Antes de la pandemia, los malos comportamientos se daban en persona, ahora en llamadas y mensajes.
Los empleados de Meta están inconformes con el regreso a la oficina. | Foto: Getty

Tecnología

Empleados de Meta tienen que trabajar en el suelo; el regreso a las oficinas no ha sido como se esperaba

Meta ordenó a sus empleados regresar a las oficinas, lo que ha sido todo un caos y un reto para la compañía y sus trabajadores.

Redacción Semana
3 de octubre de 2023

Luego de que los directivos de Meta, casa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ordenaran volver a sus empleados a las oficinas tras varios años de trabajo en casa, las quejas de los trabajadores se han multiplicado debido al inconformismo por esta decisión.

Y es que aunque la presencialidad es obligatoria, al menos tres días a la semana, el malestar por la falta de espacio, por la poca privacidad que ahora se tiene en la oficina y por la dificultad para encontrar sillas y puestos de trabajo, está latente en los corredores y pasillos de Meta.

Según el portal Business Insider, algunas fuentes consultadas y las cuales pidieron mantenerse bajo anonimato, han señalado que para poder realizar una reunión con los equipos de trabajo, es necesario pasar varias horas, incluso días, buscando una sala de juntas; además, en caso de tener éxito, los empleados deben sentarse en el suelo ante la falta de sillas para poder atender la junta.

Mark Zuckerberg, CEO de Meta, tiene un gran interés en desarrollar el metaverso.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha sido uno de los grandes opositores al teletrabajo. | Foto: AP

“Hemos trabajado para solucionar este problema con más espacios de colaboración y estaciones de trabajo que permitan las videollamadas y el trabajo en equipo”, fue la respuesta de uno de los voceros de Meta al portal ya mencionado.

Ese mismo vocero señaló que no ha sido un proceso fácil, pues Meta cuenta con más de 80 oficinas en todo el mundo y está tratando de que el regreso a la presencialidad no sea tan tortuoso como lo ha sido hasta ahora.

Y es que este inconformismo por volver a las oficinas y el malestar provocado por la invasión del espacio, la falta de puestos y el tener que compartir computadores, sillas y mesas, se ha visto traducido en una disminución de la productividad, lo cual parecer ser un afecto colateral de la decisión adoptada por la compañía.

Meta - Facebook - Instagram - WhatsApp
Los empleados de meta se quejan por la falta de sillas y puestos de trabajo. | Foto: Getty Images

Y es que el sistema de escritorios calientes o ‘hot desk’ no está funcionando del todo bien, pues las personas que van esporádicamente a la oficina no encuentran un lugar donde ubicarse, pese a que deben reservarlo para poder utilizarlo durante tres días; además, quienes renunciaron a sus oficinas y equipos cuando se abrió la posibilidad de trabajar desde la casa, ahora están teniendo serios inconvenientes para poder ejercer sus labores desde la presencialidad.

La nueva política de Meta para poder aplicar a un trabajo remoto, señala que después de 18 meses de haber estado vinculado a la corporación, los empleados podrán elevar una solicitud de este tipo; sin embargo, y ante la cantidad desbordada de pedidos para regresar a casa, Meta señaló que los requerimientos hechos desde agosto solo serán estudiados hasta finales de octubre y, a partir de allí, de manera mensual, por lo que las respuestas para poder trabajar de forma remota serán demoradas.

La covid-19 hizo que en Colombia se incrementaran en 71 por ciento el número de personas que trabajan desde sus casas.
La pandemia por el Covid-19 obligó a muchas empresas a enviar a sus empleados a casa; desde entonces el regreso se ha venido dando de forma gradual. | Foto: Cortesía Compensar

Además, los consultados por Business Insider señalan que da lo mismo asistir a las oficinas si las reuniones con el resto del equipo y otras áreas se desarrollan a través de herramientas como Zoom.

“La gente solo viene a la oficina para estar en Zoom”, fue una de las respuestas de un empleado de Meta consultado por ese portal y quien, claramente, no está a favor de regresar a la presencialidad.