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Alberto Rojas el más opcionado de la terna. | Foto: Archivo SEMANA

CORTES

Pese a la tormenta, ¿elegirán a Alberto Rojas?

¿Votará hoy el Congreso por él para magistrado de la Corte Constitucional?

10 de abril de 2013

No se trata de un cargo cualquiera. La persona que sea elegida este miércoles magistrado de la Corte Constitucional tendrá en sus manos las más importantes decisiones jurídicas del país. Por ejemplo, el decisivo Marco Legal para la Paz y el matrimonio gay, por sólo mencionar dos temas que están encima de los escritorios de los nueve integrantes del órgano que custodia la Constitución Nacional.

Por eso, las hojas de vida de los tres aspirantes de la terna -la fiscal Martha Lucía Zamora y los abogados Alejandro Linares Cantillo y Alberto Rojas Ríos- han sido analizadan con lupa por los colombianos. Aunque en teoría los tres aspirantes llegan en igualdad de condiciones para ser escuchados esta tarde en el Congreso en plenaria, por los pasillos de la corporación el rumor de que Rojas será el reemplazo del magistrado Humberto Sierra Porto -quien pasó a ser juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos- toma cada vez más fuerza. Incluso, los conservadores y La U ya expidieron un comunicado en el que anuncian que votarán por él en una situación un tanto surrealista, pues ni siquiera han oído a los otros dos aspirantes.

Además de esta situación, en el ambiente gravitan delicadas acusaciones contra Rojas. La última de ellas es una publicada este miércoles por el portal La Silla Vacía que lo vincula a él exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, detenido en Estados Unidos por narcotráfico.

“En el 2010, Alberto Rojas recibió 498’764.045 pesos de honorarios de Elec S. A., la empresa que maneja los alumbrados públicos de Montería, Cereté y Caucasia”, dice esta página web. “Elec S. A. es una compañía fundada en Montería en 1996. Su cabeza es Pedro Ojeda Visbal, un hombre muy rico y conocido en Córdoba, sobre quien pesan versiones encontradas”. Para el informe periodístico, Ojeda ha cargado con la sombra de su cercana relación con el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos por narcotráfico.

“Ojeda es amigo de Mancuso desde su juventud, como lo aseguró un artículo de El Tiempo y luego lo ratificó el libro sobre la vida del jefe paramilitar (o por lo menos la versión autorizada por él mismo) escrito por la periodista Glenda Martínez y editado por María Elvira Bonilla. Según este libro, Ojeda es “uno de los mejores amigos de Mancuso” y compartieron un apartamento en Pittsburgh, Estados Unidos, después del colegio.

En respuesta a esta acusación, Rojas dijo: “Yo conocí a Pedro Ojeda porque su hermana Diana Margarita era procuradora delegada y me pidió el favor de ayudar a su hermano por lo que yo era experto en el tema de servicios públicos”. Lo llamativo en este caso es que los casi 500 millones de pesos recibidos por Rojas no fueron declarados.

“Estoy averiguando con el contador qué pasó”, dijo a La Silla Vacía. “Yo actúo con una infinita torpeza al hacer mis declaraciones de renta. Yo firmo el cheque por el monto de impuestos que me dice el contador”, dijo. “Pero ya le dije que si hay alguna sombra de duda sobre ese ingreso, que se vaya para la DIAN y arregle eso”.

Naturalmente, este informe produjo una fuerte tormenta en los escenarios jurídicos y políticos. Pero no son los únicos.
¿Qué deuda tenía el cuestionado zar del alumbrado público con Alberto Rojas Ríos?

Pero hay más. También trascendió la existencia de una deuda que puede ser muy significativa sobre la trayectoria del candidato a la Corte Constitucional, y más seguro ganador, Alberto Rojas Ríos. Según La Silla, después de que Rojas salió de la Procuraduría recibió dinero de dos empresas del 'zar' del alumbrado público, Remberto Merlano, quien tiene concesiones en Barranquilla, Neiva, Cúcuta, Soledad, Sincelejo y Girardot.

Sin embargo, es, por decir lo menos, intrigante que un procurador delegado le preste dinero a un empresario multimillonario. Por eso, la pregunta es si ese dinero sí es el pago de una deuda o se trata de otra cosa.
De hecho, la otra empresa de Merlano le giró a Rojas casi 70 millones de pesos en honorarios entre el 2010 y el 2011, por asesorías. “Es una suma simbólica”, le dijo Rojas a La Silla Vacía.

Semana.com recogió un testimonio de alguien cercano a Merlano. “Mire, las cosas funcionan así. El doctor Merlano se ganó muchas licitaciones de alumbrado público en el país porque él llegaba donde los alcaldes y les ayudaba a hacer los pliegos de la licitación y se la ganaba. Después, les pagaba una mensualidad. Al de Cartagena, por ejemplo, le daba 50 millones de pesos mensuales”.

“En Neiva se le armó un problema. Un concejal puso una acción popular porque se dio cuenta de que algo había detrás. El caso llegó hasta el Consejo de Estado y ahí le tocó al consejero Alier Hernández. Ese señor es el mismo cuyo nombre apareció en el famoso mantel del escándalo del relleno de Doña Juana en Bogotá. Entre los que estaban enterados en el tema fue vox populi que el doctor Merlano movió fichas para que la acción popular se cayera, y se cayó. Ahí aparece el hoy candidato Alberto Rojas Ríos, pues era el agente de la Procuraduría en esta acción popular. ¿Qué papel jugó Rojas? Eso sí no le sé decir. Pero le repito, la acción popular se cayó”.

Y agrega la fuente, “de todas maneras, después, Rojas Ríos seguía en la Procuraduría y seguía asesorando al doctor Merlano, de eso le puedo dar fe”.

Como la acción popular se cayó en el Consejo de Estado, el entonces senador Rodrigo Lara puso una tutela. Merlano se la ganó en primera y segunda instancia. Lara logró que la Corte Constitucional la revise. Pero la tutela está pendiente. ¿Qué hará Rojas Ríos en la Corte?