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Riesgos del trastorno climático

Estamos esperando que alguno de los candidatos/candidatas en campaña electoral sea contundente con una propuesta pedagógica que estimule la transformación ciudadana en términos educativos y culturales para enfrentar los trastornos del clima en Colombia.

Margarita Pacheco M., Margarita Pacheco M.
21 de diciembre de 2017

Para Jerry Brown, gobernador de California, presente en el One- Climate Summit convocado al final del 2017 en Paris por el Presidente Macron, el riesgo que plantea el trastorno climático es “existencial”. Afirma que aún “no estamos midiendo la escala del peligro”. Des-carbonizar conscientemente la vida cotidiana es parte de la tarea personal para el 2018 y para el tiempo que nos queda de vida. La contribución que cada individuo asuma en su casa, en su trabajo, en la calle, en su vida social y política, en su respectiva localidad, son pasos fundamentales que suman a las inversiones que realizarán los Estados y el sector financiero, para avanzar en el cumplimiento de metas del Acuerdo de Paris.

En paralelo a la convocatoria política del gobierno de Francia, y a los compromisos adquiridos por el Banco Mundial y Naciones Unidas, otro evento, de carácter técnico, convocó empresarios medianos, entidades territoriales y firmas de consultoría internacional comprometidas con la transición energética y la promoción de tecnologías limpias. Se evidencia el interés por optimizar el uso de bienes de interés común: el sol, el viento, las mareas, la lluvia, los bosques, el subsuelo. La Cumbre World Efficiency (WE Summit), permitió exponer opciones de adaptación y de mitigación al cambio climático, para reducir localmente emisiones de gases de efecto invernadero. Colombia, desde el territorio de Cundinamarca, posicionó avances en la restauración de ecosistemas vitales para la región y el mundo: los páramos y los ecosistemas que se conectan para regular el clima.

En este espacio de feria en la Porte de Versailles, el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) fue el símbolo de la conectividad ecológica y climática entre las regiones Andina- Amazonia y Orinoquia, Páramos, Cerros Orientales, quebradas y humedales de alta montaña. Conservar el oso andino es conservar la cuenca y en especial la del Rio Bogotá. En alianza estratégica, la Corporación Autónoma Regional CAR Cundinamarca, la Corporación Ambiental Empresarial CAEM y el grupo de empresarios ladrilleros y floricultores, el Instituto Von Humboldt y la Secretaria de ambiente de Bogotá, con el apoyo de la Cámara Colombo Francesa de Bogotá, mostraron cómo a nivel local, entidades territoriales y empresariado, ya están en modo “des-carbonización de su producción.

En el WE Summit se presentaron tecnologías de bajo costo en materia de tratamiento de aguas residuales, de infraestructura para alumbrado público con energía solar, sistemas de purificación de agua cero residuos, procesos de recuperación social de cuencas contaminadas, manejo integral de residuos y suelos, sistemas de certificación, oferta de consultoría de gremios asociados a las ingenierías innovadoras, en un mercado de saberes que le dan un aire de esperanza a la crisis climática mundial.

El espacio de Colombia puso en evidencia la historia del territorio. La cuenca del río Bogotá albergaba sitios sagrados de los Muiscas, como el Salto del Tequendama, la Laguna de Guatavita y los miles de hectáreas de humedales urbanos, ya altamente transformados en la Sabana de Bogotá. Hoy, para respetar la memoria de los antepasados Muiscas y estar a tono con los compromisos globales del clima, la CAR adelanta un proyecto demostrativo en el casco urbano de Jerusalén, un pequeño municipio en las tierras cálidas de Cundinamarca, donde ya no hay conflicto armado, a pocos kilómetros del rio Magdalena. Allí se están adelantando acciones de transición energética y de pedagogía ciudadana para la adaptación al cambio climático y allí serán útiles las opciones tecnológicas presentes en el WE Summit de Paris. Las ofertas de la Feria constituyen una base de inspiración para consolidar la cooperación internacional en Jerusalén, espacio demostrativo en una zona rural del posconflicto en Colombia.

El encuentro con la Princesa Abze Djigma, de Burkina Fasso, enviada Especial del Presidente de Burkina Faso (Africa del Oeste) para el Cambio Climático y los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS) constituye una opción de cooperación sur-sur: Su Alteza Real Abze Djigma, impresionada con la imagen del oso andino y el proceso de recuperación de la cuenca del rio Bogotá, propone un intercambio de experiencias con su país, en donde se ha dado un proceso similar en materia de restauración de una cuenca en asociación con los habitantes. En efecto, exponer proyectos territoriales asociados a la reducción de emisiones de CO2 tiene un gran potencial para el intercambio de experiencias entre territorios de distintas culturas.

Como Embajadora para las Energías Renovables de Burkina Faso y negociadora en la COP 23 en Bonn, la Princesa Abze Djigma es un ejemplo de mujer comprometida en economía baja en carbono y economía circular. De ahí resulta la propuesta de juntar esfuerzos territoriales  para hacer la diferencia desde los países del sur. Gracias al encanto y funcion ecológica del oso de anteojos, de los paisajes de frailejones y lagunas y del material audiovisual (con subtítulos en francés e inglés) del stand de Colombia, marcamos la diferencia.

Ahora debemos aprender a evaluar las contribuciones, que desde los territorios, se adelantan para la meta de país, en el marco del Acuerdo de Paris. Desde lo local, se debe saber cuál es el valor de cada acción, para que aprendamos a sumar a las cuentas nacionales, los aportes que están realizando distintos actores sociales. Debemos empezar a evaluar costos de reducción de emisiones a través de inversiones como las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), ampliación de las existentes como la del Salitre y otras en curso de construcción, con tecnologías des-carbonizadas, más eficientes y transparentes.

Se trata entonces de propósitos y metas individuales y colectivas para los años a venir. Decisiones para frenar consumos inútiles y despilfarros absurdos. Éticamente, debemos adaptarnos a una civilización globalizada y mediatizada que debe enfrentar trastornos generados por el calentamiento global, que es irreversible.

Sugiero adoptar esta actitud existencial para poder votar a conciencia por representantes dignos de confianza. Estamos esperando que alguno de los candidatos/candidatas en campaña electoral sea contundente con una propuesta pedagógica que estimule la transformación ciudadana en términos educativos y culturales para enfrentar los trastornos del clima en Colombia. Esta posición política no da espera. Colombia afirmó en Paris, en el marco de las Jornadas Cruzadas Colombia en Francia, una respuesta de transformación climática territorial y su importancia estratégica en la conectividad climática regional y mundial. Gracias a los Ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores de ambos países por dejar esta huella de cooperación bilateral y de mantener el apoyo a los compromisos que siguen su curso, especialmente en el marco de los Acuerdos de Paz en las regiones más afectadas por el conflicto.

El campo está abonado para fortalecer el rol adaptativo de organizaciones sociales, actores no estatales, autoridades ambientales territoriales, nuevos congresistas y un electorado que ya no come cuento ni se deja comprar el voto por un tamal. Tengo la esperanza de una etapa de mayor sinceridad y decisión frente a la crisis climática. Como dice Brown, es existencial.

Nuestro deseo inmediato para el 2018: Seguir el compromiso con la construcción de paz territorial en un país único en el mundo por su biodiversidad, frenando asesinatos de líderes sociales y ambientales que claman por el derecho a la tierra y por su derecho a servicios ambientales, base de su existencia y de su cultura ancestral.