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El Congreso protestó enérgicamente contra la Corte, por los procedimientos que esta utiliza en sus investigaciones. Pero la Corte explicó que sus actuaciones hacen parte de su trabajo ordinario.

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Tras bambalinas de la pataleta del Congreso contra la Corte

El llanto de Gutiérrez durante el debate del referendo concitó la protesta de varios congresistas contra la Corte, pero ésta continúa recabando pruebas de dineros dudosos en manos de congresistas, como los millones en efectivo que le encontraron al senador Villamizar.

20 de agosto de 2009

Los medios de comunicación registraron este miércoles una patética escena en el Senado que provocó la indignación de varios congresistas. La senadora Nancy Patricia Gutiérrez, casi a punto de llorar dijo “ha llegado el momento para que reaccionemos. No puede ser que el Congreso se vea sometido a más atropellos”.

La Senadora, quien desde hace más de un año es objeto de una investigación de la Corte Suprema de Justicia por presuntos vínculos con paramilitares, reaccionó airadamente contra el Alto Tribunal por las decisiones que ésta ha tomado en su caso, y a las que ella considera como una persecución. El llanto de de Gutiérrez, que para algunos fue genuino y para otros no tanto, se dio luego de que se conociera la noticia de que magistrados auxiliares de la Corte, junto con agentes del CTI, allanaron las casas de algunos de sus colegas.
 
La Corte investiga, además de la parapolítica, si hubo una feria de notarías a cambio de los votos favorables a la primera reelección en el Congreso.
 
A la voz de Gutiérrez, se unieron las de varios congresistas que protestaron con el argumento de que su derecho a la privacidad y a la honra estaba siendo vulnerado.
Sopresivamente, y en contravía de la postura de supropio partido, el senador liberal Héctor Elí Rojas lanzó una acusación, aún más temeraria y dijo que la Corte estaba haciendo estas investigaciones justo cuando los senadores habían firmado el informe de conciliación del referendo reeleccionista. Con estas declaraciones dio a entender que la actuación de la Corte era una represalia para intimidar a los reeleccionistas.

Algunos de estos argumento podrían llegar a tener fundamento si no es porque las acciones judiciales que ha ordenado la Sala Penal no estuvieran dando resultados que levantan graves sospechas contra algunos congresistas.

Según lo reveló este jueves en Caracol Radio, el candidato presidencial Germán Vargas Lleras, quien defendió la actuación de la Corte Suprema, en el allanamiento a una de las casas de un congresista las autoridades hallaron mil millones de pesos en efectivo. No dijo en la casa de quien, pero después, fuentes de la Corte confirmaron a Semana.com la versión de que en casa del senador Alirio Villamizar, en Bucaramanga (Santander) los magistrados auxiliares hallaron, 783 millones de pesos en efectivo, 13 mil dólares y títulos valores. Es obvio que no es delito tener grandes sumas de dinero en efectivo en la residencia, si estas están debidamente declaradas, la compra de los dólares fue legal y se puede explicar de dónde salió la plata.
 

El allanamiento al congresista del Partido Conservador duró más de 15 horas. Los investigadores entraron el pasado martes a las 5 de la tarde y salieron a las 10 de la mañana del miércoles. Se llevaron documentos, memorias y extractos bancarios, entre otros soportes de información. El diario Vanguardia Liberal en su edición de este jueves informó que la diligencia se prolongó debido a “la aparente negativa de los habitantes de la casa de abrir la caja fuerte”.

Una diligencia como esta también se intentó en la casa del congresista Juan Manuel Corzo el martes. Sin embargo las autoridades no encontraron la residencia del congresista.

El objetivo de las pesquisas de los investigadores es mirar si hay o no irregularidades en la contabilidad de los congresistas, varios de ellos mencionados en las versiones del ex Superintendente de Notariado y Registro, Manuel Cuello Baute quien señaló con su testimonio ante el Alto Tribunal que el gobierno repartió notarías a diestra y siniestra a cambio de los votos favorables a la primera reelección en el Congreso.

El presidente de la Corte, Augusto Ibañez explicó que las diligencias de los investigadores hacen parte del proceso ordinario que se sigue en estos casos. “Eso no debe llamar a pánico, lo que se quiere es estructurar el proceso”, dijo Ibáñez.

En una lista que Cuello Baute entregó a la Corte, Villamizar aparece como el beneficiario de haber recibido la Notaría 2 de Floridablanca, Santander. Villamizar ha dicho que no ha hecho parte de ninguna componenda. Pero según Cuello Baute, el decreto con el decreto 4362 del 25 de noviembre de 2005 se nombró al notario Sabino Alfonso Caballero Villamil, como parte del acuerdo del gobierno con Villamizar.

Sin embargo, Semana.com conoció que las nuevas averiguaciones de la Corte no se basan solamente en las declaraciones de Cuello Baute, sino que otros funcionarios de la Superintendencia de Notariado han sido llamados a rendir su versión y las investigaciones buscan comprobar lo que han dicho.

Varios congresistas consultados coincidieron en que un tema que causa malestar en el Congreso es el hecho que las investigaciones las hagan magistrados auxiliares y no los titulares. El argumento de los congresistas es que el Congreso goza de un fuero especial y el investigador debería estar a la altura de ese rango. La nueva discordia entre investigadores e investigados también revive el debate de la doble instancia: que quienes investiguen no sean los mismos jueces.

Sin embargo, en el fondo, la agitación se debe al temor que generan las pesquisas de la Corte, en un momento de especial sensibilidad política en el que se fragua una eventual nueva reelección. Ayer, justamente cuando se iba a votar el informe de conciliación del referendo reeleccionista, pareciera que el mensaje del Congreso hubiera sido “voten, a pesar de las consecuencias”, o debido a ellas. Al final, la senadora Gutiérrez con su clamor consiguió la solidaridad de opositores, y ayudó a que el gobierno lograra la aprobación del informe de conciliación del referendo.

Esta no es la primera vez que una investigación de la Corte levanta ampolla en el Congreso. Lo mismo ocurrió con las investigaciones por la parapolítica, que aún no han terminado. Desde el gobierno se ha escuchado el llamado a proteger al Legislativo, incluso con la promoción de normas para que incluyan la inmunidad parlamentaria.
 
Pero esas iniciativas oficiales combinadas con una enorme presión del Ejecutivo para que los congresistas le abran la puerta el presidente Uribe para que se quede en el poder, resultan harto sospechosas.

El hecho de que todavía no exista un mecanismo para que la misma instancia que investiga a los congresistas no sea la misma que los juzgue, es un problema de diseño constitucional. Pero no una persecución. La plata encontrada en casa de Villamizar, aunque no es prueba de un delito, si arroja varias preguntas. Incluso, podría dar pie a una nueva investigación por enriquecimiento ilícito.