Opinión
Balances gubernamentales 1990-2023
El balance del gobierno actual es malo, la tasa de homicidio no continúa la tendencia de largo plazo, sino que sube un poco; la devaluación del peso pronunciada y el desempeño económico que bordea la recesión.
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Con ocasión de los dos años del actual gobierno, se realizan los balances de su gestión, que pasan por la desaceleración de la economía, el debilitamiento sistemático de la Fuerza Pública, el incremento de la criminalidad y la pérdida de control territorial por causa de la improvisada paz total, el antagónico giro de las relaciones internacionales, la ingenua política de transición energética, los escándalos de corrupción de allegados al presidente, las confesiones de funcionarios de la administración de haber sobornado a congresistas, la violación de los topes de financiación de la campaña presidencial sustentada en pruebas pertinentes y confiables, el discurso incoherente entre acuerdo nacional conciliatorio y de confrontación de clases sociales provocador y pendenciero.
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A sabiendas de que las cifras tienen múltiples interpretaciones y oscilan a causa de muy diversas situaciones, me apartaré de las apreciaciones subjetivas políticas y presentaré los siete presidentes durante la vigencia de la Constitución de 1991, a través de tres cifras anualizadas, tomadas de distintas fuentes, que muestran aspectos relativos al derecho a la vida, el contexto internacional y la economía: tasa homicidios por cien mil habitantes, tasa de cambio del dólar y crecimiento del PIB, que indicarán cómo iniciaron y entregaron su gestión.
La tasa de homicidios ha bajado históricamente de 85,4 en 1991, en el gobierno Gaviria, a 24 en 2017, a finales del segundo gobierno de Santos. Bajo el Gobierno Petro, en 2023 se ubicó en 25,7, ligeramente arriba del punto más bajo. Se trata de una baja sustancial, aunque los países de la Ocde estiman aceptable una tasa inferior a 6, de la cual estamos aún muy lejos.
La tasa de cambio ha subido de $ 568 por 1 dólar en 1990, principio del gobierno de Gaviria, a $ 4.810 en 2022, principio del Gobierno Petro, aunque ha bajado un tanto respecto del punto más alto. El gobierno de Uribe la mantuvo estable durante los ocho años, inició en $ 2.864 y la última fue de $ 2.004. El primer gobierno de Santos, al inicio la bajó a $ 1.913 y la mantuvo hasta $ 1.926; sin embargo, en el segundo gobierno término a $ 2.984. Lamentablemente, el peso se devalúa desproporcionadamente.
De acuerdo con los datos disponibles del Banco de la República, el PIB en 2005 era de 145.578 millones de dólares, PIB per cápita 3.493 dólares, finales del primer gobierno Uribe, y para 2023 se proyectó en 363.570 millones de dólares, PIB per cápita 6.683 dólares, alrededor del doble en 19 años. El crecimiento más alto se dio en 2021 con 10,6 %, al final del gobierno de Duque, que estuvo precedido el año anterior de la bajada más grande del 7 % causada por el covid-19. El gobierno de Uribe tuvo los años 2006 y 2007 con crecimientos del 6,7 %. No obstante, no son crecimientos significativos para colocarse en la senda del desarrollo económico sostenido.
El balance del gobierno actual es malo, una tasa de homicidio no continúa la tendencia bajista de largo plazo, sino que sube un poco; la devaluación del peso pronunciada, el desempeño económico que bordea la recesión. Y si se comprueban los escándalos y la violación de topes de financiación, sería desastroso y merecería la destitución.
Cita de la semana: “Así hereda la América española los dos factores de su historia: el factor de anarquismo que la arrastra de revolución en revolución y hace de todo hispanoamericano un individuo en permanente lucha contra el Estado, […] su casi imposibilidad de actuar en el campo económico sin la ayuda del Estado, su facilidad para tolerar las dictaduras”. Nicolás Gómez Dávila, Notas (primera edición 1954).