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QUE NO CALLE EL CANTOR

El secuestro de Jorge Veloza causó indignación y rechazo en el país entero.

1 de noviembre de 1999

Desde que tenía 12 años, cuando hacía las veces de monaguillo y acólito en la iglesia de
Ráquira, sus amigos más cercanos ya advertían su intención de convertirse en cantante y de promover la
música carranguera por todo el país. No en vano en esa población boyacense lo conocen desde entonces
como Jorge Carranga y no como Jorge Veloza Ruiz, su verdadero nombre. Con su grupo Los carrangueros de
Ráquira hizo famosas canciones como La cucharita, Julia, Julia y Por fin se van a casar, que le permitieron
no sólo alcanzar la mayor popularidad en todo el país sino también obtener las más grandes ovaciones en el
Madison Square Garden de Nueva York, privilegio que muy pocos artistas nacionales se han dado el lujo de
contar.
Su actividad musical, que siempre ha pregonado el derecho a la vida y el trabajo en el campo, también
trascendió al ámbito ecológico, hecho que ha sido elogiado por muchos en los últimos años. El
reconocimiento que le han retribuido los colombianos jamás hizo pensar a Veloza que sería víctima de una
situación como la que ha propiciado el frente Ramón Gilberto Barbosa del EPL.
Veloza, considerado como uno de los principales defensores del folclor nacional, siempre creyó que su
actividad artística le otorgaba un fuero especial que lo protegía del secuestro. La liberación del Carranguero
Mayor se convirtió en una nueva bandera de la paz en Colombia.