Millonarios: barajar y dar de nuevo

El proceso de saneamiento que vive la institución azul es motivo del aplauso. Históricamente el fútbol colombiano vivió de malos antecedentes, aunque por una buena se tendrá que comenzar. Si no el fútbol en esta tierra nunca será viable. Millonarios desde hace años venía grogui, los dueños- dirigentes refundieron los valores primordiales para tener éxito y también hasta los que hacen buenas personas, esos que llevaron al equipò, allá en los años 50, a ser considerado uno de los mejores del globo, por eso el peso de su marca; archivaron la ética y el interés común, prefiriendo la gambeta individual.

Y esa figura con visos de karma, tiene nombre y apellido: Luis Augusto García, todavía accionista del club, quien en las últimas horas amenazó con demandar el salvamento porque no se le ha consignado sus dineros con puntualidad, con rectitud. García aduce falta de palabra en el pago, justamente de lo que él tanto sabe.

Por cierto, bendiciones para José Roberto Arango, el capitán de esta empresa, un tipo honesto, conciliador. Se nota que sabe el potencial de un monstruo dormido. Si Dios y García lo permiten Millos dentro de poco tiempo será una sociedad anónima, cumplirá la ley del deporte y tendrá los 3000 socios exigidos. Eso sí, deberá solidificar los cimientos de su casa, armar una estructura financiera que permita pagar los sueldos a tiempo, como cualquier empresa legal, con una sede respetable donde los jugadores se sientan arropados con un techo hogareño, por qué no, cerca a los trofeos que hayan sobrevivido al óxido que genera el descuido, la ambición monetaria. Así se siembra el sentido de pertenencia.

Sin embargo la transformación no es sólo de los escritorios para adentro. También se dará en el campo, con el ingreso de alrededor de 12 o 13 nuevos jugadores. El DT venezolano Richard Páez es un hombre que, a pesar de los avatares y de no clasificar a la única final que ha disputado desde que está en el banquillo- signo de tolerancia y confianza en el proyecto por parte de las autoridades- continúa en el cargo aferrado a su orgullo y convicción.

El arquero Nelson Ramos, Lewis Ochoa, Juan Guillermo Domínguez, Juan Esteban Ortiz, Mayer Candelo, que viene de Universidad César Vallejo de Perú, José Luis Tancredo, Carlos Preciado, Álvaro Barros, goleador de la categoría B, Edison Toloza y el flamante delantero Wilson Carpintero, en su segunda etapa en Millos, son hasta ahora los refuerzos de Millos modelo 2011. Seguramente todos llegan con la ilusión de aportarle positivamente al cambio. El tren casi nunca pero hay veces que pasa de nuevo, hasta Candelo que pasó por el albiazul en 2003, querrá revancha. El gesto de Mayer de tirar la camiseta al piso, difícil de olvidar para los hinchas. No obstante por el bien de Millos, llega con renovado crédito, pero eso lo definirá, ciertamente, con los guayos puestos.

El desafío no será fácil ni para Páez ni para los jugadores, por más empeño que tenga en la cotidianeidad del entrenamiento, por más buena onda que haya en la sobremesa. Aunque todo eso, vaya si ayuda. La verdad de la milanesa como dirían en Argentina, si juega Mayer, es que tenga la capacidad de surtir a Carpintero, que Carpintero la meta, que Nelson Ramos, si es que tapa, cierre con cremallera el arco, etcétera. Formar un equipo que llaman. La verdadera deuda pendiente.

Ahora y con la casa en orden, ¿comenzará otra historia?