SALUD
Keralty: “muchos de los que hoy nos atacan públicamente nos buscan en secreto”: ¿Quién del Gobierno denigra de Sánitas mientras la usa?
Joseba Grajales, presidente de Grupo Keralty, dijo que en los micrófonos les dicen de todo, pero en privado les solicitan ayuda.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

Joseba Grajales, presidente de Grupo Keralty, publicó una carta. Lo hizo luego de que el presidente, Gustavo Petro, se “retractara” por decirle criminal.
Y es que pese a que el Consejo de Estado le ordenó al mandatario que se retractara por decirle criminal a Grajales sin pruebas, el jefe de Estado ofreció un discurso en el cual habló en tercera persona, como si el error no lo hubiera cometido él, y no sin antes cargar de nuevo contra el sistema de salud público.
Lejos de ser una rectificación, el mandatario volvió a cargar con toda. “Se confundió con que estaba diciendo que un señor, el señor Joseba Mikel Jiménez era un criminal”, dijo para referirse sin mencionarlo al fallo que ampara a Joseba Mikel Grajales Jiménez. “Criminal es el sistema, y por eso debe cambiar”, agregó.
“Cuando yo digo criminal me refiero al sistema”, reiteró. “El señor creyó que yo estaba usando esos términos para referirme a él como criminal y para referirme a él”, agregó.
Luego volvió a decir que la empresa financiaba campañas políticas. “Hay que vigilar de manera muy intensa que dineros extranjeros no lleguen a la campaña”.
Acto seguido, amenazó al empresario. Petro dijo que él como presidente tiene la facultad de decidir quiénes entran al país.
Tras esta “rectificación” del presidente Petro, Joseba Grajales publicó una carta. Y en ella llamó la atención al señalar: "Y aquí aparece la ironía: muchos de los que hoy nos atacan públicamente nos buscan en secreto. Por la puerta de atrás o mediante llamadas discretas piden atención para sus hijos, para sus padres, para sus amigos y para ellos mismos. Nos calumnian ante los micrófonos, pero confían su salud en nuestras manos cuando la vida les pone a prueba. Y, aun así, los atendemos. Porque no discriminamos. Porque nuestra vocación no depende del discurso de turno. Porque cuidar es un deber moral, no un gesto político".
De inmediato le pregunta surgió respecto a quién se referían. En la emisora Blu radio se indicó que referían a Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud. Según la versión, el ministro ha pedido en privado acelerar citas para sus familiares, al igual que la entrega de medicamentos, pero públicamente ha cargado contra ellos. Aparte, según la referida emisora, integrantes de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de varios congresistas petristas han cargado públicamente contra ellos, pero en privado han pedido favores.

La versión de la referida emisora:

¿En realidad hacen énfasis al ministro Guillermo Alfonso Jaramillo? El jefe de la cartera no se ha pronunciado sobre esta misiva del presidente de Keralty, pero en su momento sí fue consultado por la supuesta contradicción suya de intervenir Sánitas al tiempo que se favorecía de la misma como paciente.
La Superintendencia Nacional de Salud realizó el 2 de abril de 2024 la intervención forzosa administrativa de la EPS Sanitas y ordenó la toma de posesión de sus bienes y negocios a nivel nacional. La decisión se tomó luego de evidenciar, según el gobierno del presidente Gustavo Petro, el estado de su situación financiera, el incumplimiento del indicador patrimonial y el creciente número de quejas de sus usuarios. Esto según argumentos del Gobierno, que tuvo que regresar la administración de la EPS a sus dueños originales por orden de la Corte Constitucional y tras un periodo que estuvo lleno de quejas por la atención a pacientes mientras fue administrada por el gobierno del presidente Petro.
En ese sentido se pronunció el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. “Aquí los servicios, tanto de la EPS como de la prepagada, se van a continuar prestando sin ningún inconveniente”, recalcó. Y agregó: “Pueden tener la absoluta seguridad y la tranquilidad de que estaremos muy atentos para que ustedes, los ciudadanos que hoy están afiliados a esta EPS, puedan seguir contando con los servicios, con la atención, y podamos solucionar los problemas que hoy tiene la EPS”.
Jaramillo fue abordado ese 3 de abril de 2024 por los colegas de Caracol Radio, quienes le preguntaron si seguirá en Sanitas, su EPS, pese a que la Supersalud ordenó su intervención.
“¿Ministro, usted se va a cambiar de EPS? Porque entiendo que la suya es Sánitas también, ¿cierto?“, le preguntaron. ”Yo no me he cambiado ni me pienso cambiar porque nosotros no estamos interesados en (interrumpido por la periodista Vanessa de la Torre)“.
"¿Y a usted lo atienden bien, le ha ido bien con Sánitas?“, le consultó la periodista. ”Yo no voy a decir si me atienden bien o mal porque antes se ríen de mí“.
“Pues ahora que es ministro, obviamente sí. Pero antes de que no era ministro. ¿Cómo le iba?“, le insistieron. “Tampoco. Es que vuelvo y le repito, los indicadores (...) ¿qué indicadores hay, por ejemplo, para que dejen de hacer citologías, mamografías, antígeno prostático? Nunca me han hecho un antígeno prostático en mi EPS. Hablar de mí, yo no puedo hablar de personas y menos de mí, si me ha ido bien con Sánitas. Yo lo que he dicho, con el señor presidente: vamos a defender las EPS, queremos, y para eso era le ley (reforma a la salud), que no sean aseguradoras financieras".
Esta es la misiva completa del presidente de Keralty:
Carta a la opinión pública colombiana, 20 de noviembre de 2025:
Queridos Colombianos:
Cuando algunos nos llaman “extranjeros”, olvidan una verdad sencilla pero profunda: Keralty llegó a Colombia hace más de cuarenta años, cuando la inmensa mayoría de los colombianos de hoy —incluidos los hijos y nietos de quienes nos critican— ni siquiera habían nacido. Llegamos cuando este país daba pasos inciertos y, mientras otros debatían, nosotros ya hacíamos. No vinimos de paso: vinimos a quedarnos. Vinimos a servir. Vinimos a cuidar. Vinimos a construir.
Más del ochenta por ciento de la población actual no existía cuando abrimos nuestras primeras clínicas, generábamos empleo y nos comprometíamos con el futuro de esta tierra. Mientras unos aprendían a hablar, nosotros ya pronunciábamos con hechos el idioma del compromiso, del respeto y del deber cumplido. Y lo hicimos sin heredar nada: lo construimos con trabajo, sacrificio y convicción.
A lo largo de estas décadas hemos invertido en ciencia, innovación y tecnología, incluso cuando no era tendencia hacerlo. Creamos universidades, clínicas generales, clínicas infantiles, centros de atención primaria, centros y clínicas de salud mental, laboratorios, y formamos médicos familiares. Fundamos instituciones para los olvidados y abrimos caminos donde antes no había nada. En cada proyecto sembramos una semilla y en cada semilla depositamos un acto de fe en Colombia.
Cuando llegaron las pandemias, las crisis, los momentos oscuros, no salimos corriendo. Nos quedamos. Nos arremangamos. Nos entregamos. Atendimos al país como quien atiende a su propia familia. Porque eso éramos ya, aunque algunos aún no lo quisieran reconocer.
Y aquí aparece la ironía: muchos de los que hoy nos atacan públicamente nos buscan en secreto. Por la puerta de atrás o mediante llamadas discretas piden atención para sus hijos, para sus padres, para sus amigos y para ellos mismos. Nos calumnian ante los micrófonos, pero confían su salud en nuestras manos cuando la vida les pone a prueba. Y, aun así, los atendemos. Porque no discriminamos. Porque nuestra vocación no depende del discurso de turno. Porque cuidar es un deber moral, no un gesto político.
Nosotros no llegamos con promesas: llegamos con hechos. Y si alguien quiere hablar de patriotismo, que empiece por contar cuántas vidas ha salvado, cuántos empleos de calidad ha generado, cuántos impuestos ha pagado y qué ha construido para su país. Muchos de quienes hoy levantan el dedo en señal de juicio no han aportado ni una fracción de lo que hemos entregado durante más de cuarenta años en impuestos, empleo, inversión, ciencia y servicio.
Porque para nosotros Colombia no es solo un lugar de nacimiento: es un lugar de compromiso. Si ser colombiano significa amar, crear, proteger, servir y respetar esta tierra, entonces hemos sido colombianos desde el primer día, aunque algunos prefieran ocultarlo detrás de discursos fáciles.
No pedimos privilegios ni aplausos. Solo exigimos lo justo: que se respete lo que hemos construido, que la verdad prevalezca sobre el populismo y que se reconozca que esta también es nuestra casa. Y si alguien aún lo duda, basta mirar nuestras cifras: millones de colombianos han sido cuidados por nuestras manos; decenas de miles de familias se sostienen hoy con empleos dignos generados por nuestra organización; hemos pagado impuestos de manera ejemplar; y hemos salvado incontables vidas.
Y, sobre todo, desde nuestra llegada al país y bajo nuestro cuidado han nacido casi un millón de colombianos. Un millón de primeros llantos. Un millón de nuevos respiros. Un millón de esperanzas que empezaron su vida en nuestros centros. Ese primer respiro no pregunta quién es el dueño de la clínica ni de dónde vino el capital: solo reconoce que está en un lugar seguro. Eso es arraigo. Eso es pertenencia. Eso es confianza.
En cada nacimiento, en cada tratamiento, en cada mirada de alivio, se percibe el aroma de nuestro pensamiento: profundo, humano, transformador. No es una fragancia nueva; es la misma esencia que ha impregnado nuestras acciones desde el primer día.
Después de más de cuarenta años sirviendo, cuidando, formando, generando empleo, innovando, pagando impuestos y trayendo vida al mundo, es evidente que ya no somos visitantes: somos familia. Somos parte de Colombia.
Además, lo que proclamamos está documentado. Y lo demostramos con hechos. Y por eso, con respeto y gratitud, decimos hoy: gracias, Colombia.

Joseba Grajales
Presidente Grupo Keralty


