo militar.

‘El Patrón’ reconoció además que sus hombres cometieron crímenes que le ocultaban y los ejecutaban diciendo que lo hacían en nombre suyo, como ocurrió con una familia de apellido Sarmiento de la cual seis miembros fueron asesinados el primero de mayo de 2003. Dijo que se acordaba de ellos porque eran cercanos a él. “Los autores de esa masacre fueron Walter Torres y Eliseo”, dijo antes de asegurarle al fiscal que él no los mandó a matar, ya que no tenía el control.

Al referirse a las zonas donde dominaba, habló de veredas y centros urbanos pertenecientes a La Guajira y Magdalena, aunque reconoció que en otra época su mando abarcaba parte de Cesar. Mencionó a Santa Marta y en especial la zona rural de Guachaca, Bonda, Siberia, Don Diego, Buritaca, Taganga y San Pedro de la Sierra, en Magdalena. Dibulla, Maicao, Río Ancho, Riohacha, Palomino, El Calabazo y el Chimborazo, en La Guajira.

Reconoció que uno de sus hombres asesinó a Gentil Cruz Patiño, quien actuaba en representación de una ONG francesa. Giraldo dijo que lo mandó a asesinar porque desobedeció una orden suya de no comprar más tierras a los campesinos y colonos, porque después regresaban colonizando otras zonas y descontentos por haber vendido. Ese asesinato, dijo, lo cometió Eduardo Enrique Vengoechea Mola, alias el ‘flaco’, un miembro de las AUC condenado a 25 años por un juzgado en Barranquilla, acusado de haber participado en el asesinato de los profesores Alfredo Castro Haydar y Luis Miguel Meza Almanza.

Estos crímenes ocurrieron en una época de oscuros enfrentamientos en la Universidad del Atlántico en que estaba en juego el control que se disputaban los grupos militantes de la izquierda. Se dice que las AUC se aliaron con uno de los bandos y cometieron los asesinatos. También se habla de malos manejos administrativos. ‘El flaco’ está purgando su pena en la cárcel de Cómbita y fue solicitado en extradición.

En Barranquilla también estuvieron delegaciones de indígenas y campesinos que con pancartas le manifestaron su solidaridad. Mientras tanto, en Santa Marta, representantes de 17 organizaciones de víctimas no pudieron trasladarse hasta la capital del Atlántico para presenciar las audiencias.

La Comisión Regional de Reconciliación y Reparación, que al parecer les había ofrecido su apoyo, a último momento desmintió haber ofrecido recursos para el desplazamiento de los familiares de las víctimas y dijo que se había tratado de un malentendido.

La versión de Giraldo concluirá este viernes, se reanudará el próximo martes y se prolongará durante toda la semana entrante.