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DERMATOLOGÍA

Los lunares y el cáncer de piel

El cáncer de piel está aumentando en el mundo. Las personas con mayor riesgo son aquellas de piel blanca, ojos claros y muchos lunares. Así se previene.

21 de mayo de 2016

En los últimos años la tasa estimada de cáncer de piel en Colombia pasó de 23 casos por cada 100.000 habitantes a 41, según el estudio ‘Incidencia de cáncer de piel en Colombia’. La mayoría de estos están ligados a la exposición a los rayos ultravioleta del sol y por eso las personas con pieles más sensibles, que por lo general son las blancas, se encuentran en mayor riesgo. Una manera de saberlo es “si se exponen al sol y se enrojecen fácilmente y nunca se broncean”, dice el dermatólogo oncólogo Santiago Ariza.

Otras características que hacen a alguien más susceptible son los ojos claros, cabello rubio o rojizo y la presencia de lunares. Estos son diferentes a las pecas. Estas últimas son pequeñas áreas de color marrón pálido que pueden ser temporales, mientras que los lunares son mucho más oscuros, incluso pueden llegar a ser de color negro, y son permanentes. Según el experto, el riesgo comienza con 50 lunares y aumenta si el número se dobla a 100.

Esta descripción hace que en países como Australia y Estados Unidos, donde hay más población de raza blanca, tengan un mayor número de casos al año que en países como Colombia, donde la mayoría es de raza mestiza. Sin embargo, al trigueño claro también le puede dar. “De hecho, puede padecerlo cualquiera”.

Estos daños por la exposición al sol pueden provocar varios tipos de cáncer de piel. El más frecuente es el carcinoma basocelular que corresponde al 70 por ciento de los casos, pero por fortuna cuenta con muy buen pronóstico puesto que tiene una baja incidencia de metástasis, es decir, de que se replique en otros órganos. El carcinoma escamocelular representa el 20 por ciento de los casos y el porcentaje de metástasis es de 5 por ciento. Y está el melanoma, que aunque tiene una incidencia baja, 5 a 10 por ciento de los casos, aporta más muertes. Según Ariza podría ocasionar 1.500 decesos al año por cáncer en Colombia. El escamocelular es el que ocasiona más muertes luego del melanoma.

El 25 por ciento de los pacientes con melanoma tiene menos de 35 años y a veces se presenta en niños. “Pero la mayoría de pacientes tienen más de 50 años”.

El principal factor de buen pronóstico es detectar a tiempo la lesión tumoral. La ventaja es que la piel no solo es el órgano más grande sino el más visible, y eso permite a la gente estar pendiente de esas manchas y sus cambios. Estas pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo pero los expertos señalan que hay que buscarlas en el tronco y las piernas. “En los latinos aparecen en las uñas y plantas de los pies”, añade Ariza.

Hay que estar pendientes de lunares que cambian de color y forma, de lesiones nuevas, de heridas que no sanan y manchas inusuales de color rojizo, café o negro. Los oncólogos llaman a este grupo de criterios el ABCDE del cáncer de piel. La A por asimetría en las lesiones; la B, por bordes irregulares; la C, por el color, ya que las lesiones pueden aparecen en diferentes tonos; la D, por el diámetro, superior a 6 milímetros, y la E, por evolución, es decir, un lunar que cambia o que ha surgido recientemente.

También se recomienda usar protector solar 50 con filtros para los rayos A y B. Debido a que las cámaras de bronceo aumentan las posibilidad de tener cáncer, los oncólogos las prohíben. Es preferible usar luces led ya que se cree que las bombillas blancas ahorradoras de energía “podrían dañar la piel después de muchos años porque contienen radiación tipo A”, dice Ariza. Seguir estas recomendaciones ayudará a prevenir este mal y a bajar las estadísticas de cáncer de piel en Colombia.