TRANSPORTE

Invertir en mantenimiento vial no es ‘sexy’: Anif

Es más rentable políticamente hablando inaugurar o invertir en un puente u obra nueva, que en arreglar o tapar unos huecos en una vía. El costo de esa visión miope parece ser alto, según lo concluye Anif.

22 de enero de 2019, 5:56 p. m.
| Foto: Fotografi´a: 123RF.

Es necesario cuanto antes incrementar la inversión en mantenimiento de las vías secundarias y terciarias y de esta manera reducir la accidentalidad, incurrir en menores gastos a futuro por intervenciones más profundas y con el propósito de mejorar los indicadores de competitividad.

En ese sentido, un reporte divulgado hoy por Anif recuerda que “los análisis de mantenimiento en Colombia usualmente se limitan a la contabilidad del Invías, entidad que tan solo responde por el 54% de las vías primarias y el 27% de las vías terciarias”. Según un documento del gremio bancario, esta entidad invirtió en 2017 unos $261.000 millones (0,03% del PIB) en esas vías, una cifra levemente superior a la registrada en 2013 cuando se reportó una inversión de $152.000 millones (0,02% del PIB). Para el gremio bancario, “estas cifras distan mucho de las recomendaciones del Banco Mundial de asignar a mantenimiento no menos del 0,4% del PIB/año a lo largo de la próxima década.

Una de las causas ligadas a este problema es el poco gusto que desarrollaron los políticos por este tipo de inversiones. “Es mucho más ‘sexy‘ para los gobernantes usar los recursos escasos de inversión en infraestructura para la inauguración de obras “de este gobierno y salir a cortar la cinta”, que mencionar que salvaron muchas vidas gracias al buen mantenimiento”, dice el informe de Anif.

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En Colombia el problema de las vías secundarias y terciarias es más complejo, teniendo en cuenta que los gobernadores y alcaldes no cuentan con la tecnocracia, y en la mayoría de los casos el dinero, para licitar y contratar este tipo de mantenimientos. Y cuando hay dinero -proveniente sobretodo de regalías- se destinan a otras necesidades ‘más prolíficas’ en términos electorales.

En general el tema de infraestructura ha sido relegado a un segundo plano en Colombia, si se miran las cifras de inversión, que aunque presentan avances, resultan todavía insuficientes.

“Con gran esfuerzo hemos logrado saber que la inversión en infraestructura probablemente bordea un 2,5% del PIB anual, superando el 1,5% del PIB/año de la década pasada. Pero esta cifra todavía está lejos del 3,5% del PIB/año recomendado por las multilaterales”, dijo Anif.

Por estos días el Invías prepara un millonario paquete de concesiones (se cree que serían unos $500.000 millones) para la construcción y mantenimiento de la red vial municipal. El dinero -en teoría- está listo teniendo en cuenta que el Congreso de la República aprobó destinar parte de los recursos no invertidos por los entes territoriales en ciencia y tecnología para el arreglo de vías. En diciembre de 2018 se anunció con bombos y platillos que se destinarían $461.000 millones para 105 proyectos. Sin embargo, a la fecha no hay avances de estudios y menos, de licitaciones.

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Anif también advierte que no debe sorprendernos entonces el pésimo registro que muestra Colombia en el frente de vías pavimentadas y en buen estado, pues solo un 47% de las vías del país estaban en buenas condiciones de pavimento al cierre de 2017; cifra no muy diferente del 46,1% que se tenía en 2013. “Esto implica que las vías en estado de regular pavimento eran un 34,3% y las de mal estado un 20%. La situación es aún peor en la red vial no-pavimentada (afirmada, concentrada en vías terciarias), donde las vías en buen estado eran solo el 11,5% en 2017”, señala el informe.

Catástrofes como el Plan 2.500, que concibió como tabla de salvación para las vías regionales en el gobierno de Álvaro Uribe, pero sin estudios ni dinero suficiente, no se pueden repetir en un momento de estrechez fiscal y una urgente necesidad de mostrar casos positivos en desarrollos de infraestructura.

Sin embargo, la falta de dinero parece ser un problema global. Según Anif, se estima que cerca del 20% de la red de Autopistas Interestatales de los Estados Unidos, impulsadas bajo la Administración Eisenhower (1953- 1961), se encuentra en la categoría de “mal estado”. Más aún, en el frente de puentes-viaductos se calcula que un 10% del total tiene fallas de tipo estructural. Este también es un tema álgido en Europa, donde dichos puentes “en mal estado” bordean un 30% del total.

El gremio también recuerda que a raíz del sonado colapso del puente vehicular Morandi en Génova-Italia, a finales de 2018, se ha tomado conciencia sobre la importancia del buen mantenimiento a la infraestructura (ver The Economist, “Large economic gains can come from mundane improvements in policy”, octubre 20 de 2018).

Se espera en los próximos días el anuncio por parte del Invías de un plan para mejorar las vías terciarias, ojalá se haya aprendido de lecciones pasadas. Ejemplo, el Plan 2.500.

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