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La belleza después de los 50

Cinco de las mujeres que aceptaron desnudarse para un calendario hablaron con Semana.com sobre sus razones para hacerlo. Elaboraron un manifiesto sobre la belleza y la desnudez.

Olga Lucía Lozano
6 de marzo de 2006

Dicen que la diferencia entre la belleza y el ridículo es el tiempo. Sin embargo, en Colombia hay por lo menos doce mujeres que no lo creen. Mujeres que, pese a sobrepasar los 50 años de edad, decidieron desnudarse para dar vida a un calendario que rinde homenaje al paso del tiempo y a las estéticas libres de silicona y cirugías.

Es así, como entre enero y diciembre de 2007, mientras cada colombiano señale las fechas importantes y siga las fases de la luna, podrá a su vez observar las huellas que la vida ha dejado en los cuerpos de una profesora de primaria, cuatro actrices, una catedrática y feminista, una antropóloga, una cocinera y una fotógrafa, entre otras. Quienes con una mezcla de humor y reflexión decidieron posar para “Mujeres sin Fecha de Vencimiento” y demostrar que la belleza funciona perfectamente a cualquier edad.

Claro, antes de llegar a esta selecta lista en la que aparecen varias personalidades nacionales, muchas dijeron: no, gracias. Pues empelotarse no es fácil ni a los 20, ni a los 30, ni mucho menos a los 50. Por eso, en esta noche (a pocos días del lanzamiento que se llevará a cabo hoy, seis de marzo en la Galería la Cometa), en que nos reunimos con cinco de las participantes del proyecto, ellas prefieren hablar de su experiencia y no de quienes se negaron a ilustrar algún mes del próximo año.

“La idea original fue de Clara Jaramillo y surgió como una reflexión frente a su propia imagen frente al espejo y su proceso de envejecimiento. De ahí en adelante, fuimos contactando a las personas que queríamos estuvieran y pasamos a definir los otros aspectos”, comenta Francoise Audouin, profesora de primaria y una de las primeras en aceptar el reto.

Finalmente, los doce meses encontraron representante y Dora Franco, fotógrafa y quien además participa como modelo en el proyecto, les dio tres semanas para hacer las fotos porque tenía que viajar. Así que cada una realizó un pequeño guión en el que definía el personaje que quería representar y sugería la puesta en escena.

Durante las sesiones recurrieron a la solidaridad y el sentido del humor para darse valor. Además de contar con la presencia de todo el grupo en cada sesión, las que tenían algunas afinidades físicas armaban grupo (“Patricia Ariza y yo teníamos las zonas bananeras más gordas, así que nos juntamos”, comenta la catedrática y feminista Florence Thomas). Claro, también recurrieron a lo que ellas denominan “el maquillaje interior”, unas buenas dosis de licor antes de cada foto.

Pero ¿por qué estas doce mujeres, cuál fue el factor común, ser mujeres fuertes y destacadas? “Todas las mujeres somos fuertes, entonces no fue solo por eso. Fue más bien porque somos afines”, dice la actriz Consuelo Moure. A lo que agrega Patricia Ariza, “Si, tal vez hay fuerza, pero también somos muy frágiles”.

Además de ampliar el espectro de la belleza, como dice Thomas, el calendario tiene otros fines que van más allá de la reflexión. “Nosotras no vamos a cobrar un peso por estas fotos y si llega a comercializarse y tener éxito, la idea es entregarle las ganancias a algún grupo social que lo necesite, ya sean madres cabeza de familia o uno de estos hogares para ancianos que no tiene financiación”, afirma la actriz Carmenza Gómez, aunque deja claro que el proyecto es un fin en si mismo.