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Julio Londoño Paredes Columna Semana

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Anexiones a estados vecinos

En ocasiones, provincias colombianas agobiadas por la inseguridad y el olvido han pedido anexarse a estados vecinos.

Julio Londoño Paredes
22 de diciembre de 2023

En ocasiones, provincias de Colombia, desesperadas por el olvido y la inseguridad rampante, han tratado de segregarse del país. Sin contar a Panamá que, a pesar de la aviesa acción de los Estados Unidos, no quiso seguir recibiendo el mismo tratamiento que el Chocó en 1903.

Hasta la consolidación de la independencia, Arauca y Casanare eran una sola entidad territorial. Pero abandonada de las autoridades de Bogotá, había estado bajo la influencia venezolana.

Un rudo llanero olvidado en la historia de Colombia, el general Juan Nepomuceno Moreno, tuvo una influencia fundamental en la región, e incluso se aproximó en algún momento a Bogotá con sus tropas para hacerse a la Presidencia.

Cuando la disolución de la Gran Colombia era un hecho, se reunió en Venezuela en 1830 el Congreso de Valencia, para formalizar la separación de la república fundada por el libertador. Siendo Casanare-Arauca algo remoto y lejano para Bogotá, los vecinos de Pore, en ese entonces la capital de la provincia, considerando que el gobierno central los trataba como una colonia, resolvieron que Moreno siguiera como gobernador, y con su auspicio, se pronunciaron a favor de la unión con Venezuela y enviaron un delegado al congreso, para presentar la solicitud.

Fue también una reacción porque el general venezolano Rafael Urdaneta, mandatario de Colombia y amigo de Bolívar, había otorgado en arrendamiento a sus amigotes extensas haciendas ganaderas, en las que los arrendatarios actuaban como sultanes.

La solicitud decía, entre otras cosas: “La provincia de Casanare quiere preservarse desde ahora, para siempre, de ser el patrimonio o propiedad de ninguna persona o familia”.

La anexión fue rechazada después de agitadas deliberaciones, aduciendo que “Casanare nunca ha pertenecido a Venezuela y, si ocupásemos aquella provincia con nuestras fuerzas por vía de protección, haríamos un acto hostil…”.

Las cosas no pararon ahí, a finales del mes de diciembre de 1916, durante el gobierno de José Vicente Concha, se presentó otro hecho parecido. Un personaje llamado Humberto Gómez, con un grupo armado se tomó la población de Arauca, asesinó al comisario del Gobierno colombiano y aduciendo también el abandono, se autoproclamó como jefe civil y militar de la “República de Arauca”. De pronto el ELN, que gentilmente ha señalado que seguirá secuestrando hasta el 31 de enero, ya que necesitan su Navidad y Año Nuevo, seguirá el ejemplo.

Concha envió un grupo para sofocar el levantamiento. No quiso repetir la indolencia del Gobierno que, seis años atrás, había generado con el Perú el desastre de La Pedrera en el río Caquetá.

Las solicitudes de anexión no se limitaron a Venezuela. El general venezolano Juan José Flores fue designado por Bolívar como gobernador del departamento del Ecuador. Un congreso constituyente, reunido en Riobamba el 14 de agosto de 1830, se proclamó como Estado independiente.

Por un decreto, Flores incorporó las provincias del Cauca, Buenaventura, Pasto, Chocó y Popayán al Ecuador, atendiendo las solicitudes que le habían formulado sus habitantes, agobiados por el caos político y la violencia por la que atravesaban.

Flores invadió a la Nueva Granada y se aproximó a Pasto para de allí proseguir operaciones, pero fue rechazado el 4 de diciembre de 1832. Se firmó finalmente un tratado estableciendo que los límites entre la Nueva Granada y el Ecuador eran los que separaban al Ecuador del antiguo departamento del Cauca.

Hace poco tiempo, antes de que Ecuador cayera agobiado por el narcotráfico, algunos tumaqueños, ante el caos en que vivían, hablaban de la posible anexión al Ecuador.

¿Cuándo alguna provincia fronteriza pedirá la anexión a Colombia?

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