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NACIÓN

Interna de El Buen Pastor de Bogotá, entre la vida y la muerte por covid-19

Se trata del primer caso positivo en el penal. La familia denuncia que hubo negligencia por parte del Inpec.

15 de julio de 2020

Verónica* cuenta que cada hora que pasa sin recibir llamadas desde el hospital es un alivio para ella y su familia. Su madre, Clara*, de 63 años, se debate entre la vida y la muerte en una cama de la Clínica Colombia en Bogotá. Su diagnóstico: neumonía severa por coronavirus.

Clara parece un nombre más en la lista de los casi 160.000 contagiados de covid en Colombia. La diferencia es que Clara se contagió en una cárcel, en El Buen Pastor de Bogotá, donde llevaba varios años recluida. El suyo es el primero que se registra en este penal. A pesar de que no se sabe bien cómo se pudo haber contagiado Clara, los familiares dicen que su grave estado de salud es responsabilidad del centro penitenciario. "Por estar en la cárcel, se creen que la gente pierde sus derechos", se lamenta hoy su hija Verónica, quien asegura que ignoraron que su madre estuvo muy enferma durante siete días dentro del penal.

El drama de las cárceles en medio de la pandemia ha dejado en evidencia, ante fundaciones de derechos humanos, que los reclusos son ciudadanos "de tercera", y se ha demostrado que existe discriminación y violación a algunos de sus derechos.

Según sus familiares, el contagio de Clara, quien padece epoc, una enfermedad en el corazón e hipertensión, se pudo haber evitado si un juez le hubiera otorgado el beneficio de prisión domiciliaria temporal expedido en el Decreto 546 de abril de este año con motivo de la pandemia. "Sabíamos que si se contagiaba de covid podía ser peligroso, pero un juez se lo denegó", explicó Verónica a SEMANA Noticias.

Afortunadamente, durante tres meses no se había conocido ningún contagio en la cárcel El Buen Pastor y, en principio, Verónica no tenía por qué preocuparse. Las alarmas se prendieron a finales de junio cuando se supo que, al menos, diez funcionarios del penal dieron positivo para covid, pero, hasta donde se conocía, ninguna interna tenía el virus. Sin embargo, el pasado sábado 11 de julio, pasadas las siete de la mañana, Verónica recibió una llamada: su madre estaba grave.

"Me dijeron que me acercara a El Buen Pastor a pedir que dejaran salir a mi madre en ambulancia porque estaba muy enferma y la iban a dejar morir". Verónica cuenta que se comunicó con su mamá, quien le dijo que tenía malestar estomacal, diarrea y vómito. Durante al menos dos horas, según Verónica, insistieron al personal de la cárcel para que llamaran una ambulancia a fin de trasladar a Clara a un hospital. "Les insistimos en que teníamos plata para una ambulancia privada. Nosotros les habíamos dicho que mi madre tiene medicina prepagada y que nos dejaran pedir una ambulancia prepagada, pero que tenía que pedirse por Fiduprevisora", dijo Verónica.

Finalmente, la ambulancia llegó y trasladaron a Clara hasta la Clínica Colombia. En el trayecto, la mujer sufrió un paro cardiorrespiratorio y tuvieron que reanimarla. La situación de la mujer era muy delicada. Al ingresar a la clínica, volvió a sufrir otro paro. "El médico sale a decirnos (...) que necesitan intubarla inmediatamente porque presenta un cuadro clínico muy grave y nos confirman que tiene una neumonía muy avanzada y uno de sus pulmones está muy inflamado", cuenta Verónica.

La familia de Clara no comprendía por qué, dado el grave estado de salud que tenía, el penal no la había remitido a su madre a un hospital antes. Ahí, Verónica descubrió que su madre llevaba siete días enferma: "Tenía dolor de garganta, dolor de cabeza, tuvo fiebre… todos estos síntomas claramente son síntomas de covid, pero ellos omitieron todo esto", dijo Verónica. La joven, quien obtuvo la historia clínica del penal, conoció que su madre se presentó ante la médica del centro penitenciario en dos ocasiones y que la profesional, al parecer, nunca consideró que pudiera tener covid. Por ese motivo, según narra Verónica, no se le solicitó que le ralizaran la prueba y tampoco fue aislada de sus compañeras, las cuales, incluso, tuvieron que socorrerla hasta la noche anterior a su traslado al hospital. "Me cuentan que ella estaba muy débil y que todas recurren a buscar botellas plásticas para ponerle agua caliente en el cuerpo porque empieza a tiritar del frío; además de eso, ella empieza a manifestar que le duelen los huesos y que no está sintiendo la cadera, y se siente muy cansada", detalló Verónica.

El sábado 11 de junio, cuando Clara ingresó a la Clínica Colombia, se le hicieron las pruebas de covid. Dos días después, el lunes 13 de junio le confirmaron que dio positivo: Clara sí tenía covid. Ahora el estado de salud de la interna, la primera privada de la libertad en tener coronavirus en esa cárcel, es muy grave: "Presenta un cuadro clínico bastante delicado, está grave, su corazoncito está delicado porque al dejar de funcionar los pulmones los demás órganos empiezan a colapsar (...) puede fallecer en cualquier momento", contó su hija Verónica.

En medio de su dolor, Verónica decidió iniciar una denuncia penal al Inpec por presunta negligencia médica y tentativa de homicidio. "Ellos son culpables de la situación que está viviendo mi mamá. Y sin saber que estaba contagiada, dormía con dos personas más", dijo.

SEMANA Noticias consultó este caso con el Instituto Penitenciario y Carcelario, el cual asegura que la orden de traslado al hospital la dio la misma dirección de la cárcel tras conocerse el grave estado de salud de la interna, y no la familia de Clara. Así mismo, el Inpec dice que sí se había solicitado la prueba de covid para Clara a la Secretaría de Salud, pero coincidió que cuando se la iban a realizar, ya se encontraba hospitalizada en la Clínica Colombia. Aseguran, también, que desde el momento en el que se conocieron los síntomas de Clara, la interna estuvo aislada del resto de reclusas. Sin embargo, SEMANA Noticias pudo comunicarse con un alto cargo de la cárcel El Buen Pastor, quien aseguró que nunca se solicitó la prueba de Clara ni se le aisló, puesto que no se consideró que tuviera síntomas de covid, tal y como asegura Verónica, que tiene en su poder la historia clínica de su madre en el penal.

Además de la salud de Clara, que pende de un hilo, 450 internas del patio 5 donde se encontraba Clara y, en particular, de las dos compañeras de celda que fueron aisladas desde el sábado, están preocupadas por su salud, pues aunque el Inpec asegura que ya se solicitó a la Secretaría de Salud de Bogotá que se hicieran las pruebas, desde el pasado sábado 11 de junio no ha llegado ningún funcionario para realizarlas.

Verónica asegura que desde que comenzó la pandemia no ha existido un protocolo de bioseguridad en El Buen Pastor: "Es una mentira que el Inpec tenga protocolos de seguridad, jamás han tenido protocolos de seguridad. Desde hace tres meses las familias somos las que hemos llevado tapabocas y guantes porque el Inpec recibe una cantidad de dinero por cada interno y no son capaces de comprar un tapabocas de 1.500 pesos. Jamás han hecho un protocolo de bioseguridad", denunció.

A pesar de que se aisló el patio donde Clara se encontraba, las 1.900 internas recluidas en El Buen Pastor piden que se dé prioridad a las pruebas de coronavirus, ya que temen que, dado el alto hacinamiento, haya un brote de covid en esta cárcel.

Verónica* y Clara* nombres modificados por petición de la denunciante.