140 millones de dólares en efectivo. Así fue la casa de Donald Trump

“Incluso para los estándares de esplendor y exceso de Palm Beach, la finca de estilo francés en 515 N. County Road, con sus espectaculares vistas al mar y un espacio enorme de playa privada, es extraordinario”, así describía hace un par de años el portal norteamericano Politico una lujosa mansión en la Florida que explicaba las relaciones sospechosas de Trump con magnates rusos.

El reportaje de ese medio, titulado Trump y los oligarcas, contaba ese nexo que unía al entonces presidente de los Estados Unidos con los millonarios soviéticos. La casa era la demostración de esa relación. Trump se la había vendido en 2008 a Dmitry Rybolovlev. El millonario ruso anunció esta semana que acaba de volverla a vender por una de las sumas más altas que se han pagado por una propiedad en esa región: 140 millones de dólares en efectivo.

“La casa no fue construida para un oligarca ruso, pero salía perfectamente con él. La mansión de 62.000 pies cuadrados y 17 habitaciones es un palacio realmente, con fuentes griegas, canchas de tenis, murales, estacionamiento subterráneo para docenas de autos y una piscina enorme con un jacuzzi con vista al mar. Incluso tenía un nombre falso aristocrático: Maison de l’amitié (Casa de la amistad), señalaba el portal.

La casa vendida no es la que menciona el político, sino una extensión de la misma. Cuando compró el terreno, este era tan amplio que el magnate ruso construyó otras tres propiedades. Una de esas, construida con un estilo moderno, es la que acaba de ser comprada por otro millonario ruso del cual por ahora no se conoce la identidad.

Según reportó la agencia EFE, “el ruso demolió la casa que le vendió Trump, dividió el terrenos en tres lotes y los vendió por casi 109 millones de dólares. Una empresa administrada por el constructor de viviendas de lujo Mark Pulte compró en 2017 uno de los lotes por 37 millones de dólares y construyó la casa. Ahora, según el diario Wall Street Journal, la casa, de dos acres y 21.000 pies cuadrados, será vendida a un residente de Nueva York por unos 140 millones de dólares”.

EFE agregó que “la mansión de Florida, diseñada por William M. Boyle, tiene una casa de huéspedes separada, nueve habitaciones, una piscina frente al mar, un gimnasio, sauna y peluquería”.

Trump había dicho que ese terreno era “la mejor tierra de la Florida y quizá de todos los Estados Unidos. En su momento aseguró que la mejoraría tanto que sería la segunda casa más bella del país, después de Mar-a-Lago. Cuando se la vendió a Dmitry Rybolovlev, realmente ganó una fortuna.

Rybolovlev es uno de los personajes más escudriñados de Rusia. Es el dueño del Mónaco, pero la gente lo conoce por dos cosas: haber protagonizado lo que se llamó el divorcio más caro de la historia y haber vendido el cuadro más caro del mundo.

Sobre lo primero, el diario El País de España registró que “la del matrimonio Rybolovlev es una de esas historias que pueden dar materia para un libro o una película de éxito. Desde una gris ciudad industrial de la Siberia soviética al Olimpo de los multimillonarios. Tal es el camino del oligarca ruso Dmitri Rybolovlev y de su esposa Elena... Desde un primer momento, la información ocupó todas las portadas, en Suiza y en el extranjero, dado que la suma que el Juzgado de Primera Instancia de Ginebra accedió a concederle a Elena Ryboloveva asciende a la friolera de 4.020.555.987,80 francos suizos, o para entenderlo mejor, poco más de 3.200 millones de euros. Una suma sin precedentes en el finiquito de un proceso de divorcio, tanto para Suiza como para el mundo entero”.

Si quiere ver la casa original

Sobre lo segundo se trató de una verdadera joya: el Salvator Mundi, la última obra de Leonardo da Vinci en manos de un coleccionista privado. Se subastó por 450,3 millones de dólares en Christie’s.

“Salvator Mundi es una obra excepcional, hasta el punto de que los especialistas se refieren a ella como el Santo Grial en el mundo del arte. No solo más que duplicó los casi 160,9 millones de euros desembolsados hace dos años por Mujeres de Argel, de Pablo Picasso, el récord hasta ahora en una subasta, sino que superó ampliamente los cerca de 255 que pagó en privado el financiero Kenneth Griffin por Interchange, de Willem de Kooning, y los 178 que le sirvieron a un emir de Catar para hacerse con Nafea Faa Ipoipo (¿Cuándo te casarás?) de Paul Gauguin”, agregó el diario español en su momento.

Ahora, el millonario ruso es noticia por vender la espectacular casa.

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