Home

On Line

Artículo

CAPOS

Por fin: ‘Don Diego’ a un buque, ‘Macaco’ a otro y ‘Don Berna’ a Cómbita

Después del insólito episodio en el que el gobierno confundió las ubicaciones de tres de los presos más peligrosos de Colombia, parece que la casa se puso en orden. Cerca de 1.000 hombres participaron en el macondiano traslado

14 de septiembre de 2007

“El gobierno nacional informa que a través del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), y por razones de seguridad, se tomó la decisión de trasladar a buques de la Armada Nacional que navegan en aguas territoriales de Colombia, en los océanos Pacífico y Atlántico, a Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, y a Diego Fernando Montoya, alias ‘Don Diego’. Por otra parte, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, quien se encuentra desde esta noche en La Picota, será nuevamente trasladado a la cárcel de Combita, donde permanecerá recluido”.

Con este escueto comunicado publicado en la página web de la Presidencia de la República enmendó el gobierno su cantinflesco error de este jueves, cuando paseó a los tres reclusos más importantes del país entre Bogotá, la cárcel de Cómbita (en Boyacá), el Caribe y el Pacífico colombiano, por un error de comunicación entre el Ministerio del Interior y el Inpec.

Las suspicacias por lo ocurrido no tardaron en despertarse: en la tarde del jueves, cuando se conoció que quienes iban a ser recluidos en buques de la Armada eran los ex líderes paramilitares ‘Don Berna’ y ‘Macaco’, la ex congresista Rocío Arias, ahora vocera de los ‘paras’ desmovilizados, llamó de inmediato al director del Inpec, Eduardo Morales; al viceministro del Interior, Guillermo Reyes, y trató de comunicarse con el presidente Álvaro Uribe, pero no lo logró. Según ella, quería saber por qué se había determinado que un buque fuera ahora el centro de reclusión de estas personas, si eso no está contemplado dentro de La ley de Justicia y Paz. “Es preocupante la improvisación del gobierno”, dijo Arias sobre el tema.

En la noche del jueves, cuando el país se enteró del tremendo desliz, el general Morales explicó que no era una equivocación, sino una “planificación estratégica” que él mismo había diseñado. Pero al mismo tiempo el ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín Sardi, explicó que el traslado se debía a las amenazas de muerte que había contra ‘Don Berna’ y ‘Macaco’, y admitió una mala interpretación de la orden que se había impartido el pasado miércoles durante un consejo de seguridad en la Casa de Nariño. Por eso se había llevado a quien no tocaba al buque y a la cárcel.

En la mañana de este viernes prácticamente todo quedó aclarado. Al parecer no hubo una orden escrita en la que se detallara quién iba a ser ubicado en dónde, y el general Eduardo Morales asumió toda la responsabilidad de los hechos. “Se presentó una confusión que se dio cuando recibió las órdenes del traslado, de boca del presidente Álvaro Uribe (...) el único responsable de lo que pasó soy yo”, dijo.

Lo cierto es que en cifras redondas cerca de 1.000 hombres participaron en el macondiano traslado. Se utilizaron tres helicópteros artillados, varios carros de alta seguridad y un centenar de motos para servir de custodia a los reclusos. Además en altamar se acondicionaron dos buques para recibir a los reclusos.

El confuso traslado fue transmitido en directo por radio y televisión. Era llamativo ver a hombres como ‘Don Diego’ o ‘Don Berna’ -a quienes sus múltiples guerras les dejó lesiones en las piernas lo que les impide caminar normalmente- andar lentamente de un lado para otro y del otro para uno más allá, seguidos siempre por un puñado de hombres completamente armados.

¿Confundieron a ‘Don Diego’ con Diego Fernando?, ¿o el Pacífico con el Caribe?, ¿una fragata con un pabellón penitenciario?, ¿alguien movió sus influencias para dejar a ‘Macaco’ y a ‘Don Berna’ donde estaban? De ser como lo explica Morales y Holguín, es preocupante que teniendo en sus manos al capo del narcotráfico más buscado por Estados Unidos y Colombia, y a dos de los ex jefes ‘paras’ que posiblemente continuaron delinquiendo desde la cárcel, no haya un mínimo de previsión para evitar errores como este que le hubieran podido salir mucho más caros al gobierno.

El vicepresidente Francisco Santos buscó bajarle la temperatura a la polémica. “El peor error es que se hubieran fugado y eso no pasó”. Sin embargo, varias voces de la oposición anunciaron un debate en el Congreso para que se le cuente al país del por qué de la insólita comedia al tiempo que exigieron la renuncia de los responsables.