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Por una buena televisión

Alvaro Osorio, vice - presidente de Inravisión, ha logrado con criterio y audacia que los colombianos sintonicen de nuevo a Señal Colombia.

5 de agosto de 2002

Hasta hace poco lo único que relacionaban los televidentes con Señal Colombia eran las aburridas transmisiones del Congreso. De ahí que fuera una hazaña lograr que encontraran en la televisión pública una verdadera alternativa. Esto fue lo que se propuso desde hace un año el periodista Alvaro Osorio Mejía, quien demostró que no le tiene miedo a los retos al lograr que los televidentes se sintonizaran con las 18 horas de programación del canal.

"Ya nadie pasa por encima de Señal Colombia. Por primera vez, después de muchos años, el país tiene un canal educativo y cultural que compite con la televisión privada", dice Alvaro, a quien se le nota a leguas el orgullo por el canal, que pasó de ser un verdadero ladrillo a tener su sello propio.

Quien se detiene ahora en Señal Colombia tiene la oportunidad de gozar desde el mejor espectáculo del mundo, Le Cirque de Soleil (El circo del sol), hasta cualquiera de los títulos estelares del cine clásico, contemporáneo y latinoamericano.

Los televidentes también han disfrutado de eventos deportivos como la Vuelta a España 2001, el torneo de tenis Roland Garros 2002 y la temporada de baloncesto de la NBA, o culturales como el Festival Vallenato y el Reinado Nacional del Folclore. Pero quizá los momentos culminantes de Señal Colombia llegaron cuando en su programación los colombianos pudieron seguir, paso a paso durante 14 días, la transmisión en vivo de la Vuelta a Colombia en bicicleta o acompañar al ciclista colombiano Santiago Botero en el Tour de Francia.

"Aplicamos el sentido común. Para transmitir el Tour adquirimos los derechos mucho más económicos por ser un canal estatal, que no cuenta con los recursos de los privados. Y en la Vuelta a Colombia les quitamos las telarañas a los equipos", dice.

Al ver trabajar a este tolimense parecería que estuviera en una competencia contrarreloj. Revisa la escenografía y la iluminación de los 11 programas en directo, moderniza el cabezote o los créditos y ninguno de los 90 programas independientes sale al aire sin su visto bueno. Por eso, en esos pasillos conocen el secreto de su éxito: "Trabaja a la par con los 180 funcionarios y nos convenció de que hay que hacer las cosas bien y no por obligación", dice uno de los trabajadores.

Ahora Alvaro tiene un nuevo reto. Realizar en Bogotá el programa de mayor sintonía infantil en España: El conciertazo. Ya logró comprometer a su animador, Fernando Argenta, quien, acompañado por la orquesta Filarmónica de Bogotá, realizarán El conciertazo colombiano con 50 niños en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional.

Quizás el mejor premio para Alvaro es el reconocimiento que, por primera vez en medio siglo de Inravisión, le hacen los trabajadores a un funcionario de alto nivel. En una carta le solicitaron al presidente electo Alvaro Uribe, que lo ratifique para darle continuidad a un buen programa de gobierno. Eso quiere decir que las cosas, cuando se quieren, se pueden hacer bien. O sea que la de Colombia es una buena Señal.