Salud Hernández

Opinión

Petro insulta a 8 millones de venezolanos

Nada conseguimos si Venezuela recobra la democracia y nosotros nos volvemos la nación paria que abraza el socialismo. 

Salud Hernández-Mora
27 de septiembre de 2025

Debería pedir perdón a los 8 millones de venezolanos que tuvieron que exiliarse por culpa de una tiranía que impuso el socialismo que Petro quisiera para Colombia. Clamar en la ONU que emigraron a Estados Unidos y Europa en busca de agua por causa del cambio climático es una mentira hiriente, vulgar, despreciable. Igual de repudiable que justificar la quiebra económica de una nación rica por las sanciones impuestas a la mafia de Miraflores.

Si ocurriera la anhelada, pero muy improbable, invasión de los marines para apresar a los capos que saquearon Venezuela, Gustavo Petro y sus lacayos serían los únicos que llorarían la caída de los tiranos.

Con más del 90 por ciento de rechazo, Nicolás Maduro ha sido el sujeto más repudiado en todos los sondeos de opinión colombianos. No tenga el presidente asomo de duda de que la mayoría del país celebrará su demolición y la de sus lugartenientes, y poco importará la manera de lograrlo.

Lo seguro es que guerra abierta no habrá. No cuentan los capos, devenidos en sátrapas insaciables, con un ejército para confrontar nada. Algo así como lo ocurrido en Siria cuando Bashar al-Assad abandonó Damasco a las carreras sin que nadie pegara un tiro para evitarlo. Más bien será una estampida de cleptómanos intentando poner a salvo sus vidas y sus millones, mientras abandonan a su suerte a la bufonesca milicia que denota la soledad del cartel de los Soles. “Daremos apoyo político”, afirmó el vicecanciller cubano al preguntarle si participarían en un hipotético ataque gringo a Venezuela.

Lo ideal sería atraparlos a todos vivos, no solo al trío por el que ofrecen recompensas. Verlos vestidos de naranja, encadenados de pies y manos, camino de las celdas gringas o con pantaloneta y camiseta blanca, en la famosa cárcel de Bukele, para pasar el resto de sus días pagando sus crímenes imperdonables. La realidad, por desgracia, es que la inmensa mayoría esquivará a la justicia, saltará del barco y disfrutará lo robado.

El hecho de que Petro haya decidido defender a los criminales demuestra lo necesario de contar con la Venezuela chavista para su juego político de largo plazo. No se puede olvidar que en Berlín, ante el presidente alemán, lamentó la caída del muro y de la Unión Soviética, añoranza que reiteró en la ONU esta semana. Y que insulta, cada vez con más frecuencia, a las naciones occidentales democráticas y en Nueva York, en encuentro de mandatarios de extrema izquierda, justificó el uso de la violencia para alcanzar metas.

También debe preocuparle que, si derrocan al chavismo, sus aliados de las guerrillas perderían el santuario. No significa que el ELN y la Nueva Marquetalia vayan a desaparecer de un día para otro, pero sin el respaldo del Palacio de Miraflores, de la Guardia Nacional y del Ejército Bolivariano, sufrirían un mazazo y sus jefes tendrían que correr a buscar guaridas en otras dictaduras.

A pesar de los desvelos de Petro, lo seguro es que Maduro y compañía no duermen tranquilos desde el despliegue militar de Trump en las aguas caribeñas. No solo les angustia su propio futuro inmediato, también padecen la presión de sus familias y parientes cercanos. Unos querrán que acepten una salida hacia Rusia o Irán, dos de los pocos destinos donde podrían sentirse a salvo. Otros, que resistan, incluso alguno abogará por que se entreguen y negocien con las autoridades estadounidenses como tantos otros mafiosos.

Sin dejar de lado que la desconfianza anida en todos los corazones. Nadie se fía de nadie, ven traidores por todas partes y cada cual emprende su particular cacería de supuestos desleales.

Lo sucedido con el matrimonio frustrado de la hija del general Padrino, capo por el que ofrecen 15 millones de dólares, refleja su debilidad. Habían previsto festejos de cuatro días por todo lo alto, con el descaro y despilfarro propios de los matones que desprecian a sus víctimas. Al final debieron celebrar una ceremonia discreta en el Fuerte Tiuna, quién sabe si en una sala o en un búnker. El terror que les aprisiona terminará por empujarlos a devorarse entre ellos y cometer errores.

Con el pasar de los días, los están desgastando hasta dejarlos rendidos. Una fuente solvente de Washington afirmaba, a mediados de septiembre, que antes de finalizar octubre Estados Unidos habría actuado.

A pesar de la desesperada posición de Petro, en Colombia todos sabemos que seremos los más beneficiados si triunfa el plan orquestado por Marco Rubio, al alimón con María Corina Machado. Siempre y cuando, claro está, que en las próximas elecciones gane una opción opuesta a la ultraizquierda petrista. Porque nada conseguimos si Venezuela recobra la democracia y nosotros nos volvemos la nación paria que abraza el socialismo que transforma pueblos libres en tiranías ruinosas.

Pero vayamos paso a paso. Lo crucial ahora es que Estados Unidos aniquile el cartel de los Soles y retorne la democracia a la nación hermana.

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