Turismo
Estos son los encantos del pequeño pueblo conocido como ‘el paraíso de los postres’, un mágico destino a 4 horas de Bogotá
Este lugar tiene una amplia oferta gastronómica.
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La gastronomía es una de las grandes fortalezas de Colombia. Sus platos típicos atraen a propios y extraños que se deleitan con la diversidad de sabores que se ofrecen en las diferentes regiones del país.
Una de las líneas gastronómicas para no perderse son sus postres y en muchos pueblos y ciudades del territorio nacional se preparan los mejores. Esto sucede en un pequeño pueblo de Boyacá, ubicado a cuatro horas de Bogotá, en donde estas preparaciones se constituyen en uno de sus principales atractivos turísticos.
Se trata de Iza, donde sus habitantes les ofrecen a los viajeros diversidad de alternativas para deleitar su paladar. Son muy especiales aquellos que se elaboran a base de leche, dentro de los que se incluyen el arroz con leche, cuajada con melado, flan y manjar blanco, entre otros. Allí los visitantes disfrutan de una gran variedad de sabores.
Datos del Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), indican que la tradición repostera de este municipio lleva más de 30 años de práctica y se ha consolidado como una de las principales fuentes económicas generadoras de ingresos.

La elaboración de los postres está muy influenciada por la disposición de la producción lechera en el territorio. Inicialmente, se centró en la elaboración y comercialización de tortas y paulatinamente se fueron incluyendo otras variedades de postres como el mousse de frutas de temporada, el merengón, la leche asada y el cheesecake, entre otros, hasta consolidar una oferta constituida por cerca de 30 tipos de postres.
Esta dulce oferta se complementa con la trucha arco iris, preparada de diversas formas y con diferentes salsas, convirtiéndose en un plato apetecido por los visitantes y turistas, al cual se suman sopas como el mute de maíz (amarillo o pelado con legía), mazamorra dulce (con chicha), mazamorra chiquita, cuchuco de maíz, trigo o cebada.
Otros atractivos
Quien llega hasta este pequeño pueblo, de unos 2.000 habitantes, con la idea de degustar los postres, también tiene la posibilidad de realizar otras actividades. Una de ellas es apreciar su arquitectura colonial que hace de este pueblo un encanto para no perderse.

Su centro histórico fue declarado Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional. Sus monumentos homenajean a personajes ilustres y de la cultura popular izana y sus murales representan la memoria y legado ancestral. Se dice que las tradiciones auténticas de este mágico destino llevan a un viaje en el tiempo, convirtiéndolo en una gran experiencia.
Para tener un momento de relajación y de descanso, Iza cuenta con aguas termales, un tesoro natural que se ubica lejos del bullicio diario, en donde es posible desconectarse del día a día. Las propiedades terapéuticas de estas aguas brindan momentos de calma y recuerdos en medio de un ambiente tranquilo que se puede compartir en familia.
En Iza hay diversidad de sitios naturales que se pueden visitar, hacer senderismo y apreciar su flora y fauna. Sin duda, un destino ideal para los amantes de la naturaleza.