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Lo bueno, lo malo y lo feo del Congreso 2012

SEMANA habló con varios presidentes de partidos políticos sobre la legislatura que termina en el Congreso y confesaron lo bueno, lo malo y lo feo.

Paula Durán, periodista de SEMANA
21 de junio de 2012

Concluye una de las más agitadas legislaturas de los últimos tiempos. Y a la hora de los balances, quién mejor que los presidentes de los partidos políticos. SEMANA los buscó y estas son sus respuestas.

Clara López, presidenta del Polo Democrático

¿Cuál es su balance de la legislatura que termina?

La principal preocupación del gobierno Santos ha sido consolidar una mayoría abrumadora, reuniendo al grueso de los partidos, incluso al que se anunciaba como independiente, el Verde, en la Mesa de Unidad Nacional para inaugurar leyes. Vamos a cumplir dos años de anuncios y pupitrazos, sin que las anunciadas ejecutorias sociales del Gobierno se vean. Desde la oposición debo llamar la atención sobre una característica preocupante de la maratón parlamentaria y es el papel de firmona a que el Gobierno ha reducido a su mayoría en el Congreso.
 
Los proyectos llegan ya definidos desde la Casa de Nariño y los congresistas de la Unidad Nacional se limitan a maquillar las decisiones ya tomadas para refrendarlas con su voto, a veces emitido a regañadientes. Lo que se puede observar es que estamos en vía de eliminar el pluralismo consagrado en la Constitución de 1991 para imponer el monopartidismo que es un evidente retroceso frente al bipartidismo del Frente Nacional.

¿Qué fue lo bueno?

La excepción que confirma la regla. Con el marco jurídico para la paz se abre paso la posibilidad de revivir la figura del delito político. Con ella se puede garantizar un tratamiento diferenciado en materia de justicia transicional a los distintos actores -insurgencia, paramilitares e integrantes de la fuerza pública- que han cometido delitos de lesa humanidad, según su origen y su papel dentro del conflicto armado.

¿Qué fue lo malo?

Sin duda la Ley de Vivienda. Se legitima la práctica clientelista de fabricar candidaturas presidenciales con dineros del Estado bajo el pretexto de las angustiosas necesidades populares a las cuales no ofrece soluciones de fondo: Cien mil viviendas en un país con un déficit que sobrepasa el millón doscientos mil. No recuerdo en la historia reciente otro caso de entrega de cuatro billones de pesos a un ministro para hacer política.

¿Qué fue lo feo?
 
La reforma de la Justicia, que no merece ese apelativo. Con la fronda de los aforados se garantiza, en una especie de autoamnistía, la impunidad de los parlamentarios, la privatización de la justicia y el anquilosamiento de las altas cortes, que regresan a la cooptación. Con los textos aprobados el país jamás habría conocido el proceso de la parapolítica. Los denunciantes ahora tendremos que pagar las costas si no se logra la condena. Para rematar, se aseguraron de que la Corte Constitucional no pudiera pronunciarse conforme a su jurisprudencia sobre esta contrarreforma constitucional, que es sin duda inconstitucional, pues al alagar el período de los magistrados, todos quedaron impedidos para conocer de las demandas que se vienen.

Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador
 
Lo bueno
 
El Congreso cumplió aprobando un paquete de reformas importantes que mejoran la calidad de vida de los colombianos una prioridad del partido Conservador, varias de estas son iniciativas de nuestras colectividad tales como la Ley de saneamiento y titulación de predios, la ley que permite el pago anticipado de créditos a entidades financieras, la ley que evitará la retención ilegal de títulos académicos y los avances en la ley dará tarifas diferenciales en el transporte público a estudiantes, discapacitados y adultos mayores.
 
Sacamos adelante reformas importantes como el del Sistema General de Regalías, el proyecto de 100.000 viviendas gratis para la población más vulnerable y el fuero militar para apoyar las Fuerzas Armadas.
 
La iniciativa legislativa que convirtió en Ley el programa de “Familias en Acción”, ideado por el Partido Conservador durante el gobierno Pastrana, con lo cual se convierte en política de Estado, así mismo aprobamos del marco legal para la paz y la Reforma Justicia. Todas ellas con el decidido apoyo del Partido Conservador.
 
Lo malo
 
La falta un mayor número de iniciativas en temas ambientales; en esto el partido ya ha dado los primeros pasos y en la próxima legislatura presentará dos proyectos de ley medio ambientales.
 
No se han adoptado medidas contundentes desde el Congreso, ni desde el Gobierno, para conjurar la crisis del sistema educativo y de salud.

Lo feo
 
Las actuaciones personales de algunos congresistas y que salpican la credibilidad del Legislativo.
 
Las barreras impuestas para la aprobación del proyecto de Ley de Microcréditos, el cual será presentado de nuevo por el Partido Conservador en la próxima legislatura, iniciativa que impactará notablemente en la generación y formalización de empleos.

Simón Gaviria, presidente del Partido Liberal

Lo bueno

Tanto por cantidad como por la calidad de las leyes, la legislatura para el presidente de la Cámara, Simón Gaviria Muñoz, fue "histórica". Se tramitaron 142 proyectos "No sólo fue una maratón legislativa o un listado de temas administrativos. Este periodo deja un marcado sello social. Fue una Cámara que interpretó en el recinto las necesidades y expectativas de la gente. Les menciono algunos ejemplos: cero intereses en créditos Icetex para estudiantes de estratos bajos, eliminación de multas por pago anticipado de préstamos, creación de la pensión familiar, salvavidas para morosos, estatuto del consumidor. Son cerca de 50 leyes sociales", afirmó Gaviria.
 
Lo malo
 
El constante ausentismo de algunos ministros que se resisten a atender las citaciones de las diferentes comisiones y de la plenaria. "En ciertos casos, hay ministros que le restan importancia a la citación a un debate. No llegan, mandan excusas médicas, se aparecen tarde o envían sobre el tiempo la información requerida por los representantes", asegura Simón Gaviria. Igualmente, malo no haber podido aprobar la ley que aplicaba castigos más severos a conductores ebrios. "Insistiremos en la próxima legislatura. Hay que castigar a esos criminales al volante", advirtió Gaviria.

Lo feo 

El atentado contra el exministro, Fernando Londoño, ocurrido el mismo día en que la plenaria de la Cámara discutía el Marco Legal para la Paz. Para Simón Gaviria, "ese día los terroristas quisieron imponerle la agenda al Legislativo. Y eso no podía pasar. Por esa razón, en esa tarde, no dudamos en adelantar el debate del proyecto. Si nos hubiéramos dejado intimidar por los violentos, tendríamos que cerrar el Congreso cada vez que hubiera un atentado".

Luis Eduardo Garzón, presidente del Partido Verde

Lo bueno
 
El Congreso legisló sobre políticas de Estado, es decir, con consecuencias de largo plazo, y no sobre la coyuntura del Gobierno. Sus decisiones abordan temas de los ciudadanos del común como la justicia, la paz, la vivienda, la educación y mayor participación democrática. A pesar de la presión mediática y del odio de diferentes sectores en donde prevalece lo privado sobre lo público, el Congreso salió adelante.

La Unidad Nacional ha mostrado cohesión, pues a pesar de tener agendas diferentes, cada uno de los partidos siempre ha buscado acuerdos sobre lo fundamental. 

Lo malo
 
Es increíble que el ausentismo sea un factor prevalente en el Congreso, comoquiera que muchas de las leyes decisivas fueron votadas por un promedio de 90 a 100 representantes a la Cámara, cuando el número asciende a 166. A pesar de que es un Congreso deliberante, sí se refleja una ausencia casi total de control político, los grandes debates sobre el Ejecutivo y su funcionamiento hacen parte del factor de ausencia. 

Lo feo
 
Lo sucedido al senador Merlano con su negación a someterse al examen de alcoholemia. Por otro lado, el tema como se comunicó y se intentó explicar lo de la gasolina por el senador Corzo hacen que mediáticamente esto tenga un efecto multiplicador en contra de una institución que no logra superar indicadores aceptables en las encuestas de reconocimiento y legitimidad ante la ciudadanía. Estos escándalos nunca pueden ser parte de la agenda cotidiana de los legisladores.