Ellos no saben qué hacer cuando no cumplen el papel de sementales. eso les impide buscar intimidad sexual

RELACIONES DE PAREJA

Amor, tengo dolor de cabeza

Malas noticias para las mujeres. Según un estudio reciente, los hombres pierden primero el deseo sexual en las relaciones de pareja.

19 de mayo de 2018

En las películas, series y chistes protagonizadas por parejas de larga data, la frase “esta noche no” o el ademán de voltearse para su lado en la cama siempre se ha atribuido a las mujeres. Un nuevo estudio, sin embargo, señala que esa idea es errada y que el hombre tira la toalla primero. Las razones van desde cuestiones físicas hasta emocionales, como el temor a perder su libertad dentro de la relación.

La nueva tesis cambia drásticamente la noción de que el sexo masculino está siempre listo para estos menesteres y que su sexualidad funciona como un simple interruptor que enciende y apaga. Según el análisis hecho por un par de psicólogas de la Universidad de Kentucky, para el cual revisaron más de 64 estudios realizados desde 1970, esa creencia cultural de que ellos tienen más deseo sexual en las relaciones estables no siempre fue consistente.

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Las expertas encontraron más bien que el deseo en la pareja baja y sube por una variedad de razones. Además, que los hombres tienen en gran medida la responsabilidad de la falta de sexo en un matrimonio largo porque sufren la presión de desempeñarse como sementales que deben llevar la iniciativa. Según las expertas, ellos se sienten abrumados por la carga de iniciar los encuentros aun cuando no los desean.

“Esperamos que el deseo en el hombre sea siempre alto y sencillo, que se active rápidamente con un botoncito, mientras pensamos que en ellas el deseo depende de un complicado centro de comando. Pero lo cierto es que ambos son complejos”, dice Kristen P. Mark, coautora del trabajo y directora del Sexual Health Promotion Lab de la Universidad de Kentucky.

El hallazgo más sorprendente es que, al igual que las mujeres, los temas emocionales obstaculizan el desempeño sexual de los hombres. Según el estudio, ellos se desconciertan cuando se sienten inseguros o tristes ante una situación puntual en la vida, como ser despedidos del trabajo. También, cuando creen haber perdido la libertad dentro de la relación o cuando están bajo estrés. El estudio señaló, además, que los hombres que perdían esa conexión sentimental también experimentan bajo deseo sexual. Hasta ahora se pensaba que eso solo les pasaba a las mujeres. Incluso, cuando sienten poca conexión con sus parejas tienden a pensar que sus esposas ya no los ven atractivos, lo cual les evita tener una noche de pasión. Del mismo modo, les afecta tener sexo por razones negativas, como evitar una pelea, en lugar de hacerlo por motivos más positivos como aumentar la intimidad.

La investigación, publicada en la revista Journal of Sex Research, señala que los hombres tienen la falsa expectativa de que su apetito sexual siempre será óptimo y constante, y cuando no es así se frustran. Por eso, cuando algún tema estresante como el paso hacia la jubilación, la posibilidad de un ascenso laboral o la angustia por un hijo minan su desempeño en las artes de la pasión, creen que llegó el fin. Las investigadoras también hallaron razones físicas: tener depresión, tomar medicamentos que reducen la libido o por la disfunción eréctil causada por la edad.

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Es posible que la falta de interés se explique en la relación, especialmente cuando la pareja cae en la rutina. “Cuando hay convivencia, hay mucha más disponibilidad, y eso genera que el comportamiento sexual disminuya”, señala el sexólogo José Alonso Peña. De hecho, según estudios, la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye después del periodo de luna de miel, que dura entre 18 y 24 meses. Peña aclara que la investigación hace énfasis en relaciones a largo plazo y que no hay que confundir deseo con falta de interés. En este caso, “puede que no busquen la relación, pero si se les presenta la oportunidad, la pueden tener”.

La preocupación de no tener ese impulso erótico y la posibilidad de fallar en la faena sexual crean un círculo vicioso que podría arruinar la vida de pareja. Como dice Mark, el hombre no sabe qué hacer cuando nota que no está al nivel de las expectativas sociales porque “cree que no está cumpliendo con ese papel en la relación”, dice. Para ellos la vergüenza es un gran tema, de modo que estas dificultades los llevan a dejar de propiciar la intimidad. En las mujeres esto también resulta problemático porque ellas no están acostumbradas a estar más interesadas que sus parejas en el sexo. “Esto las hace sentir extrañas”, añade Mark.

Además, la pérdida de deseo en las mujeres no es tabú. Según la evidencia, una de cada tres a cualquier edad reporta falta de interés en el tema, condición que perdura varios meses en el año. Esto contrasta con uno de cada cinco hombres. A ellos, por el contrario, les cuesta mucho más hablar del asunto, lo que hace pensar que la pérdida de interés puede ser más prevalente de lo que señalan los estudios.

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El trabajo de Mark invita a destruir los estereotipos existentes en materia sexual, pues en la práctica el deseo sexual de ambos es muy parecido. Al igual que las investigadoras, Peña considera importante destacar que cada persona tiene sus particularidades, por lo cual esperar que todos los hombres se desempeñen según un estereotipo en el sexo es una falacia. “Cada uno tiene una mente erótica que comprende todo el contenido psicológico que hay detrás de la vida sexual”, explica Peña.

Pero tal vez el mensaje más importante es que perder el interés no significa el final de la relación, aunque sí una bandera amarilla que tanto hombres como mujeres deben atender a tiempo para evitar un distanciamiento innecesario. No hay que olvidar que las relaciones se debilitan sin sexo. El estudio, entonces, abre una oportunidad para ponerse al día en materia de sexualidad y entender que no es anormal para las mujeres tener un alto deseo como tampoco lo es para los hombres tenerlo más bajo. Los autores aconsejan aceptar que el deseo va y viene en una relación. Y cuando el del hombre flaquea, el primer paso es tener una franca conversación fuera de la cama, y sin críticas ni rencores indagar sobre los motivos de su apatía en el tema. Es el comienzo para quitarse ese dolor de cabeza.

Esta noche sí

Que no cunda el pánico cuando el hombre tiene poco deseo sexual. Según los expertos, hay mucho por hacer en estos casos.

Ajuste sus expectativas: no crea en el estereotipo de que los hombres llevan la batuta en materia sexual y siempre están dispuestos para el sexo.

Hable con su pareja: los hombres que pasan por un bache de bajo deseo deben manifestarlo a su media naranja para buscar soluciones en conjunto. Nunca discuta de este tema en medio del acto sexual.

Que reinen las mujeres: dejar que ella tome la iniciativa no implica debilidad. No hay nada malo en que ellas inicien estos encuentros.

Reviva la pasión: trate de hacer cosas novedosas en la cama y, en general, de cambiar el libreto de las relaciones sexuales, experimentando con nuevos lugares y papeles.

Comparta más: busque actividades que puedan desarrollar juntos, demuestre cariño y enfóquese en lo positivo en lugar de las críticas.

Vaya a terapia: este paso es necesario si además de falta de sexo hay distanciamiento emocional.