Julio Londoño Paredes

OPINIÓN

Del 1° de enero de 1952 al 1° de enero de 2021

Ahora que por televisión salen tantas series, se llega a la conclusión que tal vez sería más sano instaurar en nuestro país la monarquía, en la que las familias reales tienen parámetros muy severos en sus privilegios y el país entero está fiscalizando cada paso que dan.

Juliana Londoño
1 de enero de 2021

Hace 69 años, en la madrugada del 1° de enero de 1953, en la base de Palanquero, la más emblemática de la Fuerza Aérea Colombiana ubicada en Puerto Salgar a orillas del río Magdalena, se presentó un hecho que pocos recuerdan.

Cuando todos los oficiales, suboficiales y soldados estaban en los festejos con ocasión de la celebración del año nuevo, un grupo de guerrilleros liberales intentó tomarse la base, que estaba al mando de un capitán, para volar el polvorín y destruir los aviones que se encontraban estacionados en la base, que constituían el corazón de nuestra aviación militar. Era una acción tipo “Rambo” similar a la de las películas de acción.

Sin embargo, para sorpresa de los atacantes, el ataque fue repelido exitosamente por la acción heroica de los centinelas que vigilaban las instalaciones y por la de oficiales, suboficiales y soldados de la unidad. Treinta y tres guerrilleros, así como un suboficial, un marinero y cinco soldados resultaron muertos. Dos oficiales, al estilo de “Pearl Harbor” lograron incluso despegar sus aviones AT-6.

El frustrado ataque, tuvo sin embargo honda connotación en el país, que se debatía entre la violencia política de origen gubernamental y las llamadas “Guerrillas del Llano”, que se habían levantado contra el gobierno conservador, no solamente en el Llano, sino en diversas partes del país.

En círculos bogotanos se comentaba que los grupos comandados por Dumar Aljure, Guadalupe Salcedo y Eduardo Franco entre otros, surgirían de un momento a otro entre los cerros de Monserrate y Guadalupe, para llegar al palacio presidencial.

La situación en el país era muy grave. Desde los púlpitos se instigaba a la violencia y en ciertas poblaciones, cuando algunos liberales departían en un café, matones entraban y les cortaban las corbatas porque eran rojas. Ahora siendo liberales, conservadores o comunistas no les cortan la corbata, sino que les cortan la cabeza.

Surgió un movimiento nacional espontáneo en contra de todo ello. Culminó en el golpe de estado del 13 de junio de 1953. El general Rojas Pinilla, fue en su momento la redención nacional y las Fuerzas Armadas los héroes. En el desfile militar del 20 de Julio del mismo año, por la carrera 10ª, al General no lo dejaron llegar a la tribuna presidencial en su automóvil, sino que fue alzado en hombros por una inmensa y delirante multitud que frenéticamente lo aplaudía.

Como siempre sucede en estos casos, corifeos que se creyeron los alter egos del jefe del estado, comenzaron a ejercer el poder ante tanta avalancha. Nada se podía lograr sin su intermediación o sin la ayuda de la familia presidencial.

La costumbre se trasladó a las familias no solo presidenciales, sino a las de congresistas, gobernadores y alcaldes. Habrá que revisar cuál no tiene o no ha tenido a sus hijos o parientes en posiciones públicas, por gestión directa o indirecta de sus patrocinadores. Aunque generalmente lo “insinúa” el titular, siempre hay algún lagarto o un medio que lo sugiera, como “para curarse en salud” hacia el futuro.

Ahora que por televisión salen tantas series, se llega a la conclusión que tal vez sería más sano instaurar en nuestro país la monarquía, en la que las familias reales tienen parámetros muy severos en sus privilegios y el país entero está fiscalizando cada paso que dan.

El único problema sería escoger la primera familia real…

(*) Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario.

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