MEDIOS
¿Los medios impresos están condenados a la desaparición?
La eterna discusión sobre si el futuro de las publicaciones está inexorablemente en las plataformas virtuales revivió en el evento Digital Next. Expertos opinan.
Encuentra aquí lo último en Semana
Es inevitable hacerse esa pregunta cuando hace pocos meses uno de los periódicos más tradicionales del Reino Unido,The Independent, perdió la batalla ante las nuevas tecnologías y tuvo que despedirse para siempre del papel. Y no es un caso aislado. Serios recortes de personal han afectado decenas de medios. En Estados Unidos, el número de periódicos se ha reducido a su cuarta parte en solo unos cuantos años. Y solo hace un mes, una emocional carta del director de El País de España declaró que el futuro de ese medio pintaba más digital que impreso.
En el evento Digital Next, organizado por SEMANA y Telefónica Movistar, se abordó esta preocupación en un panel con algunos pesos pesados del periodismo y los nuevos medios.
El debate fue precedido por un discurso de Lydia Polgreen, editora del New York Times, uno de los diarios que mejor ha sabido enfrentar las transformaciones que desembocaron con las nuevas tecnologías. ¿Cómo lograron seguir tan fuertes? La respuesta de Polgreen radica en la calidad. “Nuestro modelo de negocio es simple: publicamos contenidos de calidad y cobramos por ellos”.
El New York Times se ha convertido en el abanderado global de la estrategia ‘pay per view’ (pague por ver) para los diarios, algo que ha provocado acaloradas discusiones en las mesas directivas de periódicos de todo el mundo. Y es que tomar la decisión de cobrar por leer no ha sido fácil. Menos en una época en que las bondades de Internet pregonan el conocimiento libre y una fluidez de la información antes inimaginable.
Las nuevas dinámicas virtuales han demostrado premiar los medios que difunden contenidos que no siempre responden a la intensidad periodística. Se dice que los usuarios de hoy en día se dejan seducir por noticias cortas y fáciles de digerir. Y también por temas livianos, que otrora resultaban ‘indignos‘ de una redacción de calidad.
Frente a esto, muchos portales de noticias han sucumbido a la “tentación” –como lo calificó Polgreen- de caer en el contenido fácil que les genere clics en Internet. Sin embargo, de acuerdo con Nora Sanín, directora de Andiarios, el futuro de la comunicación no gira en torno a eso. “Lo que nos va a salvar es el periodismo, el buen periodismo. Tenemos que hacer cada vez mejor lo que sabemos hacer”, precisó.
Roberto Prata de Lima, del Folha brasileño, también se mostró crítico frente a algunas estrategias que han emprendido medios de la región y del mundo. “No creo que trate de crear URLs a lo loco, sino de hacer contenidos de calidad, bien pensados, que logren poner a pensar al lector”.
Mucho ruido y pocas nueces
Pero aunque suene alentador, en la realidad pocos medios se han esforzado por brindar contenidos de calidad que aprovechen las bondades de las nuevas tecnologías. Por lo menos así lo expresó Camilo Gómez, quien se desempeña como gerente del Partnertship en Latinoamérica de Google. Según el ejecutivo, mientras el New York Times ha salido al paso con plataformas de realidad virtual que sumergen al usuario en una experiencia riquísima, o en el Folha se usan drones para cubrimientos en vivo interactivos, en Colombia es demasiado poco lo que ha pensado sobre cómo distanciarse del imperecedero texto y crear nuevas narrativas.
Sin embargo, puede que el New York Times y el Folha estén más adelantados con respecto a la aprehensión de las nuevas tecnologías. Pero de ningún modo tienen la partida ganada. Cada nueva alternativa digital es un nuevo experimento, una prueba que puede ser exitosa o errada, y que igual se olvidará en la inmediatez de Internet. Como bien concluyeron todos los ponentes, "nadie es un experto aún en saber cómo impactar a los nuevos lectores, a la generación de las millenials", cuyo entendimiento, valga decirlo, ha resultado tan complejo como interesante.
‘La Pulla’ de El Espectador y el lenguaje para los millenials
Una de las claves, segunín Eduardo Garcés, gerente de El Espectador, puede vislumbrarse a la luz del experimento audiovisual que ese diario creó hace algunas semanas. Hablaba de “La Pulla”, una serie web que pone en boca de una carismática joven algunas de las indignaciones más sonadas del país. No es un contenido suave, ni está hecho rápidamente. Por el contrario, la mujer lanza un monólogo con temas políticos de alto nivel, a veces valiéndose de hechos de difícil comprensión. Detrás de ella hay una investigación de semanas y varias personas que colaboran en ella. Y el éxito de “La Pulla” ha sido innegable: más de 8 millones de reproducciones y cientos de miles de compartidos en las redes sociales.
¿Cómo lo logró? A través de su lenguaje, de su dinamismo y de su estética que no está lejos de la que usan los youtubers, aquellos personajes que tanto debate causaron hace apenas una semana. “La Pulla demostró que no tenemos que perder la identidad para llegarle a las nuevas generaciones. Si algo tiene calidad y es relevante, tiene todas las posibilidades de volverse viral”, dijo Garcés.
Garcés también opinó que la creación de contenidos de calidad en algún momento abrirá la puerta del cobro a sus clientes. De hecho, fue muy claro en expresar que ese es el camino que tomará El Espectador: “Sí, definitivamente vamos a cobrar por contenidos digitales, pero aún falta ver la estrategia que usaremos”. Su intervención hizo que su nombre fuera tendencia nacional en Twitter, lo que mostró el impacto que tuvo el evento.
Pero no por eso, los ponentes pensaron que el futuro de los medios impresos está en las pantallas de los ordenadores, de los celulares o de las tablets. “Los medios tienen su futuro garantizado si saben diferenciarse”, explicó Nora Sanín. En la discusión hubo un rato para que los ponentes se pusieran de acuerdo en que cada medio responde a intereses distintos, y que por tanto cada quien debe afrontar diferentes retos para asegurar la supervivencia.
Pero para Luis Fernando Santos, consultor especializado, no se trata más que de un nuevo desafío para una industria que seguramente no sucumbirá por los cambios digitales. Según él, en el pasado ha habido otros escollos, y el periodismo ha sabido convertirlos en oportunidades. Incluso, el consultor se aventuró a profetizar que “el papel no se va acabar”. Con eso, se concluyó que los medios no deben alarmarse ante el panorama. Pero tampoco bajar los brazos.