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Columna de opinión Marc Eichmann

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Cómo vamos en lo macro

Uno de los aspectos más críticos dentro del comportamiento de la economía colombiana ha sido la volatilidad creada por la falta de un hilo conductor con respecto a las comunicaciones del Gobierno.

11 de octubre de 2022

Los activos colombianos se han estado transando a menores precios en los últimos días, debido a la percepción de un mayor riesgo político. Tras los recientes comentarios de funcionarios del Gobierno que sugieren una modificación del marco fiscal para fondear las compras de tierras al gremio ganadero, el tuit del presidente Petro abogando por los controles de capital agregó una volatilidad significativa a los mercados.

En general, los inversionistas han sido cautos con sus inversiones en activos colombianos este año. Desde entonces, si bien hay riesgos en torno a la economía colombiana, también ha habido algunos desarrollos positivos a corto plazo como, por ejemplo, una cita en el Ministerio de Hacienda, con expectativas optimistas en torno a la reforma tributaria y el hecho de que el Banco de la República se haya puesto al día a través de mayores alzas que otros Bancos Centrales. Dicho esto, están apareciendo grietas en la narrativa de que Petro seguiría una política más pragmática.

Los comentarios de Petro, aunque lejos de ser propuestas de política concretas, se suman a los desafíos macroeconómicos de Colombia en medio del endurecimiento de las condiciones financieras mundiales: altos déficits fiscales y de cuenta corriente, expectativas de inflación en rápido aumento y evidencias de una economía sobrecalentada. Como consecuencia, los bonos colombianos aumentaron su rendimiento 50 puntos básicos en solo dos días, mientras que el peso se devaluó 2.5% frente al dólar. Estos factores tienen un impacto directo sobre la población por medio del costo de vida, aumentando el impacto de los intereses y los costos de los insumos importados.

En su rol de senador, Petro fue crítico de la política ortodoxa del Banco de la República y los aumentos de las tasas de interés. Como presidente electo se había mostrado más moderado, reconociendo la independencia del Banco de la República. Inicialmente su falta de comentarios después del aumento de 100 puntos básicos en la reunión de septiembre se interpretó como una señal de que permitiría que el banco central actuara de acuerdo con su criterio propio. Petro declaró por Twitter, que parece ser su manera privilegiada de comunicarse, que las alzas del banco son ineficaces para detener la inflación y sugirió un impuesto sobre las salidas de capital, a pesar de que unas horas más tarde reconoció la independencia del Banco de la República, argumentando que solo estaba fomentando el debate público.

Días después, el Ministerio de Hacienda elogió la reforma tributaria de Colombia como el camino hacia cuentas fiscales sostenibles y una menor dependencia de la deuda, al tiempo que señaló que las medidas de control de capital “no serían necesarias ni efectivas” y que las autoridades de Colombia valoran las entradas extranjeras en el mercado de TES. Finalmente, el ministro Ocampo rechazó enfáticamente los controles y los impuestos a las salidas de capitales.

Dentro de este entorno preocupa que la narrativa del Gobierno tomó caminos aleatorios, agregando incertidumbre para que los inversionistas se comprometan con activos colombianos. De acuerdo con las cuentas del Banco de la República, estos factores han hecho que durante el último año hayan salido del país 28 mil millones de dólares, equivalentes a 130 billones de pesos, alrededor del 10% del Producto Interno Bruto de Colombia. Esta tendencia podría acentuarse en la medida en que las nuevas reformas de salud, de pensiones, agraria, entre muchas otras, tomen vuelo en el legislativo.

Uno de los aspectos más críticos dentro del comportamiento de la economía colombiana ha sido la volatilidad creada por la falta de un hilo conductor con respecto a las comunicaciones del gobierno. Importante sería para el país que el gobierno tenga una agenda clara y coordinada con respecto a sus comunicaciones, para evitar que la situación macroeconómica del país de deteriore.

Apartes tomados de Bloomberg/ JPMORGAN

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