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“Tengo la espada al lado y el caballo listo”

Lula da Silva, en medio del populismo y de la corrupción, generó una grave crisis de la que el Brasil no se ha recuperado. Sin embargo, son pocos los que quieren retornar al régimen militar que gobernó al país.

Juliana Londoño
7 de abril de 2018

Mientras que el Tribunal Supremo Federal del Brasil decidía sobre el recurso de habeas corpus presentado por el expresidente Lula por cargos de corrupción, el comandante del Ejército en un mensaje de twitter señaló: “Aseguro que el Ejército brasileño juzga compartir el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la constitución, a la paz social y a la democracia”.  Entre varios pronunciamientos, el general de la reserva, Paulo Chagas, se apresuró a enviar un mensaje diciendo “Tengo la espada al lado, la silla montada, el caballo listo y aguardo sus órdenes”. Días antes se habían hecho manifestaciones similares por militares en servicio activo y en retiro.

Influido o no por esos pronunciamientos, el tribunal decidió por seis votos contra cinco rechazar la solicitud del expresidente.  

De inmediato se extendió en el Brasil, aún entre opositores de Lula, el temor de una nueva intromisión del Ejército en la agitada política doméstica, luego de que en 1985 terminó el régimen de los generales que controló al país desde 1964.   

Alguna vez pregunté a un alto funcionario brasilero, porqué el país había convivido tanto tiempo con el régimen militar sin inmutarse, me respondió “es que somos el país de las tres efes: Futbol, Fiesta y Feijoo”. Mientras la selección brasilera de futbol triunfe, los carnavales sean fastuosos y haya abundancia de “feijoo” –frijoles-, la base de alimentación del pueblo, no hay problema. Una versión del lema que inspiró al dictador Antonio Oliveira Salazar, que gobernó a Portugal, la madre patria del Brasil, entre 1932 y 1968: “Futbol, Fátima y Fado”.

La situación ahora no parece ser la misma de entonces, ya que a pesar de los actos de corrupción de los que ha sido acusado, Lula encabeza las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre en medio de una fuerte polarización. Aunque los pronunciamientos de los generales tuvieron algún respaldo, los brasileros no parecen dispuestos a volver a la época de los gobiernos militares.  

Además, en este momento la selección brasilera de futbol, después de clasificar exitosamente en el grupo sudamericano para el campeonato mundial, es una de las favoritas para ganarlo y como alguien dijo, “ahora no estamos para golpes”. El único riesgo es que el equipo sufra un descalabro. Ya lo tuvo Italia en las eliminatorias y Argentina en un amistoso…

(*) Profesor de la facultad de relaciones internacionales de la universidad del Rosario. 

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