Carlos Jaramillo Rios 
Secretario de Desarrollo Económico y Competitividad de Santa Marta

Opinión

Connect 2040: la estrategia que conecta a Santa Marta con el mundo

Conectar a Santa Marta con el mundo significa entender que nuestros sectores tradicionales y emergentes son parte de una misma apuesta.

Carlos José Jaramillo Ríos
30 de septiembre de 2025

Este es un año histórico para Santa Marta. Cumplir 500 años no es solo motivo de celebración, es también un llamado a la acción y a la responsabilidad. No podemos hablar de medio milenio de historia sin proyectar con claridad los próximos 15 años, que serán definitivos para ponernos al día después de décadas de rezago.

La ciudad más antigua de Colombia tiene la oportunidad de nivelar la cancha y convertirse en un verdadero motor competitivo del Caribe. Esa es la razón de ser de Connect 2040, el plan de internacionalización que nació hace un año y que ya empieza a mostrar resultados concretos.

Cuando lanzamos esta hoja de ruta nos propusimos metas ambiciosas: duplicar exportaciones, atraer inversión extranjera, ampliar la cooperación internacional y generar más empleo formal. La clave estuvo en la articulación, porque solo sumando esfuerzos entre el sector público, el privado, la academia y las comunidades podíamos avanzar.

Hemos logrado integrar la labor de la Alcaldía Distrital de Santa Marta, la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena, la Comisión Regional de Competitividad e Innovación y Pro Santa Marta Vital, en alianza con la Sociedad Portuaria de Santa Marta, SMITCO, el Instituto de Turismo de Santa Marta, la Universidad del Magdalena y otros aliados estratégicos. La unión de voluntades, conocimiento y recursos de estos actores es lo que convierte esta estrategia en una apuesta sólida y de largo aliento. Y los primeros frutos ya se ven.

Veinte empresas están desarrollando estudios de acceso a mercados internacionales, fortaleciendo su potencial exportador con acompañamiento especializado; cincuenta y siete han fortalecido sus procesos de internacionalización, más de 168 millones de dólares en inversión nacional y extranjera se han movilizado, y cerca de veinte mil personas han sido beneficiadas por programas de cooperación internacional. Estos resultados nos dicen que vamos en la dirección correcta.

Detrás de estas cifras hay historias de transformación. Con el programa Crecer Global de la Cámara de Comercio, hemos fortalecido potencial exportador de empresas locales a través de consultores expertos. Con Santa Marta Exporta pusimos en marcha una ruta interinstitucional que une talento, conocimiento y recursos para consolidar un ecosistema competitivo y sólido. Incluso, con el lanzamiento de las becas 500 años, junto con la Fundación Carolina y la Universidad del Magdalena, llevarán a jóvenes samarios a formarse en España, porque la internacionalización también es de talento humano.

La tarea de conectarnos con el mundo también ha requerido gestión y articulación con organismos de cooperación internacional como la CAF, y con embajadas y empresas de países como China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Rumania, entre otros. Este relacionamiento nos ha permitido abrir nuevas puertas para nuestras empresas, explorar mercados que antes parecían lejanos y mostrar que Santa Marta tiene un lugar legítimo en la agenda global. Muestra de ello es que nuestra ciudad será sede de la Celac–UE, un hito que confirma la confianza internacional que viene creciendo para el territorio.

Ahora bien, hablar de competitividad global exige hablar también de conectividad. Para que Santa Marta sea realmente un destino internacional de inversión, turismo y servicios, debemos mejorar las condiciones del aeropuerto internacional. Este es un objetivo común que involucra al Gobierno y entidades de orden nacional, concesión del aeropuerto, aerolíneas, Aerocivil, hoteles y sector privado, con el apoyo de la Alcaldía Distrital y el acompañamiento de ProColombia.

En ese orden, avanzamos con la creación de la Mesa de Conectividad, la cual es un paso decisivo para garantizar que la ciudad esté mejor conectada con el mundo y pueda consolidarse como destino turístico global. En este proceso, el papel del alcalde Carlos Pinedo Cuello ha sido fundamental para alinear esfuerzos y darle a la ciudad una visión de largo plazo.

Conectar a Santa Marta con el mundo significa entender que nuestros sectores tradicionales y emergentes son parte de una misma apuesta. La agroindustria que nos ha sostenido por generaciones debe dar un salto hacia el valor agregado y la trazabilidad internacional. El turismo sostenible, que nos ha posicionado como destino, debe transformarse en un verdadero nodo económico que atraiga inversión y genere empleos de calidad.

Por su parte, la logística portuaria y multimodal debe ser nuestro trampolín para el comercio exterior. Y las industrias 4.0 y los servicios digitales globales son la puerta para que nuestros jóvenes encuentren en su ciudad oportunidades que antes solo existían afuera.

Esa es la razón por la que hablamos de Santa Marta 4.0, porque no se trata solo de vender productos, sino de crear empresas y atraer inversiones en servicios de exportación que nos conecten con la economía digital global. Y para lograrlo, necesitamos un marco competitivo que dé confianza a los inversionistas.

Hoy trabajamos en una política tributaria moderna, con incentivos estratégicos para sectores como el gas off-shore, la agroindustria y la exportación de servicios, que nos permitirá atraer capital fresco, formalizar empresas y generar más empleos. Esta es una decisión clave para el futuro y una señal de que Santa Marta está dispuesta a jugar en las grandes ligas.

Los desafíos son grandes: necesitamos más empresas locales con vocación exportadora, fortalecer la cooperación internacional, ampliar nuestra infraestructura logística y diversificar la economía. Pero lo cierto es que ya no estamos en el mismo punto, y estamos dejando atrás esos años de letargo. Con visión, estrategia y articulación hemos comenzado a recorrer la ruta que nos llevará a ser una ciudad competitiva, conectada e inclusiva.

Un año de Connect 2040 nos demuestra que el camino está trazado. Santa Marta tiene la gran oportunidad para transformar el rezago en liderazgo para pasar de las historias que nos contaban a los hechos que demostramos, para dejar atrás la resignación y abrazar la ambición de ser globales. Este año de los 500 años no es solo conmemoración: es el inicio de una nueva etapa en la que nos preparamos para el futuro con la certeza de que tenemos todo para lograrlo.

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