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Votaciones atípicas en las elecciones de congreso del 2002

11 de septiembre de 2005

Según estadísticas del Observatorio del Programa Presidencial de DD. HH. y DIH, Vicepresidencia de la República, entre 1998 y el 2000 en los departamentos de Antioquia, Córdoba, Sucre, Magdalena César y La Guajira, las masacres crecieron 140% . Pero de ellas, las presuntamente cometidas por los paramilitares crecieron 664%. Respecto de 1998, las masacres presuntamente cometidas por los paramilitares sólo empezaron a bajar en 2002, el año de las elecciones al Congreso.
Del total de masacres registradas en esos departamentos entre 1998 y el 2003, el 37% fue presuntamente cometido por los paramilitares, quienes serían responsables del 41% de las víctimas. El resto fue presuntamente cometido por la guerrilla, que respondió a la ofensiva paramilitar con igual barbarie.
1. El magdalena.

El aparente dominio paramilitar en el departamento de Magdalena podría ser el producto de la decisión de esa organización de recuperar el control y cortar la comunicación que tenía la guerrilla entre la Serranía de Perijá, la Sierra Nevada de Santa Martha y la Ciénaga Grande del Magdalena. En 1998 hubo una masacre presuntamente cometida por los paras, en 1999 hubo dos y en 2000 hubo ocho; un crecimiento de 700% en tres años.
Desde la época electoral, y luego en reiteradas ocasiones, medios de comunicación, ciudadanos, organizaciones sociales y políticos como J. Vives han denunciado la asociación entre políticos y paramilitares en el departamento. Las denuncias han insistido en la creación de distritos electorales en los que sólo se permitía votar por determinados candidatos.
Aunque ningún organismo del Estado ha comprobado tales acusaciones, un análisis de los resultados electorales sí parece evidenciar la concentración de votaciones por parejas de candidatos en ciertas regiones del departamento. Esta información no comprueba que tales concentraciones se originen en la presión paramilitar. Pero si ponen de presente un tipo de organización y resultado electoral deliberado.
Como se ve en el mapa, el representante a la Cámara Jorge Luis Caballero, inscrito en 2002 como candidato por el Partido Liberal y ahora miembro del partido Cambio Radical, concentró su votación en los municipios ribereños del Río Magdalena en la zona norte del departamento. En municipios como El Piñón, Cerro de San Antonio, Concordia, Pedraza, y Tenerife, el representante Caballero obtuvo entre el 93% y el 97% del total de la votación del municipio, y en otros como Plato y Sitio Nuevo obtuvo entre el 70% y el 80%.
A propósito del artículo de la revista SEMANA  en su edición 1202 de este año, reseñando este mismo comportamiento electoral atípico y el debate en la Cámara de Representantes en mayo sobre la alianza político paramilitar en el departamento de Sucre, el representante Caballero manifestó que sus votos no eran producto de ninguna alianza paramilitar, que eran producto de la tradición política de su familia desde décadas atrás y el resultado de las obras que él le había llevado a esos municipios siendo Gobernador. Incluso, el representante aceptó que se le realizara un debate por caciquismo, pero no por paramilitarismo. Sus argumentos son sólidos y hasta convincentes, pero no aclaran las dudas ni el comportamiento electoral tan atípico.
Si el capital político del representante Caballero es tan sólido, ha permanecido por décadas y sólo se explica por sus obras y ejecutorias, no se entiende por qué en las elecciones del 94 obtuvo 134.973 votos, y en las de 2002, 65.170. No se entiende, por ejemplo, cómo habiendo iniciado la construcción de la vía Salamina-Pivijai, como lo registra en su hoja de vida, pasó en Salamina de 1.661 votos a 58 y en Pivijai de 8.322 a 114. Tampoco es muy claro por qué habiendo construido vías y otras obras, pasó en Ariguaní de 5.574 votos a 237, o en Chivoló de 3.025 votos a 35. En sentido contrario, sorprende cómo, en cambio, sobre los municipios ya mencionados sobre la ribera norte del Río Magdalena barrió de manera tan arrasadora.
No parece posible que el representante Caballero hubiera cortado la luz ni suspendido el agua ni demolido las obras que ejecutó para bajar tan dramáticamente en unos sitios, ni que sus obras de años pasados mantuvieran tanta vigencia como para barrer tan abrumadoramente en otros. Ese comportamiento electoral podría pasar inadvertido de no ser porque el mismo patrón se repite para el senador Salomón Saade, otro cacique de vieja data en el departamento quien coincide con el representante Caballero en altas concentraciones electorales en los mismos municipios de la ribera norte del Río Magdalena. 
Pero las coincidencias no paran ahí. El repliegue de las votaciones para Caballero y Saade en unos municipios parece coincidir con la concentración electoral de otros combos de candidatos en otras zonas del departamento. En los municipios de la zona central del departamento, el ex diputado José Gamarra obtuvo 49.899 en 2002, inscrito por el partido Cambio Radical. Y el señor Dieb Maloof, que nunca había tenido algún cargo ni representación popular en el departamento, salió electo senador con 40.134 votos en Magdalena, inscrito por el Movimiento de Integración Popular (Mipol). Gamarra y Maloof coinciden en concentraciones electorales que oscilan entre el 79% y el 94% en los mismos municipios: Pivijai, Zapayan, Chivolo, Sabanas de Ángel, Ariguani, Algarrobo  y, coincidencialmente, en dos municipios de la ribera norte del Río Magdalena, Remolino y Salamina, obtuvieron una victoria electoral arrasadora, a pesar de estar en la misma margen del río donde arrasaron Caballero y Saade en los demás municipios, salvo en esos dos.
Finalmente, en el sur del departamento, el combo ganador fue Alfonso Campo a la Cámara y Luis Eduardo Vives al Senado. Campo es un dirigente conservador inscrito por una coalición que obtuvo 52.387 votos para Cámara, y Vives, candidato inscrito también por Mipol como Maloof, obtuvo 47.794 votos para el Senado. Tanto Campo como Vives concentran votaciones entre el 71% y el 93% en los municipios de Guamal, Nueva Granada, San Sebastián de Buenavista, Santa Ana, San Zenón, Piñón del Carmen, Santa Bárbara del Pinto y el Banco. Todos ubicados al sur del Departamento.
Entre 2001 y 2003 se registraron masacres presuntamente cometidas por los paramilitares en Guamal, Pueblo Viejo, Ciénaga y Santa Martha. En los principales centros urbanos del departamento, como Fundación, Ciénaga y Santa Marta, no se registran concentraciones electorales de la magnitud de las registradas en los municipios más pequeños y rurales. En 2003 no hubo competencia por la Gobernación. Varios interesados renunciaron a sus aspiraciones aduciendo falta de garantías. Trino Luna fue candidato único y electo con 237.800 votos, mientras se registraron 55.464 votos en blanco. Dado que la Ley sólo posibilita una nueva convocatoria electoral con candidatos diferentes si el voto en blanco supera el 50% de la votación total, Luna fue ratificado titular del cargo y vencedor en unas elecciones sin contrincantes.

2. Córdoba

Córdoba es reconocida como zona de presencia paramilitar. De hecho, en ese departamento se ubicó la zona de concentración donde se han llevado a cabo las negociaciones y las desmovilizaciones del proceso de paz que se adelanta con los paramilitares. La representante Eleonora Pineda ha manifestado que su reconocimiento político en el departamento de Córdoba se debe a que fue electa en el año 2.000 como concejal de Tierralta, el mismo municipio en el que se registró una masacre en el año 1999. Lo que sorprende es que como concejal, en el año 2000 obtuvo 748 votos, y a los dos años, como candidata a la Cámara, obtuvo 82.082 votos en el departamento, de los cuales 16.233 los obtuvo en el municipio de Tierralta, es decir, incrementó su votación en ese municipio en 2.170% en dos años. Una carrera sorprendentemente meteórica y exitosa. La representante Pineda participó activamente en las discusiones de la Ley de Justicia y Paz, pero al final se declaró impedida para su votación porque uno de sus hermanos era un paramilitar reinsertado. El senador Miguel Alfonso de la Espriella repitió el patrón de concentración electoral de la representante Pineda en los municipios de Valencia, Tierralta, San Antero y Pueblo Nuevo.   
 
3. Sucre

El Senador Álvaro García es el único congresista actualmente investigado por la Corte Suprema de Justicia por supuestos vínculos con los paramilitares y, en particular, por su supuesta vinculación con las masacres de Chengue y Macayepo. Es un político de vieja data en el departamento. Ha sido representante durante tres periodos, y senador durante otros dos periodos. Por la similitud en el comportamiento electoral registrado, pareciera que su fórmula a la Cámara en las elecciones de 2002 fue Jorge Luis Feris Chadid, candidato inscrito por el Partido Liberal, quien se declaró impedido en la votación de la Ley de Justicia y Paz porque uno de sus hermanos, alias 'Cero 8', es un reconocido comandante paramilitar.
La representante Muriel Benito Rebollo ha negado sus vínculos con los paramilitares y se ha limitado a manifestar que apoya el proceso de paz y a reconocer que le solicitó al gobierno nacional que aceptara en la mesa de diálogo a Diego Vecino y otros reconocidos paramilitares de Sucre. La representante Benito argumenta que sus votos son los mismos que obtuvo su hermano como diputado del departamento en las elecciones de 1998. Sin embargo, en dichas elecciones el señor Édgar Benito Rebollo obtuvo 9.258 votos, mientras que la representante Muriel obtuvo 44.365, casi cinco veces la votación de su hermano. De una a otra elección se nota la consolidación electoral en los municipios de Sincelejo, San Pedro, Ovejas y, sobre todo, San Onofre, donde concentró el 57,35% del total de la votación.
En San Onofre se han encontrado fincas-cementerios en donde se han exhumado decenas de cadáveres. Esos asesinatos son aún objeto de investigación. Entre 1999 y 2000 se triplicaron las masacres presuntamente cometidas por los paramilitares en el departamento de Sucre, al pasar de dos a seis, de las cuales dos se registraron en San Onofre, dos en Ovejas, otra en Coloso y otra en Tolú Viejo.
 
4. Cesar

En el Departamento de Cesar se registra un patrón similar al del departamento de Magdalena, es decir, la conformación de distritos electorales con un combo de representante a la Cámara y senador en las elecciones de Congreso en 2002, aunque con concentraciones electorales mucho menores; en promedio del 60% y no del 90% como en Magdalena. También hubo candidato único a la Gobernación en las elecciones locales de 2003.
La concentración electoral en los municipios de El Paso, Copey, Chimichagua, Bosconia, Astrea y Chiriguana la tuvieron Mauricio Pimiento Barrera, senador inscrito por el Movimiento Sí Colombia, y el representante a la Cámara Jorge Enrique Ramírez, inscrito por el Partido Liberal Colombiano. El representante Ramírez fue alcalde de Bosconia entre los años 97 y 98, con una votación de 4.018 votos. En el año 2002, Ramírez obtuvo en Bosconia 6.769 votos, equivalentes al 82,83% del total de la votación. Un logro importante, aunque también sorprende que hubiera alcanzado niveles de aceptación promedio del 70% del total de votación en otros municipios como El Copey, Astrea, el Paso y la Jagua de Ibirico, y en promedio del 50% en Chiriguaná y Chimichagua.
La concentración electoral en los municipios de Tamalameque, González, San Martín, Gamarra, Pilitas y La Gloria la obtuvieron el senador Álvaro Araújo Castro, inscrito por el Movimiento Alternativo de Avanzada Social (ALAS), y el representante a la Cámara Miguel Ángel Duran.
Del año 1999 al año 2000, las masacres presuntamente cometidas por los paramilitares se triplicaron, al pasar de 5 en el 99 a 14 en 2000. 
 
5. Antioquia

Al igual que en el departamento de Magdalena, en Antioquia tiende a haber una concentración electoral en municipios de la ribera del Río Magdalena, eje estratégico del país y de esos departamentos en particular. La fortaleza electoral de la representante Rocío Arias, inscrita en 2002 por el Movimiento Convergencia Popular Cívica, se da en los municipios de Puerto Triunfo, donde concentró el 55% del total de la votación, pasando por Puerto Berrío, El Bagre, Yondó-Casabe, Puerto Nare y Zaragoza, donde obtuvo el 30,85% del total de la votación.
Llama la atención que el senador Carlos Arturo Clavijo Vargas, inscrito también por el Movimiento Convergencia Popular Cívica, obtuvo un patrón de fortaleza electoral similar al de la Representante Arias en Antioquia. De otra parte, obtuvo votaciones muy significativas en Puerto Boyacá, donde obtuvo 6.379 votos, equivalentes al 59,16% del total de la votación. En ese mismo municipio boyacense la concentración electoral para Cámara la obtuvo Jorge Eduardo Londoño, quien no resultó electo al Congreso, pero fue electo en 2003 como Gobernador de Boyacá. En el departamento de Santander, el senador Clavijo obtuvo votaciones muy significativas en los municipios de El Carmen, Cimitarra, Santa Helena de Opón, Puerto Wilches, Puerto Parra, y votaciones menores en El Playón, Sabana de Torres, Rionegro y Barrancabermeja. Un patrón similar de fortaleza electoral lo obtuvo en Santander el representante a la Cámara José Manuel Herrera Cely.
En 1999 se registraron en el departamento de Antioquia 21 masacres presuntamente cometidas por los paramilitares, y en el año 2000 la cifra se elevó a 49. En 2001 bajaron a 19, y en 2002, a seis.
En la zona del Urabá Antioqueño, el representante Manuel Darío Ávila Peralta, inscrito por el Movimiento Cambio Radical, obtuvo votaciones entre el 63% y 70% en los municipios de San Juan de Urabá, Arboletes y Necoclí, y votaciones entre el 30 y 40% en San Pedro de Urabá, Chigorodó, Turbo y Apartadó. Un comportamiento  electoral similar lo obtuvo el senador Rubén Darío Quintero, quien renunció luego para lanzarse a la Gobernación de Antioquia, siendo derrotado en esas elecciones por Aníbal Gaviria. Quintero es miembro del partido Cambio Radical.