Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia | Foto: SEMANA

Nación

“No tengamos miedo; es tiempo de sentirnos apoyados en los brazos de los demás”: monseñor Elkin Álvarez

El secretario de la Conferencia Episcopal hace un llamado a no temer si los seres humanos se dirigen hacia un objetivo común: la unidad.

27 de marzo de 2020

A propósito del mensaje que desde el Vaticano envió el papa Francisco durante la oración ‘Urbi et Orbi’, son varios los mensajes de esperanza que han llegado, no solo desde la Iglesia Católica sino, en general, de una población preocupada y con algo de angustia que ve cómo sus seres queridos han ido enfermando e, incluso, falleciendo, por causa del coronavirus. 

Uno de esos mensajes provino de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien participó como comentarista invitado a Vicky en Semana y desde este programa hizo un llamado a la sociedad para que, sin distingo de sexo, religión o raza, se acompañe en estos momentos de crisis. “No hay que por qué temer si los seres humanos se vuelcan hacia un objetivo común: la unidad”, fue el mensaje de esperanza que envió en la parte concluyente. “Cuando parece que todo se cierra, el Señor siempre nos dice ‘no tengan miedo’. En este momento, el Señor es la expresión de la cercanía. Dejar el miedo es volcarnos a Él, soltarnos en Él y poder confiar en su fuerza y en su acción  para que no tengamos miedo, tenemos que confiarnos unos a otros, es tiempo para sentirnos apoyados en los brazos de los demás”, dijo monseñor en su reflexión. 

El líder religioso, además, dijo que lo que está ocurriendo a nivel global por cuenta del covid-19 debe ser un momento para reflexionar en el sentido de ser capaces de ser más solidarios los unos con los otros y de preocuparnos más por quienes nos rodean. “En este momento es cuando más debemos sentirnos responsable el uno del otro. Es la casa de todos la que está en tormenta y lo importante es sentirnos hermanos, avanzar juntos para superar esta emergencia”. 

Insistió, finalmente, en que “no nos podemos sentir omnipotentes” sino “necesitados del amor de Dios” y, en tal sentido, tener la suficiente conciencia de que debemos propender no solo por el bienestar personal sino por ayudar a los más necesitados y a los más olvidados. “Es un tiempo de profunda fraternidad”, insistió monseñor, mientras agradeció por las distintas labores sociales que se han emprendido en todas las latitudes para ayudar a las personas más afectadas por esta emergencia provocada por el coronavirus.