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NACIÓN

Lo que dice el ‘indictment’ del hermano de Marta Lucía Ramírez

Bernardo Ramírez estuvo detenido en los Estados Unidos en la década de los 90 por conspirar para importar heroína a ese país. Al pagar una garantía por 150 mil dólares, obtuvo su libertad.

11 de junio de 2020

El hermano de Marta Lucía Ramírez, Bernardo Ramírez, fue detenido y procesado por la justicia de los Estados Unidos en 1997. Así lo revela el ‘indictiment’ o escrito de acusación al que tuvo acceso Semana Noticias, que da cuenta de que el hermano de la actual vicepresidenta importó estupefacientes a los Estados Unidos usando a dos personas más, Miguel José Aguilera-Asencio y Alejandra Osorio Vargas para traficar, concretamente, heroína.

“Entre julio 9 de 1997 y julio 18 del mismo año, en Miami, condado de Dade, en el Distrito Sur de la Florida, y en otros lugares, los señores Miguel José Aguilera-Asencio, Alejandra Osorio Vargas y Bernardo Ramírez intencionalmente (…) conspiraron (…) para importar a los Estados Unidos desde algún lugar del mismo (…) una mezcla y sustancia con contenido de heroína (…)”, señala uno de los apartes del documento que reposa en los tribunales norteamericanos.

La transcripción concreta de los hechos narrados  por el agente de la DEA Shaun Perry, recogidos en este escrito de acusación, dicen que el 7 de julio de 1997 recibió la información de una fuente confiable y confidencial de que dos individuos identificados como Alejandra Osorio Vargas y Miguel José Aguilera tenían previsto viajar hasta Aruba el 12 de ese mes para obtener un kilo de heroína y llevarlo a Miami, Florida a los dos días.

La pareja realizó el viaje e ingirió 30 cápsulas de heroína de vía oral para no ser captados por las autoridades en el aeropuerto. Así mismo, ocultaron otras 35 cápsulas en su equipaje, para un total de 1 Kg. de esta droga que transportaron entre ambos. Gracias a la fuente confidencial, el agente Perry interceptó a ambos pasajeros, una vez llegaron a sus residencias en Miami Beach y estos confesaron haber hecho de “mulas” para traer esas drogas, las cuales, todavía estaban en el interior de sus cuerpos como se pudo demostrar en unos exámenes de rayos X hechos en un hospital local.

A partir de ese momento, Osorio y Aguilera aceptaron colaborar con los agentes de la DEA con el fin de reducir su pena y señalaron a Bernardo Ramírez como el autor intelectual, así como el receptor de dicha droga. En ese momento, Aguilera organizó un encuentro con Ramírez a través de una llamada interceptada por los agentes, en un centro comercial el norte de Miami. En el lugar del encuentro, la mujer hizo entrega de la heroína a Ramírez y, al cometer el hecho en flagrancia, los agentes federales lo arrestaron.

Además, dice el documento, que conspiraron estas tres personas, con respecto a la posesión de sustancias estupefacientes “con la intención de distribuir heroína”. Aunque en el documento se señala que la pena máxima por este delito es el de cadena perpetua, lo que se lee en la página 22 es el escrito de compromiso firmado por la figura de un agente, en representación de Bernardo Ramírez, para pagar una garantía con el fin de lograr su libertad. Un hecho que fue corroborado por la propia vicepresidenta Marta Lucía Ramírez en un comunicado expedido este mismo jueves acerca de los hechos.

Dicha figura es conocida en el mundo jurídico norteamericano como ‘appearance bonds’, que consiste en dejar una suma de dinero, un proceso que es tramitado a través de un agente en representación del acusado, a cambio de un compromiso. Este se relaciona con la obligación del procesado, en este caso el hermano de Marta Lucía Ramírez, en acudir a la corte federal mientras le sigue el proceso por narcotráfico y comprometerse a no delinquir. La suma total que se aportó fue de 150 mil dólares, de los cuales el 10% le corresponden al agente que intervino en la gestión.

Dentro de las citadas condiciones, por ejemplo, se le obligó a Bernardo a reportarse, al menos, dos veces a la semana por teléfono y dos veces a la semana personalmente. Al mismo tiempo, se le dijo que debía adquirir el compromiso de conseguir empleo. Esa orden está firmada por el juez Barry L. Garber, en Miami, Florida, el 21 de julio de 1997. La pena que purgó Ramírez fue la de cuatro años y medio de prisión.