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Manual (de excusas) contra la coca

Este año, por una cortesía de la Casa Blanca con el presidente Duque, se conoció con retraso el informe de seguimiento a los cultivos ilícitos que elabora el CNC (Centro de Drogas y el Crimen de la CIA), la demora sirvió para que no coincidiera el mazazo de ostentar el récord.

Daniel Mauricio Rico, Daniel Mauricio Rico
9 de marzo de 2020

Este año, por una cortesía de la Casa Blanca con el presidente Duque, se conoció con retraso el informe de seguimiento a los cultivos ilícitos que elabora el CNC (Centro de Drogas y el Crimen de la CIA), la demora sirvió para que no coincidiera el mazazo de ostentar el récord histórico en producción de cocaína, con la visita del primer mandatario a Washington. Frente a los micrófonos internacionales Trump y Duque hablaron de proyectos y compromisos bilaterales para reducir los cultivos ilícitos a la mitad en 2023 (movieron la meta un año). Y se ahorraron dar explicaciones sobre las cifras y el retroceso en la lucha antinarcóticos en 2019. 

Las causas del fracaso del último año son las mismas que las del año anterior, e idénticas a las del anterior a ese, y son iguales a las del inmediatamente anterior, y así sucesivamente hasta 2014. Lo que sí varía con cada fracaso es el manual de excusas, que incluye estadísticas retorcidas, cortinas de humo y promesas presidenciales. Aquí va una lista incompleta del manual de respuestas oficiales frente al crecimiento anual de la coca: 

Informe de 2015: La coca aumentó un 44% en ese año, la aspersión y la erradicación manual estuvieran en los mínimos históricos (55.000 y 12.000 respectivamente). Reacción: El presidente Santos respondió rápido a los críticos del proceso de paz, anunciando una “Estrategia Integral de Sustitución de Coca” y nombró a la dupla de Rafael Pardo y Eduardo Díaz para liderar esa estrategia, este sería además su peor error para la implementación de la paz. 

Informe de 2016: La coca volvió a aumentar (39%), se sienten los impactos de la suspensión de la aspersión aérea. Reacción: La Casa de Nariño anuncia el fin del programa de consolidación territorial y su reemplazo por un nuevo programa (que buscaba hacer exactamente lo mismo que el anterior). De ñapa anunció el plan piloto de Briceño entre las Farc y el Gobierno Nacional para sustituir la coca, un proyecto sin sentido para un municipio minero que tenía muy poca coca.

Informe de 2017: Se reportó que seguía subiendo la coca (50%), retroceso de 15 años en las cifras. Reacción: El presidente Santos anunció una “nueva” estrategia con “acciones concretas y localizadas”, el recién llegado ministro Villegas, promete una meta “sin precedentes” de 100.000 hectáreas erradicadas o la renuncia a su cargo, hoy sabemos que Villegas no logró la meta, le bastó con adulterar las estadísticas.

Informe de 2018: Continuó el aumento cocalero, el informe de CNC señaló que se superaron las 200.000 hectáreas de coca. Reacciones: En medio de las elecciones presidenciales, el Gobierno Santos logra que los reportes de SIMCI y CNC se aplacen, para que responda el Gobierno entrante y no el saliente. El presidente Iván Duque con solo tres semanas en el cargo, anuncia la reactivación de la aspersión aérea para el siguiente año (no ha ocurrido), el fortalecimiento de los programas de sustitución (como lo hacía Santos) y en un momento de euforia como si siguiera en campaña electoral, se compromete con una reducción del 70% de la coca durante su mandato.   

Informe de 2019: Se estabilizó el boom cocalero con una reducción de menos del 1% de las hectáreas y un aumento sin precedentes en la producción de cocaína. Reacciones: Contrario a lo que señalaron las cifras, los miembros del gabinete presidencial celebraron la (minúscula) reducción de las hectáreas de coca, “hemos logrado quebrar la tendencia de la siembra de coca en tan solo unos meses”. Vuelven a anunciar la reactivación de la aspersión aérea, refuerzan el compromiso con los programas de sustitución, y solo cambian la meta que ahora es de 50% menos coca para 2022. 

Informe de 2020: Las hectáreas de coca (212.000) y la producción de cocaína (951 toneladas métricas) crecieron de nuevo y aumentaron los máximos históricos. Reacciones: Silencio presidencial, solo se pronuncia el ministro de Defensa, quien afirma que las cifras de crecimiento no reflejan el esfuerzo en erradicación del año anterior, porque solo cubren hasta marzo pasado. FALSO, el CNC hace un barrido de imágenes satelitales durante todo el año. El ministro anuncia que el verdadero impacto de la estrategia antinarcóticos se verá en el informe de SIMCI. 

En junio cuando se conozca el censo cocalero del SIMCI tendremos un nuevo capítulo del manual de excusas frente al crecimiento de los cultivos de coca. Este Gobierno ya dio pistas, está que cantado que intentarán volver a manipular el censo de coca de SIMCI con los reportes falsos e inflados de la erradicación manual forzosa. La coca se reducirá en el papel oficial pero continuará creciendo en los campos.