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Alex Char, el intocable

Casi que le salimos a deber, cuando es él quien tiene que explicarle al país cuál fue su actuación en el entramado de los Nule, del que fue pieza fundamental.

María Jimena Duzán
2 de junio de 2012

Alex Char, el intocable socio de los Nule, acaba de ser nombrado como nuevo consejero presidencial para las regiones. Y, por lo visto, poco le importó al gobierno de Santos que Char tuviera una serie de cuentas pendientes derivadas de su relación contractual con los Nule. Y vaya si las tiene.
 
La primera y más complicada de todas son las investigaciones que tiene en la Contraloría y en la Fiscalía relacionadas con la adjudicación en febrero de 2008 del sistema de recaudo de TransMilenio de Barranquilla a una empresa de su cuñado Guido Nule -de quien también era socio en la concesión de la doble calzada Bogotá-Girardot desde 2004-, en momentos en que Char era alcalde de Barranquilla. (En realidad, Alex Char era socio no solo de Guido sino de Miguel y de Manuel, quienes aparecen también como socios de la concesión Bogotá-Girardot).

Luego de que esa adjudicación se hizo, se descubrió que el consorcio ganador había presentado documentación falsa, como bien nos lo recordó de manera elocuente un reciente documental sobre los Nule, presentado por RCN. Pero no solo Alex Char le adjudicó como alcalde un contrato millonario de un billón de pesos a su cuñado y a sus socios, sino que, como ocurrió con todas las licitaciones que se ganaron los Nule, esta tampoco llegó a buen puerto y hoy ese sistema sigue en el limbo.

Por cuenta de ese caso, a Char se le abrió una investigación preliminar en la Fiscalía en 2010 y, por lo que sé, anda como todas las que tienen los Nule desde que se acogieron a la Justicia: parada. (Eso también ha sucedido con la que hay por captación ilegal). La de la Contraloría, me dicen mis fuentes, está mas avanzada y es probable que falle pronto. ¿Qué hará el gobierno de Santos si esta sale en contra de Char? ¿Lo ascenderá a ministro?

El otro tema que tiene sin resolver Char es su participación como socio en el desastre de la concesión Bogotá-Girardot, de la que él sigue siendo dueño del 25 por ciento.

Esa concesión fue otorgada en 2004 y todos los entendidos en esta materia aseguran que fue adjudicada en gran parte por que Alex Char prestó sus balances, que eran sin duda mucho más sólidos que los de los Nule. Esa concesión fue la misma que recibió 80.000 millones de anticipo provenientes de los fondos de pensiones, dinero que, según se ha podido establecer, no se invirtió en la obra. ¿Dónde están estos dineros, doctor Char? ¿Primos Nule? ¿Fue acaso ese el dinero utilizado para la compra de Enertolima? Esa es también la misma concesión que recibió un préstamo de la DNE y que acabó siendo pagado por su padre Fuad Char, como de hecho él mismo lo aceptó en el documental de RCN. (Dicho sea de paso, su padre Fuad Char también acaba de pagar lo que debía Alex Char y los Nule en un contrato con la Dian que también incumplieron, cuyo objeto era la remodelación de unos edificios de la Dian en todo el país. Según fuentes consultadas por esta columna, los estragos que ha ocasionado su hijo Alex Char le han costado a su padre cerca de 40 millones de dólares).

Pero aquí no termina esta historia. Hace un año, esta concesión, que no ha terminado la carretera Bogotá-Girardot, decidió demandar a la nación, en uno de los episodios más absurdos en la historia de la contratación vial de este país. Me van a decir que exagero, pero no veo cómo se complementan las prácticas del buen gobierno del presidente Santos al nombrar de consejero presidencial a Alex Char siendo que no solo es un contratista que ha incumplido contratos con el Estado, sino que tiene la osadía de demandar a la nación. Casi que le salimos a deber a Alex Char, cuando es él quien tiene que explicarle al país cuál fue su actuación en todo el entramado de los Nule, en el que fue pieza fundamental.

Lo que es más curioso de todo es que Alex Char nunca se ha referido a estos temas y actúa como si fuera un hombre sin ninguna tacha, representando a las nuevas generaciones de la política costeña y con serias aspiraciones de llegar a convertirse en el primer presidente costeño.

Tengo entendido que fue buen alcalde, pero sus prácticas políticas no son las más prístinas ni las más éticas. Su decisión de ser político y empresario, y no uno cualquiera sino el socio de los Nule, deshacía todas las reglas del buen gobierno. Y si hasta ahora ha salido indemne, eso no significa que sea para siempre un intocable. Es cierto que para hacer política en este país no se necesita ser un dechado de la decencia, pero en el caso de Alex Char lo absurdo se convierte en indignante.

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