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Manipulación presidencial

Pareciera que ahora ya en el poder no quieren soltar la pita y siguen empecinados en manipular e intentar hacerle creer a la gente cosas que no son.

Luis Carlos Vélez
23 de septiembre de 2023

El 20 de enero de 2017 marcó el día en que para muchos Donald Trump hizo evidente su ruptura con la realidad y emprendió un duro enfrentamiento con los medios de comunicación, que, desde entonces, no pararon en hacer evidente cada vez que, como presidente, sus afirmaciones se alejaban de los hechos y la verdad.

El hecho puntual fue algo menor, pero de gran significado. Se trató del evento de la asunción presidencial. Según el mandatario, este fue el más asistido en la historia de Estados Unidos. Rápidamente la prensa y las redes sociales entraron a corroborar la afirmación y se dieron cuenta de que la aseveración del mandatario era exagerada. Sin embargo, la Casa Blanca, en lugar de aceptar la imprecisión, hizo una doble apuesta en las declaraciones del jefe de Estado e intentó justificarlas, lo que terminó incluso en el cambio de dos jefes de prensa que no habrían podido mantener el mensaje desvariante del recién electo presidente de Estados Unidos.

Había prometido no escribir esta columna sobre Gustavo Petro y su administración. Siento que se está haciendo paisaje hablar de sus errores, falta de gobierno, malos ministros, incumplimientos, acciones activistas, implosión administrativa, escándalos de sus personas más cercanas, corrupción y mentiras, pero luego apareció esta bomba. El jefe de Estado, como Trump, no para de ser insumo de malas noticias. Terrible.

El portal La Silla Vacía fue el primero en darse cuenta del detalle, tan minúsculo como grave. En un artículo demostró cómo la oficina de prensa de Gustavo Petro manipuló el video de su intervención en la ONU, para dar la impresión que en lugar de haber sido totalmente intrascendente había sido recibido con una gran ovación por parte de los asistentes. El documento publicado por La Silla llega a la conclusión, mostrando videos y momentos de tiempo, que la oficina de comunicaciones de Petro reemplazó los lánguidos y escasos aplausos de su comitiva al final de sus palabras por los fuertes aplausos que sí recibió el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Tramposos.

¿Cuál puede ser la razón para que el equipo de comunicaciones tome la determinación de manipular el video del presidente?, ¿a quién quieren engañar?, ¿por qué quieren mentir? En La FM de RCN, Darcy Quinn reveló que el equipo del presidente dijo que se trató de un error del editor. Difícil de creer. Pero si fuera cierto, ¿a quién quería complacer el empleado?, ¿supone que al presidente le gustaría verse aplaudido en lugar de ignorado?, ¿querían seducirlo a través del ego? Preocupante.

Pero todo hubiera quedado como una anécdota más en este Gobierno bobo por tanto escándalo que revienta todos los días, si no hubiera sido porque el incidente llamó la atención, nada más ni nada menos, que del portal de noticias más importante del mundo. Sobre el hecho Bloomberg tituló: “Presidencia de Colombia acusada de robar aplauso de Biden en video sobre discurso de Naciones Unidas”. Vergonzoso. Vaya manera de capturar la atención internacional.

Bloomberg dijo que la jefe de prensa de Gustavo Petro, María Paula Fonseca, no respondió a una solicitud escrita de comentario al respecto.

Este episodio genera gran preocupación sobre la manera en que el nuevo equipo de comunicaciones de Gustavo Petro quisiera manejar la narrativa estatal. Demostraría que no están dispuestos a dejar cabo suelto en sus intenciones de mostrar al presidente como un estadista creíble, confiable e influyente, algo completamente diferente a como evoluciona su percepción y la de su Gobierno frente a los colombianos.

El presidente y su equipo lograron llegar a la Presidencia con un manejo cuestionable de las comunicaciones y la narrativa. Son conocidas las estrategias del señor Guanumen, otrora cerebro de la desinformación y ataques virulentos en contra de sus adversarios y ahora ilustre representante diplomático colombiano en Chile. Pareciera que ahora ya en el poder no quieren soltar la pita y siguen empecinados en manipular e intentar hacerle creer a la gente cosas que no son. Para su infortunio, los medios nacionales e internacionales, como en su momento con Trump, no están dispuestos a dejarlos salirse con la suya. Las cosas como son.

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