La Fiscalía llama a juicio al senador Álvaro Araújo por secuestro y nexos con los paras

El senador Álvaro Araújo, miembro de uno de los clanes políticos más influyentes del país, fue llamado a juicio por la Fiscalía General de la Nación. El joven dirigente político deberá responder por dos hechos de extrema gravedad: sus vínculos con Rodrigo Tovar, ‘Jorge 40’ y el temible Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia; y por el delito de secuestro extorsivo.
 
La medida fue confirmada de manera exclusiva por Semana.com. La decisión se convierte en el más duro golpe de la justicia a los políticos acusados de beneficiarse electoralmente con la presión armada de dichos grupos ilegales.

Araújo había renunciado a su fuero como congresista el 27 de marzo, con el objetivo de que la investigación en su contra pasara de manos de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía, pues creía que en la primera no tenía suficientes garantías para su defensa. Aunque en su momento, la decisión del dirigente fue considerada en algunos sectores como una burla al proceso (otros tres legisladores siguieron el mismo camino para eludir la investigación en la Corte), las pesquisas de la Fiscalía condujeron a las mismas conclusiones que las de los investigadores encargados inicialmente del proceso.

Araújo no sólo fue investigado por concierto para delinquir en asocio con autodefensas, como ocurrió con la mayoría de los 14 legisladores presos, a quienes las autoridades acusan de beneficiarse con la repartición electoral decretada por las autodefensas durante las elecciones de Congreso de 2002. También deberá responder por una acusación por secuestro extorsivo. Se trata del caso de Víctor Ochoa Daza, a quien las AUC se llevaron de Valledupar en plena contienda política, justo en momentos en que pretendería apoyar una candidatura al Congreso distinta a la de la familia más votada de la región: los Araújo.

Desde el momento de su vinculación al proceso, Araújo intentó vender la tesis de que su caso hace parte de un montaje por parte de ciudadanos del centro del país que le tienen envidia a los costeños. Dicha postura, respaldada de alguna forma por los otros 13 congresistas de la Costa Atlántica, que también están en prisión, perdió peso cuando fueron vinculados al proceso un legislador del central departamento de Casanare y cuatro de Santander. En las últimas semanas las investigaciones de la Corte también se han enfocado en el andino departamento de Caldas.

Por lo demás, muy poca gente cree que se trata de un caso de centralismo y las autoridades han explicado que de lo que se trata es de investigar a fondo hasta qué punto llegó la penetración paramilitar en la política colombiana, sin importar en qué región ocurrió.

El padre del senador Araújo, ex ministro de Estado del mismo nombre, es el líder de un poderoso clan, cuyos integrantes han ocupado varios de los cargos más importantes del país. Está prófugo de la justicia desde que tiene orden de captura por los mismos hechos por los que el senador fue llamado a juicio este viernes.

María Consuelo Araújo, hermana del legislador procesado, tuvo que renunciar a su cargo como canciller de la República por la presión política del escándalo, pese a que el presidente Álvaro Uribe dijo que no la removería de esa posición. Hernando Molina, su primo e hijastro del Procurador General de la Nación, fue separado hace unos meses de la Gobernación de Cesar, a la que llegó como candidato único en unas elecciones en las que los paramilitares obligaron a varios de sus rivales a renunciar. También está preso en Bogotá.