Ciencia

Avi Loeb explica en exclusiva a SEMANA si 3I/ATLAS podría ser tecnología alienígena: “Primero tendremos que defender la Tierra”

La entrevista dejó ver que, para Loeb, cualquier indicio tecnológico externo debe tomarse con absoluta seriedad.

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David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

15 de noviembre de 2025, 6:11 a. m.
 El próximo 19 de diciembre, 3I/ATLAS registrará su mayor cercanía a la Tierra. “Lo veo como una oportunidad para inspirarnos, para cooperar entre nosotros en lugar de estar en conflicto”.
3I/ATLAS se acerca a la Tierra el 19 de diciembre, Loeb: “Lo veo como una oportunidad para inspirarnos, para cooperar entre nosotros en lugar de estar en conflicto”. | Foto: AFP

El hallazgo de un nuevo objeto interestelar ha encendido las alarmas en la comunidad científica. Se trata del cometa 3I/ATLAS, un fenómeno astronómico detectado en 2024 que alcanzó su máxima aproximación al Sol el pasado 29 de octubre de 2025, punto conocido científicamente como perihelio.

Su nombre no es casual. El prefijo 3I indica que es el tercer (3) objeto interestelar (I) conocido; es decir que proviene de fuera de nuestro sistema solar y ATLAS hace referencia al sistema de telescopios que lo descubrió en Hawái, Estados Unidos.

Según los cálculos, el próximo 19 de diciembre registrará su mayor cercanía a la Tierra. Sin embargo, por diferentes anomalías, como la trayectoria, el brillo variable, el comportamiento atípico de la cola y el haberse detectado desplazándose a gran velocidad –unos 210.000 kilómetros por hora, de acuerdo con la Nasa–, el objeto ha despertado preocupación entre los expertos por diferentes características que lo diferencian de lo que en la actualidad se conoce como un cometa.

De hecho, 3I/ATLAS se ha convertido en una oleada de teorías en las redes sociales. Se ha interpretado este objeto como una posible nave nodriza, una nueva civilización e, incluso, han señalado que se trata de una especie que alguna vez había tenido contacto con la humanidad y ahora podría estar de vuelta.

Para entender lo que realmente podría significar y evaluar si existe una posibilidad tecnológica detrás de su origen, SEMANA conversó con Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, profesor baird de ciencias y director del proyecto Galileo, que tiene como finalidad la búsqueda de evidencias de inteligencia tecnológica extraterrestre.

Las diez anomalías observadas reforzaron la discusión sobre su naturaleza real.
El análisis del astrofísico destacó patrones que no encajan con un cuerpo típico del sistema solar. | Foto: Anadolu via AFP

Es, además, el científico más reconocido por investigar la hipótesis del objeto 3I/ATLAS. De acuerdo con sus observaciones, se trata de un cuerpo que presenta al menos diez anomalías que lo distinguen de un cometa típico, relacionándolo con una civilización avanzada.

“Debemos considerar la posibilidad de que se trate de tecnología alienígena, ya que las implicaciones para la humanidad serían enormes. Incluso, si le asignamos una pequeña probabilidad a un evento, podría tratarse de un ‘cisne negro’”, señaló Loeb.

Dos anomalías que no encajan en un cometa común

Loeb explicó que dos de las diez anomalías de 3I/ATLAS presentan características deslumbrantes.

  • Una, relativa al tamaño aproximado de una ciudad, cerca de 10 kilómetros de diámetro, y una masa que supera los 100.000 millones de toneladas.
  • La otra anomalía se basa en su desplazamiento, que, dentro del plano de los planetas del sistema solar, constituye un comportamiento inusual para un cometa.

Según el astrofísico, las imágenes recientes revelan chorros de material que se desprenden de su superficie, un fenómeno que aún no tiene una explicación definitiva.

“Vemos chorros, una serie de chorros que salen de su superficie en dirección al Sol y en dirección opuesta. Estimé que la masa que transporta estos chorros es de alrededor de 50.000 millones de toneladas”, explicó Loeb.

Añadió que esa cantidad solo podría mantenerse si el objeto fuera extremadamente enorme: “Esto es muy emocionante”.

Avi Loeb advirtió que la pérdida de masa en 3I/ATLAS es demasiado alta para un cuerpo natural.
Las fotografías revelaron los denominados "chorros" que se extienden millones de kilómetros desde 3I/ATLAS. | Foto: Observation by Michael Buechner, Frank Niebling

La gran pregunta de Loeb es si esos chorros se deben a una composición natural o si podrían ser propulsores de origen tecnológico alienígena.

“Los propulsores tecnológicos expulsan material a velocidades mucho mayores, de uno a dos órdenes de magnitud más que las sustancias volátiles que se subliman de un cometa. En ese caso, el combustible usado para la propulsión podría ser menos del 1% de la masa del objeto, mucho menos que en un cometa natural”, precisó.

Aunque el académico insistió en mantener la mente abierta, consideró que un objeto de esas dimensiones implicaría capacidades que superan con creces las actuales tecnologías humanas.

“Hay que considerar que los cohetes que hemos producido hasta ahora son unas 100 veces más pequeños que este objeto y para lanzarlos se necesitan tecnologías que superan con creces las que poseemos”, señaló.

¿Está la humanidad preparada para una confirmación extraterrestre?

Indicó que, si 3I/ATLAS tuviera un origen tecnológico, podría representar una oportunidad sin precedentes para comprender civilizaciones más avanzadas que la nuestra.

“Podemos aprender observando. Es una gran oportunidad para inspirarnos en posibles hermanos cósmicos que tengamos y quizá imitarlos una vez que aprendamos a producir objetos tecnológicos así”, expresó.

Si se confirmara que 3I/ATLAS es tecnología alienígena, según él, un hallazgo de ese tipo podría redefinir nuestras prioridades como especie.

El científico subrayó que un primer paso sería reforzar la defensa planetaria.

“Primero tendremos que defender la Tierra, porque podría haber una amenaza potencial de tecnología alienígena. Así que decidiremos colocar una serie de interceptores que nos alerten sobre objetos que se acercan y que potencialmente los desvíen y nos protejan”.

Loeb sostuvo que un contacto con tecnología avanzada transformaría las prioridades globales de seguridad.
El astrofísico advirtió que la humanidad podría necesitar interceptores para vigilar y desviar objetos provenientes del espacio profundo. | Foto: Generada con IA - Bing

Pero su visión va más allá de la precaución: Loeb imagina que un encuentro de este tipo podría convertirse en una fuente de inspiración global.

“Cualquier visita de tecnología alienígena nos inspirará a visitarlos, salir del sistema solar, y eso nos motivaría a destinar una fracción importante del presupuesto militar, que suma unos 2,4 billones de dólares al año, al espacio. Con un billón de dólares al año, podríamos construir, en principio, una plataforma espacial de albergue para humanos en viajes largos, con los mejores arquitectos, científicos e ingenieros, y para finales de este siglo podríamos embarcarnos en un viaje interestelar”, explicó.“

Lo veo como una oportunidad para inspirarnos, para cooperar entre nosotros en lugar de estar en conflicto (…) sería como un monumento a nuestra existencia”, añadió.

“Si es un problema tecnológico, sí… estamos jodidos”

Loeb también reconoció que no todo escenario es optimista, pues, en una reciente entrevista, el astrofísico había advertido que “si es un problema tecnológico, sí… estamos jodidos”. Ahora, en diálogo con SEMANA, explicó los temores que sustentan esa frase.

En declaraciones previas, Loeb reconoció que un hallazgo de este tipo podría dejarnos “jodidos” frente a capacidades superiores.
En una reciente entrevista, el profesor había advertido que, si 3I/ATLAS resulta ser tecnología extraterrestre, “estaríamos jodidos”. | Foto: YouTube - @Fox10Phoenix

“Me preocupa más la posible nave nodriza, que podría liberar sondas que lleguen a la Tierra y sean hostiles, y que, básicamente, nos amenacen a los humanos en este planeta; y, por supuesto, quizá no seamos capaces de enfrentarnos a tecnologías que superen las nuestras. Sería una experiencia aterradora, similar a ir a una cita a ciegas cuando la otra persona es un asesino en serie”.

Aunque sus palabras puedan parecer alarmantes, Loeb insistió en que hablar de riesgos es parte del pensamiento científico responsable.

Una pregunta al universo: el misterio antes del Big Bang

SEMANA lo consultó sobre qué pregunta le formularía al universo si pudiera recibir una respuesta.

El astrofísico fue directo: “Mi pregunta es: ¿qué sucedió antes del big bang? Esta pregunta es fundamental para entender nuestras raíces cósmicas y también lleva información sobre cómo unificar la mecánica cuántica y la gravedad”.

Y agregó: “Una vez entendamos eso, tendremos la receta para crear un universo bebé en el laboratorio, en principio, y así entenderemos mejor la noción de Dios. Porque el principal requisito de Dios en cuanto a su labor es poder crear un universo”.

En diálogo con SEMANA, Loeb sostuvo que conocer “el antes” del universo transformaría la ciencia actual.
Según Loeb, la capacidad de crear un “universo bebé” sería el mayor avance para entender nuestra naturaleza cósmica. | Foto: Getty Images

Loeb invitó a mirar el cielo con una mezcla de cautela y esperanza. Su hipótesis sobre 3I/ATLAS, además de desafiar los límites del conocimiento astronómico, también recuerda que la curiosidad –esa chispa que impulsa a la humanidad a explorar lo desconocido– podría ser el mayor legado de nuestra especie en el universo.

“Mi consejo para los jóvenes que están ingresando a la ciencia es que mantengan su curiosidad y nunca pretendan ser el adulto en la sala que ya conoce la respuesta de antemano. La ciencia es una gran oportunidad para explorar nuevos conocimientos, pero requiere humildad, lo que significa que no podemos encontrar la respuesta a menos que la naturaleza nos dé las pistas, porque la naturaleza es mucho más imaginativa que incluso los mejores guionistas de Hollywood”, puntualizó.